Es de público conocimiento, hace ya varios años, que el centro de enseñanza Isauro Arancibia permanece en condiciones paupérrimas. El establecimiento educativo que alberga 273 estudiantes en situación de calle sufre una enorme desidia por parte del Gobierno de la Ciudad que en los últimos años ha volcado todo su empeño en frenar su funcionamiento, arrasando así con los tres niveles (jardín de infantes, primaria y primaria para adultos) y los talleres de oficio. En 2014 tuvo que intervenir la justicia para frenar la demolición que había dispuesto el gobierno porteño sobre el terreno del Isauro Arancibia para construir un metrobús.
El establecimiento se encuentra en condiciones deplorables: vidrios rotos; sin calefacción; propenso a inundaciones y no cuenta con un ascensor, por lo que los y las estudiantes con discapacidades motrices deben ser subidos en brazos por escalera. Esta situación ha sido motivo de la presentación de diversos amparos en reclamo de una mejora inmediata para dictar las clases en condiciones dignas.
Luego de la intimación al Ministerio de Educación para que informe sobre la instalación de calefacción y los vidrios nuevos en la que aseguró haber instalado paneles termoeléctricos en el establecimiento que funcionaban parcialmente, se le indicó que no era el requisito adecuado para atender a las necesidades planteadas por la comunidad educativa de la institución. La semana pasada se sumó a la causa, en calidad de subrogante, el Juez Gallardo y multó a la titular de la cartera educativa, Soledad Acuña, ya que sigue sin efectuarse lo dispuesto por el fallo. La Ministra deberá pagar diariamente 25 pesos por alumno, lo que equivale a un total de 6825 pesos diarios, hasta que se cumpla con la sentencia.
Frente a un ataque más a las comunidades educativas y el derecho a una educación pública en condiciones dignas el gobierno porteño deberá pagar una multa diaria hasta que salde las históricas deudas que tiene con el Isauro Arancibia. La educación es un pilar fundamental en nuestra sociedad y como tal hay que defenderlo, políticas de vaciamiento y desfinanciamiento tales como las que se aplican desde hace 8 años por el gobierno macrista en CABA no hacen más que dañar la imagen de la escuela pública y despoblar las aulas.
