«Tenemos la esperanza de volver a trabajar»

Ni el acuerdo con el FMI ni la eliminación argentina del mundial de Rusia tuvieron un cable de Télam que los cuente. En los 116 días que pasaron desde el despido masivo de periodistas, fotógrafos y trabajadores de prensa de la agencia estatal, la consigna "Acá falta Télam" ocupó el lugar de los cables de noticias. Una victoria judicial de los trabajadores volvió a poner las cosas en su lugar esta semana, aunque la lucha y la incertidumbre siguen. Fuimos hasta la sede de la calle Belgrano para que ellos y ellas mismas cuenten en qué está la cosa.

«Si gana Télam ganamos todxs». «Somos Télam». «No a los despidos en Télam». Durante largos 116 días, los trabajadores y trabajadoras de Télam poblaron con esas consignas las paredes de los dos edificios de la agencia estatal en la Ciudad de Buenos Aires. El reclamo caló hondo y llegó inclusive hasta los almuerzos de Mirtha Legrand por iniciativa de la propia conductora. Desde que se conocieron los 347 despidos aquel fatídico 26 de junio, el país ya había concretado su vuelta al Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Selección Argentina transitaba sus últimos días antes de quedar eliminada en Rusia 2018.

Todo parecía encaminarse hacia un conflicto con final incierto y hasta poco feliz, pero finalmente el juez Ricardo Tatarsky, titular del Juzgado Nacional del Trabajo Nº 22, ordenó este jueves la reincorporación de 138 trabajadores de la agencia y la anulación de los despidos impuestos por el entonces ministro Hernán Lombardi y el director Rodolfo Pousá. «Estábamos en el cuarto piso con un par de compañeros y uno me dijo ¨me parece que salieron las cautelares¨. Enseguida dijimos de ir al quinto piso, donde generalmente están los delegados. De pronto había una situación de nervios, alegría y algo que no se entendía; nos enteramos entre adrenalina, llantos, abrazos y risa histérica, la verdad que fue reconfortante», cuenta a El Grito del Sur Florencia Fazio, periodista de la sección Espectáculos, desde la sede central de Avenida Belgrano 347.

La reincorporación de esta nueva tanda de trabajadores, acción promovida por el gremio Sipreba a través de los abogados Guillermo Gianibelli y León Piasek, significó un punto de quiebre en el conflicto, puesto que los trabajadores y trabajadores de Télam decidieron ayer en asamblea por unanimidad suspender el paro a partir del lunes y levantar desde ese momento la permanencia pacífica en los dos edificios. «Después de 115 días, uno no toma la real dimensión. Yo creo que la lucha nos deja la confianza como trabajadores en nuestra unidad, nuestra organización y en los métodos asamblearios. Tuvimos una idea plural de funcionamiento y confianza en los compañeros. Siempre supimos que era el camino correcto y que la Justicia tomó esta resolución porque también confiamos en nuestra unidad y lucha», revela a este medio Raúl Ferrari, delegado de la Comisión Gremial Interna de Télam por Sipreba.

Durante cuatro meses de lucha, se acumularon ya más de 260 sentencias condenatorias contra los despidos que buscaban desmantelar la agencia estatal. En caso de ser apelada la medida, la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo será la encargada de tomar una decisión, aunque en otros casos ya adelantó el mismo criterio que el Juzgado 22. Ferrari explica que «esta cautelar que elevó el Sipreba estaba conformada por 160 trabajadores. También hubo otras medidas que ordenaron la reincorporación, pero fueron llevadas por otros sindicatos. El Sitrapren, por ejemplo, que tiene mayor representación en la parte administrativa del edificio de Bolívar, logró 93 reincorporaciones. La cantidad que falta son compañeros que no iniciaron ninguna acción, que tomaron la indemnización y aceptaron el despido».

«Mucha felicidad y alegría, pero en mi caso particular también sensaciones encontradas porque ahora se abre el interrogante de cómo sigue esto. Todos mis compañeros y yo tenemos la esperanza de volver a trabajar. Los despidos fueron totalmente injustificados y sin causa», señala Luis Troche, chofer de prensa de Télam desde el año 2013. El trabajador, quien logró conseguir un empleo temporario durante este lapso para ayudar al bolsillo, recuerda que «no he faltado nunca y por suerte tampoco me he enfermado. Siempre me he puesto a disposición de la empresa con las necesidades de los horarios, nunca tuve problemas con nada. A partir del acuerdo con el FMI, se empezaron a recortar las horas extras y, de un día para el otro, nos desayunamos con las notificaciones de los despidos». Fazio agrega que «esto sirve como precedente para que otros gremios y trabajadores que pasen por la misma situación se unan y aguanten la lucha. La historia nunca se confunde y éste es otro ejemplo más. Tenemos mucha ansiedad por volver a escribir e incertidumbre porque no sabemos cuál va a ser el escenario que se va a plantear el lunes cuando lleguemos, si van a estar los coordinadores y los directivos, o no». El delegado Raúl Ferrari también espera que la dirección de la empresa se presente este lunes en el lugar de trabajo. «Ahora esperamos que la empresa llame a una mesa para ver cómo se va a iniciar esta nueva etapa. Ellos habían montado una agencia trucha en Tecnópolis. Vamos a esperar que vuelva a funcionar la agencia», afirma.

El conflicto dejó grandes enseñanzas, aunque los propios laburantes saben mejor que nadie que el panorama continúa siendo de fuerte incertidumbre. La emisión del servicio propio de noticias «Somos Télam», así como el amplio respaldo de periodistas, dirigentes sociales y políticos, trabajadores de la cultura y demás, resultan hitos difíciles de olvidar en el camino de lucha que se mantendrá desde un estado de asamblea permanente. «Le dimos un montón de contenido a lo que nosotros creemos que debe ser la agencia: el hall fue poblado por sectores sociales, políticos y culturales que nos han venido a dar apoyo y esto hizo mucho más conocida a la agencia Télam y lo que significa. Es lo que defendimos siempre: que sea una agencia plural, democrática y federal», concluye Ferrari.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.