La contundente derrota de Mauricio Macri en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) produjo un rápido efecto rebote y empezó a expandirse hacia otros ámbitos. El pasado jueves 15 de agosto, una alianza política que integra a las principales organizaciones estudiantiles del Frente de Todos ganó la conducción de la Federación Universitaria de Rosario (FUR) y desplazó tanto a la Franja Morada como al socialismo, que condujo esta herramienta gremial durante los últimos cinco años.
El Frente en Defensa de la Educación Pública está compuesto por las fuerzas políticas ALDE, Nuevo Encuentro, Aire, Pampillón y Movimiento Evita, y se empezó a forjar a comienzos del año 2016 al calor de la lucha contra las políticas de ajuste del gobierno de Mauricio Macri hacia la universidad pública. «En la Universidad Nacional de Rosario se profundizaron varios problemas que llevan a que tengamos deserción estudiantil récord, con números superiores a los del año 2001. En 2016 se registraron 19.175 estudiantes menos y, progresivamente año tras año hasta hoy, fueron de 20 a 21 mil estudiantes menos por año, cifra histórica que levantó un estado de alarma», explica a El Grito del Sur Manuel Leiva, referente estudiantil de ALDE (Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista-CEPA) y flamante presidente electo junto a Camila Schwarzstein (Nuevo Encuentro).
El año pasado, este frente estudiantil anti-macrista logró ganar la Secretaría General de la FUR y de esta forma empezó a coordinar a los diferentes centros de estudiantes en las asambleas, vigilias, festivales, clases públicas, tomas de facultades y marchas educativas históricas en defensa de la educación pública. Precisamente, el 29 de agosto de 2018 unas 50 mil personas se movilizaron hasta el Monumento a la Bandera en el marco de la Marcha Nacional Universitaria y, una semana más tarde, dicha bronca contra el recorte presupuestario se expresó también con la toma de 11 facultades en forma conjunta. Esta serie de condiciones adversas y el desafío de apostar nuevamente por el camino de la unidad trajeron como fruto el hecho concreto de imponerse cuatro días atrás con 61 delegades sobre la Franja Morada (47) y el Partido Socialista (42).
Leiva entiende que el armado político estudiantil que lograron con tanto esfuerzo está intrínsecamente relacionado con la coyuntura provincial y nacional: «Lo que estamos viviendo es un estado de alerta tan grande que fue también la expresión de una unidad tan grande con el frente universitario y con la aparición del Frente de Todos a nivel país. Es impresionante lo que se vive en Rosario: una de las tasas de desocupación más altas del país y los problemas en la universidad son similares. Y la mejor respuesta para eso termina siendo el camino de la unidad, que permite tener en lo concreto una federación con el objetivo de enfrentar esta deserción estudiantil para garantizar el futuro de los compañeros y compañeras en la educación pública, pero que también discuta el modelo de país que queremos».
Un triunfo que abre nuevamente la pelea por la FUA
La Federación Universitaria Argentina (FUA) viene siendo conducida en forma ininterrumpida por la Franja Morada-UCR desde la restauración democrática del año 1983 hasta la fecha. Además del triunfo en Rosario de las fuerzas del campo popular, a finales del año pasado el congreso de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) consagró a una nueva conducción liderada por La Mella, el Partido Obrero, La Cámpora y Nuevo Encuentro. Actualmente también se encuentra en manos de la oposición la Federación Universitaria de La Plata (FULP). Sin embargo, tanto la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) como la de Cuyo -entre las que representan a mayor cantidad de estudiantes- son conducidas por la juventud radical, integrante de Juntos por el Cambio.
«Es una prioridad para el movimiento estudiantil en general y sobre todo por la crisis de Rosario, conformar esa unidad para hacerle frente al gobierno nacional, que lo único que ha hecho es desfinanciar la educación pública. Hay que correr a la Franja Morada de la conducción de la FUA porque es tapón de los debates de muchas agrupaciones para poder tener la discusión profunda que el país se merece y, sobre todo, para poner a la universidad al servicio de nuestro pueblo», concluye el presidente electo de la FUR.
