No Tan Distintas es una organización que da cuenta de las dimensiones sociales, políticas, económicas, culturales, libidinales, que atraviesan las realidades de las mujeres que se encuentran en situación de calle y en riesgo de estarlo. Nos inventamos convencidas de que los cuerpos de las mujeres cis, mujeres trans y travestis están expuestos a distintos tipos de violencia producidos por el régimen heteronormativo y que, al estar en la calle, esas desigualdades se acentúan por la situación de pobreza. Es decir, las mujeres en situación de calle sufren por ser mujeres y por su extrema vulnerabilidad social.
En 2010, junto a Proyecto 7- Gente en situación de calle, participamos del colectivo la Red en la Calle, que elaboró la ley 3706 de “Protección y garantía integral de los derechos de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle”, sancionada en diciembre de ese año por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. A partir de entonces, los puntos que propusimos en la ley se convirtieron en los ejes de nuestra lucha: reconocer no solo a las personas que ya están en la calle, sino también a quienes están en riesgo de estarlo; promover que todas las instituciones que trabajan con la problemática se adecuen al formato 24 hs todos los días del año desde un abordaje integral, que registre a lxs compañerxs como protagonistas de los lugares; realizar un relevamiento anual para conocer la realidad de lxs compañerxs en situación de calle.
A pesar de la ley, aprobada y reglamentada gracias a la lucha de las organizaciones sociales, el gobierno porteño se niega a cumplirla. En estos años, participamos de mesas de trabajo, nos movilizamos frente al Ministerio de Desarrollo Social, presentamos un proyecto de ley nacional: continuamos interpelando al Estado para que se haga responsable de esta problemática estructural que produce que haya personas viviendo y muriendo en el espacio público, a la vista de todxs.
Pero no nos quedamos de brazos cruzados, y desde el sector popular nos propusimos cumplir con la ley. Así, en 2012, Proyecto 7 conquistó la gestión del Hogar Monteagudo y lo transformó en el primer centro de integración para varones del país, la primera institución que funciona 24 hs, en la que los compañeros son reconocidos como sujetos de derecho y no tienen que mendigar un lugar para dormir, bañarse o comer. En la misma línea, y a sabiendas de que no existía un lugar que contuviera a las mujeres, en 2015 No Tan Distintas y Proyecto 7 abrimos el Centro de Integración Frida, el primero para mujeres cis y trans en situación de calle.
Monteagudo y Frida expresan el modelo de institución que eligen lxs compañerxs para comenzar a construir un proyecto de vida después de días, meses, años, de estar en la calle. En nuestros Centros, las personas son tratadas como compañerxs y no como criminales. El crimen es que haya personas en situación de calle y que se intente responsabilizarlas individualmente de su situación, haciéndoles creer que son ellxs quienes eligen cagarse de frío, comer las sobras de otro, que te cague a palos la policía, parir en la calle, no tener donde guardar tus cosas, que te pasen por encima miles de personas cuando bajan del tren o salen del subte. Lxs funcionarixs del gobierno porteño sostienen que las personas en situación de calle no quieren ir a los paradores. Sin embargo, el Frida y el Monteagudo tienen una lista de espera de más de 200 personas esperando vacante para ingresar a los Centros.
Cansadxs de tantas mentiras y desidia, este año decidimos conformar un colectivo de organizaciones sociales que llevara adelante el Primer Censo Popular de personas en situación de calle. Del 8 al 15 de mayo, las Fridas salimos a censar los barrios de Parque Patricios, San Cristóbal y otros de la ciudad. Los recorrimos enteros, de día y de noche, con lluvia, con sol, con termos de agua caliente, alfajores, platos de guiso. Más allá de los objetivos cuantitativos y cualitativos del censo, para las organizaciones había otro objetivo claro en estas recorridas: hacer llegar un mensaje a las personas que se encuentran en la calle, desamparadas, sin saber qué hacer. Por eso, aunque nos quemaran las patas de tanto patear y garantizando que no quedara ningún recoveco de Buenos Aires sin relevar, cada vez, en cada encuentro, transmitimos: Compañera, ¿sabés que existe una ley? Compañera, ¿sabés que el gobierno no la cumple, pero las organizaciones sociales estamos luchando para que lo haga? Compañera, ¿sabés que podés acercarte al Frida a comer, bañarte y participar de los talleres hasta que se desocupe una cama? Compañera, tenés que saber que, de ahora en más, no estás sola: contás con nosotras.
*Florencia Montes Paz es directora del Centro de Integración Frida