Estudiantes secundarios, terciarios y universitarios de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires se congregaron en los alrededores del Congreso para conmemorar un nuevo aniversario de la Noche de los Lápices. Pancartas y banderas con la cara de los y las estudiantes desaparecides aquella noche del 16 de septiembre de 1976 desfilaron por la Avenida de Mayo hasta llegar a la Plaza. Organizaciones sociales y gremiales docentes también acompañaron la movilización coreando los cánticos característicos de las marchas estudiantiles.
Alrededor de las seis de la tarde, docentes y estudiantes de las distintas escuelas porteñas y bonaerenses, que venían de realizar distintas actividades en las instituciones en relación a la fecha, empezaron a encolumnarse detrás de la bandera de arrastre con la consigna principal «La educación está peligro». Se iba acercando el final de la marcha, el sol empezaba a esconderse y en una de las laterales del Cabildo aguardaba el camión-escenario, donde se leería el documento de cierre.
Al finalizar tomaron la palabra Emilce Moler, sobreviviente de la Noche de los Lápices, y Hugo Yasky, diputado nacional por Unidad Ciudadana y secretario general de la CTA de los Trabajadores. A continuación, en un breve comunicado -consensuado previamente-, tres estudiantes de CABA y tres de la Provincia de Buenos Aires repasaron las principales reivindicaciones y denunciaron el «brutal ajuste de Macri y el FMI». Rechazaron la Secundaria del Futuro y la UNICABA, exigieron mayor presupuesto para las universidades nacionales, y apuntaron contra Vidal por la muerte de Sandra y Rubén, y por el ataque a Corina De Bonis. Bajo la consigna “Con hambre no se puede estudiar” reclamaron más y mejores viandas, y mayor financiamiento a los comedores escolares. Como cada 16 de septiembre alzaron sus banderas también por el boleto estudiantil.