Tener un cementerio en la cabeza

Entre lluvia, tacos y brillo se realizó ayer la cuarta Marcha Plurinacional contra los Travesticidios y los Transfemicidios. Les integrantes de la comunidad travesti trans denuncian la falta de políticas públicas, la no aplicación de las leyes sancionadas y la muerte de una travesti cada 96 horas en nuestro país.

A cincuenta años de la revuelta de Stonewall -el episodio en el cual transexuales, travestis y homosexuales se rebelaron contra el abuso de las autoridades policiales en Nueva York-, en nuestro país se realizó la cuarta Marcha Plurinacional contra los Travesticidios y Transfemicidios. Al grito de “señor, señora no sea indiferente, se matan las travestis en la cara de la gente”, una columna multitudinaria recorrió la Avenida Rivadavia desde Plaza de Mayo hasta el Congreso en una tarde lluviosa que comenzó en garúa y terminó en chaparrón.

Fotos: Catalina Distefano

Si bien el eje de la marcha estuvo puesto en los asesinatos -cada 96 horas muere una travesti en nuestro país- y la baja esperanza de vida, que se estima entre 35 y 40 años, les manifestantes recalcaron la necesidad de implementar políticas públicas para que las vidas no sólo se alarguen, sino que sean dignas de ser vividas. A pesar de la falta de estadísticas oficiales, se calcula que en lo que va del 2019 ya se registraron 39 muertes de la comunidad travesti trans y alrededor de 80 en 2018. Además el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT registró durante el año pasado 147 crímenes de odio, es decir crímenes en los cuales “la orientación sexual, la identidad y/o la expresión de género de todas las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia”.

Fotos: Catalina Distefano

“La identidad política de esta marcha es el reconocimiento de los crímenes de odio hacia nuestra comunidad, con la especificidad del reconocimiento identitario y las particularidades que tienen estos crímenes hacia nuestra población”, explicó Violeta Alegre a El Grito del Sur. La activista continuó: “Exigimos políticas públicas concretas hacia nuestra población reconociendo la vulnerabilidad en la que nos pone toda una sociedad. Éstas deben abarcar lo laboral, la educación, el acceso a la salud. Somos vulneradas en todos los derechos humanos y esto habilita a que la sociedad pueda manejarse impunemente hasta en el último eslabón que es el travesticidio, que no genera un impacto social”.

Fotos: Catalina Distefano

Según un informe de ATTTA y Fundación Huésped de 2014 (el último disponible), sólo el 18% de las personas travestis y trans han tenido acceso a trabajos formales. A pesar de que desde el 2015 fue aprobada en la provincia de Buenos Aires la ley 14.783 de Cupo Laboral Trans (que establece que el 1% de los puestos de la administración pública deben ser asignados a personas de la comunidad travesti-trans), ésta aún no ha sido reglamentada -y según denuncia la comunidad travesti y trans- la gobernadora María Eugenia Vidal no asigna el presupuesto para que se cumpla. Las provincias de Chaco, Río Negro y Chubut también tienen leyes de cupo laboral trans, pero en ninguna de ellas se cumple. En las dos primeras aún están dentro del año de reglamentación y en la tercera las organizaciones denuncian que la aplicación se encuentra parada.

La idea de realizar una manifestación convocada específicamente por la comunidad travesti trans surge a partir del travesticidio de la Diana Sacayán, luchadora por los derechos humanos, referente travesti y una de las impulsoras de la Ley de Identidad de Género. Al calor de la primera marcha de Ni Una Menos y luego del asesinato de Diana, el 28 de junio de 2016 se decidió llevar a cabo la primera Marcha Nacional (ahora plurinacional) contra los Travesticidios y Transfemicidios. Este año la marcha se da en el contexto de un recrudecimiento de grupos trans odiantes en el feminismo local, que van de la mano con el avance de sectores conservadores en América Latina.

Fotos: Catalina Distefano

“Esta manifestación nace del deseo de Lohana y Diana de construir una marcha donde sí seamos implicadas, donde sí podamos participar. Nosotras no somos invitadas a organizar otras marchas, la idea fue llorar el asesinato de Diana pero también empezar a encontrar un lugar en esta militancia de la diversidad de clase media blanca de CABA”, explicó la militante travesti Alma Fernández en la previa de la marcha. “La marcha también es para hacer justicia por todas las Dianas Sacayanes que no tienen voz, que no son visibles y también se están muriendo”.

Fotos: Catalina Distefano

A las siete y media de la tarde, entre glitter,  pantalones metalizados, medias de red y tacos aguja, la columna llegó -acompañada de la percusión del grupo Talleres Batuka- a la Plaza de los Dos Congresos. Allí, sobre el escenario, algunes referentes del movimiento tomaron el micrófono, entre elles Say Sacayán, hermane de la reconocida activista. Say manifestó sobre la histórica figura de travesticidio en el fallo de Diana dictado hace un año que “logramos doblarle el brazo a la histórica condena, cambiamos el curso de la Justicia y desde el 2018 contamos con una sentencia favorable para nuestro colectivo”.

Fotos: Catalina Distefano

Aparte de abuchear al gobierno actual -que recorta el presupuesto destinado a políticas de la disidencia sexual y le da la mano al presidente Jair Bolsonaro-, las oradoras recordaron que las personas de la comunidad travesti trans en la Argentina tienen 8 veces más posibilidades de ir a la cárcel que una persona cis género por la criminalización y la impunidad de las fuerzas de seguridad. Desde el escenario, la comisión organizadora se posicionó a favor del cambio de carátula del caso de Marcela Chocobar a travesticidio, exigió la derogación de los códigos contravencionales que persiguen y encarcelan a las personas travesti y trans en situación de prostitución y reforzó la consigna “al closet y al calabozo no volvemos nunca más”. Además enfatizaron la importancia del fallo que reconoce la identidad de femineidad travesti abriendo nuevos horizontes a la interpretación de la Ley de Identidad de Género, internacionalmente reconocida como precursora.

Fotos: Catalina Distefano

“Estamos cansadas de tener un cementerio en la cabeza y en el corazón”, se escuchó por el micrófono debajo de la lluvia. Luego de dar el presente por las referentas que ya no están, les manifestantes continuaron bailando al ritmo de “a quién le importa” de Thalia, imperturbables bajo la lluvia.

Fotos: Catalina Distefano
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El Grito del Sur es un medio popular de la Ciudad de Buenos Aires.
Fundado el 23 de septiembre de 2012 en el natalicio de Mariano Moreno.