El día del periodista no es una efeméride más

Quienes constrimos todos los días otro modelo de comunicación, más democrático e inclusivo no nos contentamos con flores ni con saludos. El día del periodista no es una efeméride más en el calendario del consumo, el mismo que abona a los hashtag de Twitter y a los saludos vaciós para aquellos que por el simple hecho de tener un micrófono en la mano, se autoproclaman periodistas.d.

 

Libertad e igualdad verdaderas será el orden de cosas que están instaurando los comunistas, y en él será imposible enriquecerse a costa de otros, no habrá posibilidad objetiva de someter directa o indirectamente la prensa al poder del dinero, no habrá obstáculo para que cada trabajador  posea y ejerza el derecho igual de utilizar las imprentas y el papel que pertenecerán a la sociedad.

 Lenín

Quienes constrimos todos los días otro modelo de comunicación, más democrático e inclusivo no nos contentamos con flores ni con saludos. El día del periodista no es una efeméride más en el calendario del consumo, el mismo que abona a los hashtag de Twitter y a los saludos vaciós para aquellos que por el simple hecho de tener un micrófono en la mano, se autoproclaman periodistas.

Partamos de una base concreta: el periodismo será revolucionario o no será. Y el 7 de junio es un día que da clara cuenta de esto: un 7 de junio pero de 1810, comenzó a circular la Gaceta de Buenos Aires, el primer órgano de prensa de las ideas patrióticas, impulsado por Mariano Moreno, y que continuaría con su tarea periodística hasta el año de 1821 En su redacción participaron Juan José Castelli, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, y Bernardo de Monteagudo. No eran un grupo de patriotas cualquiera: estos hombres expresaban el ala jacobina, la tendencia más radicalizada de aquella honrosa Primera Junta: eran los hombres que hablaban de los derechos de los pueblos originarios, los que proclamaban a viva voz la abolición de la esclavitud. Eran estos periodistas revolucionarios los que no vacilaron cuando hubo que levantar la voz para expulsar al virrey.

El periodista es el historiador del presente. Y como la historia la escriben los que ganan, no podemos dejar de tomar posición. La objetividad es nuestro principal enemigo: la pretensión de una mirada neutral, de un grado cero en el relato de los hechos, es un pesado lastre que levantan quienes defienden con uñas y dientes el modo en el que funcionan las cosas. Del otro lado estamos quienes entendemos que exite una realidad, y al mismo tiempo, muchas formas de contarla. Lejos de cualquier visión posmoderna, que priorice una mirada subjetiva de los hechos y no se proponga la disputa del poder, nosotros partimos de un eje fáctico: la tarea de los periodistas populares consiste no solamente en resignificar las categorías con las que se comunica, fundar medios que sean espacios de comunicación y organización y profesionalizar su funcionamiento. sino, y principalmente en disputar los grandes medios masivos.

Un aprendizaje claro que tenemos quienes pertenecemos a la generación que se formó al calor de la Ley de Medios es que no podemos seguir construyendo medios «alternativos». Nuestros medios no pueden definirse por opisición, como espacios de resistencia: debemos conformar espacios que se propongan la disputa por el poder mediático, por la transformación del modo de comunicar. Se trata de construir el escenario para, el día de mañana, ser nosotros los medios hegemónicos. La posición cómoda y purista de quien se construye en los márgenes del sistema y habla para un público segmentado, en un lenguaje sobre-ideologizado y autorreferencial, constituye un abono a nuestra propia marginación.

Mariano Moreno fundó en 1810 la Gazeta, se levantó contra la Corona y expulsó a los invasores del Río de la Plata. Lenin y Trotsky impulsaron Pravda, discutieron ideas, allanaron el terreno y lograron desplazar a la tiranía zarista y fundar el primer Estado Socialista de nuestra historia. Antonio Gramsci escribió en el periódico «El Grito del Pueblo» hasta el momento en que los arrestos de sus compañeros en Turín lo dejaron  como único redactor de la publicación. Es nuestra tarea continuar con el legado de comunicación popuar y acción política, poniendo la primera en función de la segunda, y la acción política en función de un proceso de liberación.

El periodismo es libre, o es una farsa



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El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.