Villa Marcelina

A 19 años del asesinato racista de Marcelina Meneses, en Villa Celina se juntaron organizaciones sociales e indígenas para recordarla y celebrar el día de la mujer migrante como día de memoria y lucha, como las comunidades saben hacerlo: a través de cantos y bailes, de lágrimas y comida.

Marcelina meneses y su bebé joshua fueron asesinadxs hace 19 años en un acto de racismo y  misoginia brutal. Aquel dia Marcelina, mujer india, de rasgos originarios, de piel y alma originaria, viajaba en el tren roca a llevar a su bebé al hospital.

Fue en ese tren, donde le gritaron por ser boliviana, donde le gritaron por ser india y donde posteriormente terminaron con su vida y la de su bebé empujándola hacia las vías en la estación Avellaneda. Asi asesinaron a Marcelina, con palabras, a los empujones, con odio y escarmiento.

Marcelina no pudo elegir tuvo que desplazarse de su tierra de origen producto de las desigualdades que sufren a diario cientos de mujeres indígenas.

En Nueva Celina la recuerdan sus hermanxs, montando un escenario de identidad y reivindicación de las raíces originarias de nuestros pueblos Pre existentes, con whipalas, con trenzas y polleras. Alzando su voz en un canto eterno rechazando el colonialismo patriarcal y xenófobo que todavía camina por las calles.

La jornada en Nueva Celina comenzó temprano al calor del enero, que remonta también a ese enero trágico, a esa mañana seguramente calurosa que camino Marcelina. Participaron hermanxs de distintas comunidades, regiones, y pueblos.

Es menester que ninguna mujer originaria vuelva a sufrir lo que Marcelina tuvo que atravesar, es a partir de esa conciencia que se debate, se escucha y se sostiene la identidad, para que nunca más vuelva a ocurrir semejante atropello.

Se la recuerda a través de cantos y bailes, de lágrimas y comida. Pero también, a partir de la circulación la palabra, muchas veces bastardeada, la palabra de una mujer originaria que ha sido desplazada de su tierra por políticas de desigualdad. Esa circulación de la palabra, hace que jóvenes y niñxs estén en pie de lucha por su lugar tantas veces arrebatado.

Este día en nueva celina, es un hecho histórico, porque se coloca en la escena política de una sociedad que sigue practicando el colonialismo blanco que terminó con la vida de Marcelina y su bebé.

 

 

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