«Yo podría acusar al resto del PO de apoyar a Macri»

El desplazado referente del Partido Obrero, Jorge Altamira, habla sobre las diferencias políticas y generacionales al interior de esta organización, del retroceso en las urnas del FIT y de su visión sobre la elección nacional polarizada entre Mauricio Macri y Alberto Fernández. "El parlamentarismo y el desvío electoralista provocan una tendencia al arribismo", dispara.

El Partido Obrero atraviesa una de las peores crisis de sus más de 50 años de historia, que se materializó el pasado sábado con la ruptura entre sus dos principales tendencias. La conducción oficial, integrada por Néstor Pitrola, Romina del Plá y Gabriel Solano, acusa a los históricos Jorge Altamira y Marcelo Ramal, entre otros, de desconocer todas las resoluciones de un Congreso realizado dos meses atrás y de implantar un «seguidismo personalista», mientras que la fracción rupturista habla de una «tentativa explícita de romper la continuidad histórica  del partido» a partir de la «proscripción política» de dirigentes y del establecimiento de un «comité de censura en la prensa».

En una entrevista con El Grito del Sur, Jorge Altamira analiza las diferencias políticas y generacionales al interior de esta organización, el retroceso en las urnas del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y hasta comparte su visión sobre la polarización en la disputa política entre Mauricio Macri y Alberto Fernández.

¿Seguís siendo parte del Partido Obrero?

Yo no me fui de ninguna manera. Hay un comunicado del sector oficial diciendo que yo me aparté del Partido Obrero, pero esa es una imputación completamente gratuita. Vengo de una intensa actividad: actos en Mar del Plata, Salta, Tucumán y Santa Fe. En lo que a mí respecta, todo eso me parece un infundio y es un intento de no admitir que quieren expulsarme, pero no se animan a declararlo porque una medida de ese tipo va a ser vista como un ataque al Partido Obrero. Entonces cometen la tropelía de hablar de un apartamiento, cuando esto no es cierto.

¿Te sentís solo en esta posición política?

Para nada. Nosotros, en función de un debate interno que hay en el Partido, hemos recurrido al estatuto, que admite la constitución de tendencias internas para desarrollar la plenitud de un debate perfectamente delimitado. Para apoyar este reclamo, conseguimos la adhesión de 800 compañeros. Este planteo oficial montó una suerte de expulsiones, que en el caso mío alude a que me aparto junto con un grupo. Fuera de eso, en muchos lugares del país han estado expulsando gente que firmó esta adhesión. Estamos ante un proceso de verdadera liquidación interna. Por eso nuestro comunicado se llama «Paremos la intención de liquidar el Partido Obrero».

Hoy aparece este conflicto, pero mientras tanto la derecha sigue avanzando en todo el país…

Este conflicto es funcional a la derecha porque se inicia la campaña electoral del Frente de Izquierda con este fenómeno de expulsar gente del Partido Obrero. Eso desacredita al PO y lo hace ver mal ante la opinión pública. Nosotros estamos haciendo un gran esfuerzo por mostrar que hay una numerosa cantidad de compañeros que están enfrentando todo esto. También hay muchos compañeros que no apoyan los planteos nuestros, pero sí el derecho a constituirnos como fracción y repudian las expulsiones.

Del otro lado, te acusan de ser funcional a los intereses del PJ y del kirchnerismo. ¿Por qué?

Esa es una chicana. Yo, con mayor autoridad, podría acusar al resto del Partido Obrero de apoyar a Macri. Ellos objetan la consigna «Fuera Macri – Por una asamblea constituyente», en la idea de que fuera Macri significa votar a Kirchner. Nosotros no estamos planteando esto con relación a la campaña electoral, sino en relación a la crisis que hay: a los tarifazos, los despidos y la caída de las jubilaciones. Es muy interesante este punto porque la fase electoral ha atrapado a nuestros críticos por completo. Se está dando la espalda al conflicto social, con lo cual al oponerse a esta consigna efectivamente tengo mucho derecho a decir que están apoyando al gobierno nacional o por lo menos se muestran como funcionales. Por otro lado, en la campaña electoral el ataque a Macri es conveniente porque una gran porción del electorado popular, como lo muestran las encuestas, va a votar a Kirchner. Entonces lo que tenemos que decir con mucha más eficacia es que dicha fórmula (Fernández-Fernández) se está sometiendo a un proceso electoral en lugar de luchar por derribar a este Gobierno que sigue hundiendo al país con medidas cada vez más gravosas y se está valiendo de la campaña electoral para ocultar este ataque.

Fotos: Nico Cardello

¿Qué opinás de la nueva versión del FIT-Unidad con la incorporación del MST?

Es conveniente que hagamos una coalición electoral para evitar la dispersión de los votos, pero no es conveniente que esta coalición tome las posiciones políticas del MST. Entonces, por ejemplo, hay una parte de la declaración que habla de gobierno popular; nosotros estamos en contra de este planteo porque queremos un gobierno de trabajadores. No se puede traficar un programa ni una política por votos.

A pesar de este intento de unidad, el FIT viene retrocediendo en términos electorales en casi todas las provincias a lo largo de este año. ¿A qué lo atribuis?

Lo atribuyo a una característica que tiene el frente nuevo, pero que ya tenía el frente anterior. Son coaliciones para períodos electorales, no son frentes de acción. En los períodos que van de una elección a otra, prácticamente no hay ninguna acción en común. En el parlamento no hay un bloque unido, sino que cada uno tiene un bloque por separado. El FIT desaparece en el parlamento porque el PTS se niega a que tengamos un bloque único. La población observa eso y termina diciendo: «Éstos no son creíbles como alternativa política». En parte, eso se refleja en las caídas electorales en las provincias.

¿Por qué algunos jóvenes del Partido Obrero, que antes te tenían de referente, hoy te están dando la espalda?

En cierto modo, acá hay una cosa que es interesante: el parlamentarismo y el desvío electoralista, que es la diferencia que tenemos con ellos, provocan una tendencia al arribismo. Es decir, el parlamentarista es alguien que quiere ser parlamentario. Entonces adopta una actitud oportunista frente a gente como nosotros, que somos principistas. Nosotros creemos que la juventud del Partido Obrero respalda nuestra posición y no la de Solano. Esto pasa, por ejemplo, con el 100% de la UJS de Mar del Plata.

Fotos: Nico Cardello

¿Las opciones de Macri y Alberto Fernández son exactamente lo mismo?

Decir que son exactamente lo mismo es un exceso. Si fueran exactamente lo mismo, estarían en el mismo lugar. Ni siquiera la coalición Cambiemos es exactamente lo mismo, no son lo mismo los radicales que Marcos Peña. Cambiemos mismo es heterogéneo. Por lo tanto, tampoco son lo mismo Fernández-Fernández y el actual gobierno. Pero no representan de conjunto, en general, intereses de clase divergente. Por ejemplo, ¿son partidarios de subsidiar a las petroleras en Vaca Muerta? Sí. El que inauguró los subsidios fue el gobierno de Cristina y hoy lo continúa Macri. También son partidarios de gravar los salarios, de pagar la deuda externa -incluida la ilegal- y en un punto son iguales: lo hacen con la plata de los jubilados. Entonces, en trazos generales, representan los mismos intereses sociales.

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