El mapa electoral se tiñó de celeste el domingo por la noche. El Frente de Todos, liderado por Alberto Fernández, se impuso con holgura sobre Juntos por el Cambio en casi todas las provincias, excepto por las victorias oficialistas en Córdoba y la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los principales bastiones de la oposición en estas PASO fue sin lugar a dudas Santiago del Estero, la provincia caracterizada por la siesta y el calor. Allí la fórmula Fernández-Fernández resolvió la elección con un imponente 75,6% de los votos (413.354 votos) contra el 13,8% (75.691) de Juntos por el Cambio.
Gerardo Zamora, radical K, es el actual gobernador de Santiago del Estero y ya lo había sido entre los años 2005 y 2013. Además se desempeñó como senador nacional hasta 2017. De repetir este resultado en octubre, el peronismo se aseguraría 7 bancas legislativas a partir del año 2020: 3 de senadores y cuatro de diputados, que se sumarían a los 3 con que ya cuenta el Frente Cívico.
Zamora fue uno de los primeros en expresar su apoyo a la fórmula Fernández-Fernández, luego de ser anunciada por redes sociales y Clarín lo nombró como ‘el caudillo local’. El domingo 11, tras conocerse los resultados oficiales, el gobernador escribió “mil veces gracias” en su cuenta de Facebook y festejó en el bunker junto a los demás candidatos del Frente Cívico.
Hernán Campos es Docente e investigador de la Universidad Nacional de Santiago del Estero sobre el fenómeno aporta «La explicación económica se refleja en la crisis en la producción, el aumento del desempleo formal e informal y la creciente pauperización de amplios sectores sociales. En Santiago del Estero, hay un rasgo estructural sobre el vínculo Estado nacional-Estado provincial: la dependencia fiscal. Los fondos nacionales representan más del 90% de los fondos que cuenta la provincia para dinamizar la estructura socio económica santiagueña. Cualquier ajuste económico que emprenda el gobierno nacional, tendrá efectos devastadores para provincias como Santiago del Estero. No por nada, vemos como los gobernadores tuvieron un rol activo en la campaña electoral y el apoyo a la fórmula Fernández-Fernández. El gobernador Gerardo Zamora fue uno de ellos».
Los datos de color de la elección en Santiago del Estero muestran un arraigo territorial imponente del peronismo. En Atamisqui, localidad ubicada a 105 kilómetros de la capital provincial, el 92,36% de los votantes se expresó a favor del Frente de Todos, Todas y Todes y tan sólo el 3,5% votó a Juntos por el Cambio. Según dijo a Filo News el intendente de Atamisqui, Daniel Herrero: “Más allá del deseo, se palpaba en la Municipalidad, en cómo se incrementó la ayuda social por la crisis económica. Todo el mundo votó al Frente de Todos”. En el año 2002 el INDEC relevó 2683 habitantes en Villa Atamisqui, lo que representa el 27 % del departamento homónimo. En el año 2011, el diario La Nación ya había titulado “No hay ciudad más kirchnerista que Atamisqui” y daba cuenta de la importancia que tuvieron para este pueblo las asignaciones universales por hijx, las moratorias previsionales para jubilarse y las obras públicas, que dieron trabajo a muchos de sus habitantes. Además, los préstamos del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación permitieron crear la cooperativa textil «Teleras Atamisqueñas», que no sólo dio trabajo a más de 43 mujeres, sino que recibió la distinción de Hacedoras de la Cultura por el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio sede Argentina.
El Peronómetro no culmina acá. En Circuito Medellín, también ubicado en el Departamento de Atamisqui, la mesa 851 de la escuela n° 507 superó todas las expectativas. Fue allí donde absolutamente todos los votantes que se presentaron (246 ciudadanos) se expresaron en favor de el Frente de Todos, en tanto que en Brea Pozo la votación fue 300 a 4 votos a favor del kirchnerismo.
«En cuanto a la explicación política, creo que el peronismo como forma de políticidad tiene un significativo peso. Digo políticidad en un sentido más amplio y complejo a la idea de identidad. En donde puede ser identidad, pero también formas de sociabilidad a donde se legitima y construye representación política. Por otro lado, el oficialismo provincial que gobierna desde 2005, qué es una alianza de sectores del radicalismo con el peronismo, emergió en el contexto y con el apoyo del gobierno kirchnerismo. Esta génesis partidaria y las condiciones de posibilidad positivas para la gobernabilidad como fue la acta de reparación histórica, el Frente Cívico formó parte del kirchnerismo, desde el 2005. Vale aclarar que el Frente Cívico siempre tuvo una autonomía relativa en relación al peronismo-kirchnerismo, pero siempre se ubicó dentro de ese heterogéneo espacio político» cuenta Campos a El Grito del Sur.
