A 50 años del Cordobazo, jovenes organizades en sus sindicatos y en sus centros de estudiantes se reunieron en la Facultad de Medicina de la UBA para participar del Foro de Jóvenes por la Unidad. El encuentro contó con cuatro paneles de debate sobre distintas temáticas en los que participaron referentes y referentas de distintos espacios políticos, sociales y sindicales. El acto de cierre estuvo a cargo del secretario nacional de Juventud de la CTA, Matías Zalduendo, la presidenta de la Federación Universitaria de Buenos Aires por La Mella, Eva Dimópulos, y el diputado nacional Máximo Kirchner, con la moderación de Lucía Cámpora, vicepresidenta de la FUBA por La Cámpora. «Es hora de terminar con esta noche oscura que inició el macrismo en Argentina», expresó Máximo convocando a la militancia.
A partir de las 10 de la mañana numerosos grupos de jóvenes empezaron a acercarse a la entrada de la Facultad de Medicina para acreditarse al Foro. Unos minutos después de las 11, ya todos y todas estaban preparades para dirigirse al edificio de Salud Pública, ubicado en la esquina de Marcelo T. de Alvear y Uriburu, donde se desarrollarían las cuatro comisiones de debate: Mujeres y Disidencias, Juventudes y representación política, El futuro del trabajo, y Con los pies en el barrio.
El panel Mujeres y Disidencias contó con la presencia de seis panelistas, entre las que se destacaron Georgina Orellano, secretaria general de AMMAR, Paula Arraigada, secretaria de Diversidad del PJ porteño, y Victoria Freire, referenta de Mala Junta. Allí conversaron sobre los cambios producidos en la política con la llegada del feminismo, el cambio de las reglas de juego en centros de estudiantes y sindicatos, y las nuevas formas de construir y disputar poder en clave feminista y sorora.
Dos pisos más arriba, siete expositores y expositoras -entre quienes resaltaba indudablemente la presencia de Malvina Tosco, hija de Agustín Tosco- y Ofelia Fernández, la joven referente estudiantil que anunció semanas atrás que buscará ser legisladora por la Ciudad de Buenos Aires, se preparaban para exponer frente a un aula llena de pibes y pibas de distintos orígenes y colores políticos. Les presentes repasaron las distintas batallas que encabezó la juventud en los últimos años en contra de las políticas de Cambiemos y se propusieron analizar las diferencias y similitudes entre la generación actual, forjada al calor de grandes luchas populares y cobijada por un amplio piso de derechos, y aquelles jóvenes del ’69 que forjaron junto a les trabajadores y trabajadoras aquella gesta histórica en el seno de la provincia de Córdoba contra la dictadura de Onganía.
En el subsuelo del edificio de Salud Pública se encontraban otros y otras para escuchar a secretarios y secretarias generales de distintos sindicatos, como así también a delegades y economistas. El objetivo de la comisión en la que expusieron Walter Correa (Curtidores), Rafael Klejzer (CTEP Capital), Lucrecia Castro Feijo (Personal Aeronáutico) y Delfina Rossi (economista), entre otres, fue discutir acerca de los principales desafíos a los que se enfrenta la juventud al buscar empleo en tiempos de ajuste y precarización, sumado a la constante estigmatización y castigo por organizarse sindicalmente.
Por último, el panel Con los pies en el barrio reunió a dirigentes y dirigentas de distintos espacios territoriales y sociales que trabajan a diario con los sectores más golpeados por este modelo ecónomico. Participó el presidente del FETRAES, Eduardo Montes, la referente cartonera del MTE y precandidata a diputada provincial por el Frente Patria Grande, Natalia Zaracho, la referenta del Hormiguero, Maru Bielli, la diputada por la Provincia de Buenos Aires Fernanda Díaz, la secretaria general de la FUBA por AUGE, Valeria Spangenberg, y Diego Ceballos de la UTE.
Al cierre de las comisiones, todes retornaron al edificio de Medicina para comprar su almuerzo: empanadas, sanguches de milanesa y tortilla de papas fue el menú de la fecha, dado que faltaron el chori y la coca. Minutos más tarde, se abrieron las puertas del Aula Magna para dar lugar al acto de cierre del Foro de Jóvenes por la Unidad. Mientras estudiantes, trabajadores y trabajadoras empezaban a ordenarse en sus asientos, empezaron a llegar legisladores y legisladoras de Unidad Ciudadana como Mariano Recalde, Victoria Montenegro y Javier Andrade. Se fueron sumando referentes de las distintas organizaciones del peronismo y el kirchnerismo porteño, y presenció el acto también el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel.
Lucía Cámpora, joven militante de La Cámpora y referenta del kirchnerismo universitario, se encargó de moderar el acto y aprovechó el micrófono para celebrar el encuentro que reunió después de muchos años a jóvenes estudiantes y sindicalistas. El primer orador fue Matías Zalduendo, secretario nacional de la Juventud de la CTA, quien convocó a las juventudes sindicales y estudiantiles a trabajar «para tener otro gobierno a partir del 10 de diciembre». En esa línea, destacó la impronta unitaria y organizada que caracterizó al Cordobazo y recordó: «En ese momento, en las represiones, no importaba el logo de la agrupación o sindicato, sino estar espalda con espalda defendiendo los derechos de los trabajadores».
Luego fue el turno de Eva Dimópulos, presidenta de la FUBA por la agrupación La Mella, quien admitió que estos cuatro años de macrismo en el gobierno nacional han sido «el partido más difícil que nos tocó jugar», pero se mostró optimista y aseguró que «es posible y necesario sacar a Macri de la Casa Rosada». Para finalizar, felicitó a la militancia que se puso al hombro la responsabilidad de enfrentar a Cambiemos en cada oportunidad en la que hubo que salir a las calles y, diferenciándose del modelo de joven que construyen los grandes medios, reivindicó «la alegría de ser esa juventud que demostró que no todo se compra y se vende, y que está acá para cambiarlo todo».
El final estuvo a cargo exclusivamente de Máximo Kirchner, quien brindó un discurso de aproximadamente 50 minutos en los que se dedicó a repasar las principales medidas económicas que perjudicaron al empleo y la educación. También resaltó que las principales promesas de campaña de Mauricio Macri en 2015 se convirtieron en las más grandes mentiras de campaña. Aunque aseguró que «Cambiemos no está derrotado», se mostró esperanzado y recordó la labor de su padre al «reconstruir la Argentina» luego de la enorme crisis de los ’90 que terminó con el estallido del 2001. Llamó a la militancia a redoblar los esfuerzos y «salir a convencer, casa a casa, pueblo a pueblo, en todos los lugares, que es hora de terminar con esta noche oscura que inició el macrismo en Argentina».
El diputado nacional criticó también el discurso meritocrático con el que tanto se ha empeñado el Gobierno desde el inicio de su gestión, asegurando que «desde los medios de comunicación buscan hacerte creer que individualmente son buenísimos, pero juntos son un desastre. Yo creo que en nuestro caso es siempre al revés, individualmente somos mucho peores y somos mucho mejores colectivamente». Apuntó también contra el discurso apolítico, contra el «son lo mismo» y sobre este último fue muy contundente: «No son todos iguales, algunos gobiernos creen en la educación y por eso producen satélites y aumentan el presupuesto, y otros no hacen nada. Basta de decir que son todos iguales».
En medio de su discurso leyó una frase de Agustín Tosco: «Nuestra experiencia nos ha enseñado que, sobre todas las cosas, debemos ser pacientes, perseverantes y decididos. A veces pasan meses sin que nada aparentemente suceda. Pero si se trabaja con ejercicio de estas tres cualidades, la tarea siempre ha de fructificar; en una semana, en un mes o en un año. Nada debe desalentarnos. Nada debe dividirnos. Nada debe desesperarnos». Y para concluir, en medio de una ovación de aplausos y cánticos, le habló directamente a esos y esas jóvenes que han demostrado en más de una oportunidad su capacidad de inundar escuelas, universidades, estadios, plazas y calles con ese espíritu rebelde y transformador: «Si la juventud se hace Patria, la Patria se hace joven».
