El Congreso se tiñó de verde

Bajo el lema “Un Grito Global por el Aborto Legal”, miles de mujeres protagonizaron una nueva movilización hacia el Congreso para exigir la despenalización y legalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

“Si el Papa fuera mujer/ el aborto sería ley/ basta de patriarcado y que nos digan lo que hay que hacer», cantaron con la potencia amplificada de cientos de voces que gritan juntas lo que se desea y por lo que se lucha. «Aborto libre y gratuito/ y que lo decida la mujer”, avanzó el canto colectivo, camino hacia el Congreso, encolumnado en una de las tantas agrupaciones de mujeres que marchó desde Plaza de Mayo.

Cerca de las cinco de la tarde del viernes se inició la Marcha Federal que reunió a miles de personas -abrumadora mayoría de mujeres- en reclamo por la legalización del aborto. El objetivo: reclamar la sanción de la ley que duerme en los despachos del Congreso desde marzo de 2016, presentado por sexta vez consecutiva por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Su sanción evitaría el riesgo de muerte -acrecentado para las mujeres pobres- que implican los entre 370.000 y 522.000 abortos clandestinos que se producen anualmente en el país, según estima el Ministerio de Salud de la Nación. La cifra no es una  exacta debido precisamente a que sigue siendo una práctica clandestina.

La Avenida de Mayo parecía una marea humana y tenía su color predominante: el verde. Orgullosas paseaban las mujeres (y algunos hombres) con sus pañuelos, distintivos de la abolición. Bien en lo alto se veían los carteles que decían: «Saquen sus rosarios de nuestros ovarios», «Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir», y «Las ricas se lo pagan, las pobres se desangran”.

Durante casi tres horas las diversas agrupaciones sociales, políticas y estudiantiles, entre ellas, Pan y Rosas, Correpi, Mala Junta, Ni Una Menos y Mujeres en Lucha, desfilaron por Avenida de Mayo. Cantaron los clásicos cánticos feministas con ritmo de canciones populares acompañadas al compás de los redoblantes. “Dale, ¿Hasta cuándo te lo tenemos que decir?/ ¿Cuándo vas a entender que no queremos más mujeres muertas por abortar?” se escuchaba desde la columna del grupo Pan y Rosas.

A pesar del espíritu doloroso del reclamo, la calle era una fiesta. Todas las mujeres unidas, empoderadas y en sororidad se plantaban ante la sociedad patriarca que las observaba desde los bares situados en las veredas.

Un poco después de las 19:30 se dio inicio al acto de cierre, ya frente al Congreso, por parte de Liliana Daunes. «Somos historia. Somos lucha. Somos grito regional hermanado -remarcó- y porque somos lucha y estamos hermanadas haciendo historia en un grito global por el aborto legal, queremos denunciar y exigir que se terminen las diferentes situaciones de vulneración de derechos que la punición del derecho al aborto significa”.

Entre vítores y aplausos se requirió libertad a la salud sexual y reproductiva, acceso a la educación sexual integral y a vivir libres de estigmatización y violencias machistas y del abuso de poder de las instituciones. “Realidades a las que nos vemos sometidas a diario las mujeres, lesbianas, travestis y trans» declaró mirando fijamente a la multitud con el documento bien en lo alto.

El jueves, en el Día de Acción Global por un Aborto Legal, Seguro y Gratuito, las representantes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentaron ante los diputados y las diputadas del Congreso de la Nación un proyecto de ley a favor de la interrupción del embarazo. “Este proyecto se presentó en seis oportunidades y perdió estado parlamentario en cinco. Por eso estamos acá, para que no suceda otra vez” culminó Daunes. Leído el documento, la fiesta siguió de la mano de las bandas musicales Sudor Marika y Las taradas.

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Gabriela Perchante

Abogada (UBA), estudiante de periodismo (TEA) @gabyperchante