Caso Cristian Aldana: los alegatos de la querella

Más de tres años después de la primera denuncia, la causa contra Cristian Aldana llega a su fin. El juicio oral comenzó esta semana con la etapa de alegatos y se espera una sentencia por los delitos probados en las próximas semanas. Una cronología de un juicio histórico y el valor de no callarse más.

“¡Abracémonos!” les dijo Ariell a sus compañeras denunciantes el jueves 27 dentro de la Sala, cuando Cristian Aldana entró para iniciar la audiencia. Las jóvenes se dieron uno de los tantos abrazos que quedarán en la memoria feminista: tras tres años de proceso judicial, finalmente se acerca el veredicto que cerrará una de las etapas más importantes de sus vidas.

Cuando denunciaron en el año 2016 el momento de la resolución era tan lejano como impensable: se conocieron siendo menores y en las condiciones abusivas a las que las llevó Cristian Aldana. Hoy, esas historias se traducen en una carátula concreta: abuso sexual y corrupción de menores, en siete ocasiones. Sin embargo, a lo largo del juicio que inició en mayo de 2018, muchas jóvenes prestaron testimonio declarando haber vivido situaciones como las que vivieron las denunciantes.

Todo lo expuesto en el juicio indica una cosa: Cristian Aldana creó una red de violencias sistemática, donde el principal objetivo eran niñas menores y adolescentes que se contactaban con él a través de su banda, El Otro Yo. Las violencias no implicaban solamente abuso sexual sino una confección de escenarios, manipulaciones, perversiones y discursos que provocaban el sometimiento físico, emocional y psicológico de las menores.

Pero un día las pibas rompieron el silencio. Este es uno de los casos más mediatizados que nacieron en aquello que fue la ola del resurgimiento de escraches en formato de discurso feminista y que no paró hasta el día de hoy. Desde fines de 2016 que Aldana cumple prisión preventiva en el penal de Marcos Paz, y a fines del 2018 la misma fue prorrogada por los jueces a cargo de la instancia oral -Rodolfo Bustos Lambert, Ana Dieta de Herrero y Rodolfo Goerner-, y por estas semanas se define en el Tribunal Oral N°25 cual será el futuro del imputado.

El primer turno fue del abogado Sebastián Da Vita, representante de tres de las denunciantes. El letrado pidió 40 años de prisión para Cristian Aldana, por considerar que se probaron los delitos durante el juicio y que no existen atenuantes para su conducta “perversa”. El abogado, integrante del Programa de Asistencia y Patrocinio Jurídico a Víctimas de Delitos del Ministerio Público de la Defensa, destacó la imposibilidad de considerar que el músico había sido “seducido” por menores de esa edad y por lo tanto “superado por la lujuria”. Por el contrario, señaló que la vulnerabilidad de las menores era una de las motivaciones de Aldana para obligarlas a aquellas prácticas abusivas a las que las sometía.

En segundo lugar alegó Gabriela Conder, representante de Ariell Carolina Fernanda Luján. La abogada, por su parte, pidió 20 años, e hizo hincapié en responder a algunas de las formulaciones expuestas por Aldana en su declaración. “Tenemos que dejar de hablar de orgías, no eran orgías: eran violaciones. Si llamamos de esa forma a estos abusos de niñas estamos en un grave error”. También apuntó a lo que mencionó Aldana sobre su “relación” con Ariell, asegurando que: “no era una relación de amor, era una persona de más de 30 años con una nena de 14. No eran una pareja, eran una relación de poder”. De esta forma culminaron los alegatos del jueves 27 de junio.

La mañana del 28 de junio comenzó a alegar el fiscal Guillermo Pérez La Fuente con asesoramiento de la UFEM. El letrado recorrió todos los gestos dilatorios del juicio por parte de Aldana y su defensa. Mencionó las múltiples recusaciones al Tribunal -y posteriormente al mismo juez de la Cámara de Casación-, las falsas acusaciones respecto a que se violaran sus derechos constitucionales y todos los motivos por los cuales, incluso cuando Aldana afirmaba estar sin defensa y siendo torturado por el Tribunal, no utilizaba ninguno de sus recursos a disposición para nombrar a su defensor o recuperar aquel que fue apartado a fines de 2018. El abogado Rodolfo Patiño, que lo acompañó los primeros cinco meses del juicio, fue apartado del proceso por haberse ausentado en dos ocasiones, “lo que constituye una falta de respeto para todas las personas que estábamos presentes en el juicio”, remarcó el fiscal recordando los mismos fundamentos del Tribunal para tomar aquella decisión.

Procedió a hacer mención sobre cómo en las mismas canciones de sus bandas se reflejaban ya algunos indicios acerca de sus conductas y sentido de la impunidad. “Por ejemplo, la canción Consume mi violencia es una apología de la violencia sexual, y No me importa morir refleja el accionar, la situación y la violencia sexual a la que estaban expuestas las niñas”. El letrado afirmó que «Esto es lo que escribe y es Aldana, lo que muestra de su persona. Las canciones son una confesión».

Los alegatos del fiscal Pérez La Fuente concluyeron con un argumento similar al de Gabriela Cónder: “La idea de Aldana de demorar el juicio es una idea malísima que conspira contra que se lo absuelva. Él cree que puede hacer lo que quiere, como quiere, cuando quiere. Si esto lo hizo en un año de juicio ante tres jueces y las partes: ¿cómo podemos dudar de que impuso su voluntad ante jovencitas de 13 años?”.

Las audiencias continuarán la próxima semana. Queda que Cristian Aldana concluya su declaración, que alegue su defensa y que se de a conocer la sentencia por parte del Tribunal. 

 

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Lucia Cholakian Herrera

Comunicación UBA // Periodismo Narrativo UNSAM+Anfibia. Escribe en Vice, Cosecha Roja y Nodal.am // En redes es @queendelqueso