La basura también es un bien escaso

Las cooperativas de recolección y reciclaje de la Ciudad de Buenos Aires se manifestaron en contra del nuevo sistema de recolectores inteligentes instalados por el gobierno porteño en plena avenida Corrientes.

Susana empezó a recolectar residuos hace 21 años, cuando tuvo que dejar su trabajo en el rubro del servicio doméstico, porque cayó enferma una de sus cinco hijes. Todos los días los micros pasan a buscarla por el barrio a las cuatro y media de la tarde, y viaja desde Villa Fiorito hasta Palermo, donde trabaja. Después de su jornada lleva lo acumulado, junto con sus compañeros, a la cooperativa de reciclaje. Susana cuenta que en el barrio casi todos trabajan de cartoneros -como se conoce popularmente a los recicladores- y en su familia, además de su marido y sus hijos, se suma a esta tarea tres veces por semana su hija menor, que a la mañana cursa la carrera de contaduría en la Universidad de Lomas de Zamora. Susana forma parte del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) desde que se inició la cooperativa, allá a fines de los 90s, y resalta la importancia de que en la cooperativa haya guarderías: “Acá todas las mujeres son madres y algunas incluso siendo muy chicas”, dice.

Fotos: Catalina Distefano

Susana habla mientras camina por la avenida Corrientes, recientemente transformada en peatonal por el gobierno porteño. Allí las organizaciones de recicladores se manifestaron ayer contra la decisión arbitraria de cambiar sin previo aviso el sistema de recolección de la basura. El nuevo sistema consta de contenedores de basura inteligentes que solamente pueden ser abiertos con tarjetas magnéticas para evitar que quienes viven de revisar, clasificar y reciclar la basura ajena, puedan seguir realizando su trabajo en la zona teatral por excelencia. Las tarjetas estarán desde ahora en manos de los comerciantes de la zona y los trabajadores del Gobierno de la Ciudad.

Aunque no se dio a conocer el presupuesto que se asignó a dicho sistema, el cambio fue anunciado en Twitter como un trabajo conjunto entre la empresa “Veolia” y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Vale la pena agregar que -según expuso la ONG Ueplas- solamente en la obra de peatonalización de la calle Corrientes el oficialismo invirtió 275 millones de pesos, tres veces la inversión prevista entre 2019 y 2021 para obras en los colegios porteños.

Fotos: Catalina Distefano

Los y las recolectorxs concentraron alrededor de las cinco de la tarde en Callao y Corrientes y finalizaron la marcha -no sin altercados- una hora y media más tarde en el Obelisco. La tensión entre el excesivo número de policías y los manifestantes fue constante. Antes de que comenzaran a movilizarse, miembros de las fuerzas de seguridad tiraron gas lacrimógeno y propiciaron golpes directamente sobre los rostros de los manifestantes, que intentaron cortar la avenida. Durante las diez cuadras de recorrido el cordón policial no dejó de respirarles en la espalda.

Fotos: Catalina Distefano

“Somos hombres y mujeres de la economía popular que hemos podido generar nuestro trabajo a partir de algo tan doloroso como romper una bolsa de basura. Estamos indignados, este jefe de Gobierno se cree que es dueño de la Ciudad y la quiere hacer de ricos y para ricos», explicó Jacqueline Flores, referente de la CTEP y coordinadora de Promotoras Ambientales Cartoneras. “Somos 12 las cooperativas de trabajo que hemos podido licitar la Ciudad de Buenos Aires, cuando Larreta quiso sacar una ley de incineración pudimos pararlo porque somos totalmente competentes en cuanto el reciclado. Con este sistema de contenedores inteligentes todo el mundo cartonero queda por fuera del material de trabajo. Nosotros nos merecemos una respuesta, pero antes van a tener que dar cuentas a la ciudadanía de cuánto gastaron porque esto no es una empresa”, agregó.

Según contó Flores a El Grito del Sur, dentro del sistema de cooperativas de reciclaje se contaban 12.000 trabajadores en diciembre – de las cuales un 75% son mujeres y jefas de hogar- y se calculaba el mismo número de personas sin organización en la Ciudad de Buenos Aires. En la zona que abarcan los “contenedores inteligentes” hay 300 recolectores entre independientes y organizados, que antes del sábado se llevaban al terminar su jornada 4 bolsones de cartón cada uno, pero anoche no llegaron a esa cantidad ni siquiera entre todos.

Fotos: Catalina Distefano

“Nosotros con la crisis tuvimos que empezar a compartir el trabajo con compañeros independientes, personas que perdieron su trabajo y nunca se imaginaron tener que abrir el tacho de un contenedor de basura para tener que encontrar comida”, aportó Jacqueline. “De las 12 cooperativas que hemos licitado en la Ciudad de Buenos Aires, no todos tenemos los centros verdes que nos merecemos, no nos están dejando demostrar nuestra capacidad”.

Una vez en el Obelisco, rodeados literalmente por efectivos de la policía, lxs recolectrxs se concentraron para escuchar a los referentes de las cooperativas. Sergio Sanchez, presidente de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores, sostuvo el ánimo de unidad y dijo: “Alguna vez todos fuimos independientes, hoy están atacando a aquellos compañeros que por razones de la vida no pudieron organizarse. Primero atacaron a los que trabajan con carros y caballos, ahora a los independientes les sacan las camionetas y los camiones en el puente, mañana van a seguir con nosotros. Quieren hacer pelear pobres con pobres”.

Fotos: Catalina Distefano

“Vamos a seguir denunciando los paquetes de negocios. Estos contenedores no le resuelven la vida a nadie, estamos a favor de la tecnología pero antes queremos que le den de comer las criaturas que vienen a buscar basura. Quieren esconder a los pobres y a los pibes que vienen a buscar para comer en la ciudad”, agregó Pitu de la Cooperativa El Álamo.

Fotos: Catalina Distefano
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El Grito del Sur

El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.