Último acto de la revolución de la alegría

Con motivo del cierre de su campaña por el milagro electoral, la procesión del Si Se Puede desembarcó este sábado en su escenario final: el Obelisco porteño. La "marcha del millón" juntó finalmente a unas 400 mil almas que se reunieron en el centro de la Ciudad de Buenos Aires para asistir al cierre carismático y emocional del macrismo.

Basta de planes, grita uno. A fiscalizar entonces, viejo, responde otro. Yo vine porque quise, a mí no me pagaron. Yo vine con la SUBE, dice la versión más popular del mismo canto. Hechicera, Juliana, hechicera. Aplausos para Pichetto. Pichetto votá el desafuero. De fondo, una especie de pop latino que habla justicia, de que no tienen miedo, de que sí se puede.

Con motivo del cierre de su campaña por el milagro electoral, la procesión del Si Se Puede desembarcó este sábado en su escenario final: el Obelisco porteño. La «marcha del millón» juntó finalmente a unas 400 mil almas que se reunieron en el centro de la Ciudad de Buenos Aires para asistir al cierre carismático y emocional del macrismo.

El acto y toda su puesta en escena implicó una de las piezas más cuidadas -en lo que respecta a ocupación del espacio público- que el macrismo realizó en toda su historia. Una foto estudiada de un gesto político: por un lado, el giro de las redes al territorio y, por el otro, el abrazo de contención a la estructura propia para retroceder ordenados y consolidar posiciones.

Fotos: Abril Pérez Torres

No es casual que el discurso de Macri haya tenido un claro tono de corrimiento a la derecha: volvió a posicionarse en contra de la Interrupción Voluntaria del Embarazo y repitió el manual de apelaciones de uso múltiple: Venezuela, corrupción, el kirchnerismo. El intento de ocupar el espacio que, por incapacidad propia y ambición ajena, le comieron Espert y Centurión por derecha.

Los que tomaron el micrófono fueron los exponentes del PRO más puro. Arrancó Hernán Lombardi y luego tomó la palabra Marcos Peña. A continuación, Horacio Rodriguez Larreta y Diego Santilli salieron a escena acompañados de sus respectivas parejas. El dueño de casa buscó pegar su buena imagen a la gestión presidencial, enfatizando en los 12 años de gobierno y los logros de Macri en la Ciudad. «Nos costó mucho esfuerzo», dice Larreta. El esfuerzo y el sacrificio como base ideológica de la meritocracia, el ascenso social y el orden. Matarse laburando para ganar lo que es de uno y que nadie le rompa las pelotas.

Luego fue el turno de la dupla presidencial: Miguel Ángel y Mauricio salieron a escena acompañados de Julieta Awada, la hechicera que -como todas las mujeres que pisaron el escenario- ocupó un lugar secundario, silencioso y sonriente. El mismo rol que le tocó desempeñar a un accesorio Miguel Pichetto. «Lleva tiempo resolver los problemas», comenzó el show central de la gira despedida de Macri. El clamor de un general a una tropa ciega y derrotada. Los soldados japoneses perdidos en el Pacífico que continúan pensando que pueden ganar la guerra que terminó hace 10 años.

Del lado de enfrente los que «se creyeron dueños del Estado y de lo público, y fueron por todo, hasta por nuestra libertad». La libertad contra el Estado. Lo público contra el privilegio. Aunque sea pequeño, aunque no sea privilegio sino derecho.

Miami, Madrid, Zurich, París, Melbourne, Basilea y Adelaida. El otoño alegre del macrismo tuvo su réplica a lo largo del mundo. Del mundo blanco, angloparlante, rico y con pasaporte al día. De este lado del mundo, Ecuador, Perú y Chile, las tres joyas de la corona en el álbum que enseñan los académicos liberales, arden en desigualdad y contradicciones. Aroma a fin de ciclo de una breve primavera neoliberal en la región. En Argentina, por lo menos, acto de despedida y nuevo comienzo.

Fotos: Abril Pérez Torres
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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.