La Escuela Normal Superior N°8 «Presidente Julio A. Roca» es una histórica institución educativa inaugurada a comienzos del siglo XX. Su hall central tiene pisos de mosaico veneciano y está cubierta por luminosos vitrales que permiten apreciar la planta superior, hacia donde convergen todas las aulas. Las dos alas agregadas entre las décadas del ’20 y los ’30, conservan el mismo estilo y se accede allí por amplias escaleras laterales de mármol blanco. En este sitio -ubicado en el barrio de San Cristóbal- se egresó hace más de cien años la primera camada de maestras normales.
Precisamente, el Día del Maestro resultó esta vez una jornada fatídica para la institución. En horas de la noche, previo al festejo de esta fecha en el Normal 8, un grupo de personas ingresó a las instalaciones de la escuela y se llevó elementos de valor, además de realizar daños graves sobre el patrimonio. «Entraron por el acceso al casco histórico y rompieron todas las puertas por donde pasaron (las paredes donde estaban amuradas las rejas, marcos de madera, solías de mármol…), forzaron todos los muebles, vaciaron cajones y archivos de dirección y se llevaron computadoras, cañones, televisores, materiales didácticos y de higiene, dinero recaudado de excursiones que se harían en estas semanas y de cooperadora», confesaron horas después los representantes de la cooperadora del colegio.
Esta es la tercera vez que ingresan delincuentes a la institución en un puñado de meses. Ya habían sufrido robos en las vacaciones de invierno y dos semanas atrás, en un marco en el que dejaron de contar con casero desde mayo del año pasado. Desde la Cooperadora denuncian que «se hicieron las denuncias correspondientes y se elevaron los informes a las autoridades competentes, sin ningún tipo de respuesta». «Tenemos mucha bronca por el nivel de desidia de las autoridades del ministerio de Educación y del GCBA», manifestaron.
El miércoles 13, se realizó un abrazo solidario al Normal 8 para repudiar el robo que dejó pérdidas y destrozos. Allí se hizo presente Taty Almeida, referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien pidió a los integrantes de la comunidad educativa que tengan «fuerza y no bajen los brazos». De ahora en adelante, trabajarán arduamente para recuperar los 5 mil pesos, dos proyectores, computadoras y un televisor de 40 pulgadas, junto a todas las puertas, aulas, ventanas y oficinas destruidas.
