¿Qué es el DIR, el nuevo grupo de choque de la Policía de la Ciudad?

El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, blanqueó la existencia de un nuevo grupo de choque de la Policía de la Ciudad, creado en plena pandemia para enfrentar "la situación socioeconómica" que puede generarse por la cuarentena obligatoria. Malestar entre algunos de los efectivos, que fueron reclutados sin haber sido consultados.

Unos 700 efectivos de la Policía de la Ciudad fueron reclutados para formar parte de un nuevo grupo de choque, creado con el objetivo explícito de reprimir posibles desbordes populares durante el cumplimiento de la cuarentena obligatoria. El grupo se entrena desde marzo bajo las órdenes del Comisario Mayor Pablo Kisch, encargado de coordinar los distintos grupos “especiales” de la fuerza, y ya tiene a disposición buena parte del “equipamiento antidisturbios” adquirido “de urgencia” vía contratación directa a Fabricaciones Militares por casi 53 millones de pesos, tal como reveló El Grito del Sur.

El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, blanqueó que se trata del «Despliegue de Intervención Rápida (DIR)», que ya está listo para actuar “de forma inmediata” ante “alguna situación anómala que se pueda dar” en alguno de los 5500 objetivos que, dijo el funcionario, la Policía tiene identificados como sensibles. Además de embajadas, comedores populares y hospitales, D’Alessandro nombró a los supermercados como uno de esos puntos “a cuidar”. Allí, en las últimas semanas, “se han generado situaciones tensas”, reconoció. Fue este martes, durante su comparecencia ante legisladores y legisladoras de la comisión de Seguridad de la Legislatura, quienes lo consultaron vía teleconferencia sobre algunas resoluciones publicadas recientemente en el Boletín Oficial porteño que llamaban la atención.

En especial, la 69/2020 de la Subsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Seguridad, en la que se aprueba la compra de 150 mil cartuchos con 24 postas de goma, unos mil cartuchos “granada” de gas lacrimógeno y otros dos juegos por 5 mil granadas de mano, de tipo CS y HC. Todo con el objetivo, textual, de “hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia de Covid-19″.

“No es un cuerpo de Elite”, negó D’Alessandro, y agregó que los efectivos fueron formados “bajo la idea rectora de fuerza de cercanía” con los vecinos, descartando que la nueva dirección tuviera fines represivos. “La idea es que haya una intervención rápida en las zonas donde hay una demanda específica, como algunas situaciones cuando hay varias cuadras de cola para ir al supermercado, donde se han generado situaciones tensas. Siempre con la idea rectora de formación de cercanía”, dijo. Pero la conducción de Kisch, quien tiene a cargo los grupos con régimen de infantería que no actúan como “policía de proximidad”, en principio lo desmiente.

“Creemos que crear un nuevo grupo especial de la Policía de la Ciudad, con ese tipo de entrenamiento, no optimiza a las fuerzas de seguridad, cuya prioridad en este momento no debería ser preparase para la represión. Se trata de una crisis sanitaria que evidentemente  no se resuelve con la compra de armas o la creación de nuevos grupos de choque”, afirmó tras la sesión virtual la legisladora del Frente de Todos, Victoria Montenegro, quien elevó además un pedido de informes a la Secretaría de Seguridad.

«Nos preocupa particularmente que se confundan las medidas para enfrentar la crítica situación socioeconómica que vive la población con medidas de seguridad para cumplir la cuarentena», apuntó por su parte la legisladora Claudia Neira, quien acudió a la Comisión de manera presencial. «Hoy la Ciudad de Buenos Aires está en una situación de bastante cumplimiento de la cuarentena, obviamente con diferentes situaciones donde hay que extremar los controles, pero de ninguna manera estamos ante un escenario que hoy amerite medidas de otra índole», aseguró, y agregó que trabaja en la creación de una mesa de trabajo entre Nación y Ciudad que regule y controle el accionar de las fuerzas de seguridad.

Según fuentes a las que accedió este medio, el entrenamiento se dio con el único objetivo de reprimir, mediante un poder de fuego que no tiene un grupo común de policía como los que actúan, por caso, desde las comisarías. Los ejercicios y las maniobras que se practicaron fueron de estilo militarizado, para enfrentamientos. Nada más lejos de la “proximidad” con que fue concebida en los papeles la Policía de la Ciudad, tal como argumentó D´Alessandro, y muy lejos de los grupos de refuerzo que ya existen por ejemplo para perseguir motochorros y problemáticas puntuales, para las cuales cada comisaría tiene sus propios efectivos entrenados.

El reclutamiento, además, no fue voluntario. De hecho, generó malestar en varios miembros de la fuerza, que lo tomaron como un lugar de castigo y rigor más que de trabajo. Para muchos de ellos, además, resultó en un trastorno de su cotidianidad, dado que se quedaron sin horas extras, por lo que perdieron ingresos, además de los contratiempos familiares por los cuidados en las casas por la cuarentena.

Detalle de la compra directa para la Policia.

“Igual que las fuerzas nacionales, nos estamos preparando para el peor de los escenarios. Es como comprar 2000 respiradores: ojalá no los uses, pero no podes no estar preparado”, confesaron desde la Secretaría de Seguridad de la Ciudad a este medio la semana pasada, consultados sobre la magnitud del gasto en armamento en plena pandemia.

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Matias Ferrari

Periodista, comunicador y militante social. Trabajó en Página/12 y colaboró en la investigación del libro "Macristocracia" publicado por Editorial Planeta.