El jueves 15 de diciembre se votará por primera vez el proyecto del PRO que pretende aprobar un convenio entre el Gobierno de la Ciudad y la empresa Solares Santa María para instalar un country de lujo en la zona de Costanera Sur.
La empresa Solares santa María pertenece al grupo IRSA y el gobierno de Larreta busca ceder de manera gratuita el espacio público para que la empresa realice un emprendimiento inmobiliario que se integre a la Ciudad de Buenos Aires y pase a formar parte de la Comuna 4.
Para tal fin y en consonancia con los requisitos del Código de Planeamiento Urbano, el PRO pretende ceder de manera gratuita el 40% del terrenos que ocuparía el country «Solares Santa María», destinados a uso público y de acceso irrestrico. El restante 60% pasaría a ser completamente parte del emprendimiento inmobiliario privado.
Los terrenos fueron cedidos por el Congreso Nacional a Boca Juniors para que construya ahí su ciudad deportiva en el año 1964. Posteriormente, la Municipalidad de Buenos Aires le otorgó la posesión legal del predio.
En 1992 Boca vende los terrenos a la sociedad anónima Santa María del Plata. Tiempo después, IRSA adquirió la mayoría de las acciones. A partir de entonces, IRSA comenzó a impulsar un proyecto de creación de un barrio cerrado sobre esos terrenos. En el 2007 El Consejo de Planeamiento Urbano Ambiental aprobó el proyecto, pero nunca se pudo convertir en ley la adaptación de la zonificación por la movilización de vecinos y organizaciones sociales que expresaban su disconformidad.
Desde IRSA mencionaron que Solares de Santa María será un barrio que incluirá departamentos para vivienda, oficinas, un hotel, centro comercial, escuela y jardín, y un centro de salud para atención primaria. En total, se construirán 716.000 m2 con una inversión prevista en más de US$ 2.000 millones.
Como parte de la negociación, IRSA invertiría unos US$ 70 millones de los que US$ 50
millones se destinarían a la financiación de la urbanización de la villa Rodrigo Bueno y
mejoras en el asentamiento Lamadrid, en La Boca. El monto restante podría redirigirse para la construcción de algún nuevo acceso vial a la zona, punto sobre el que aún no hay muchas precisiones, informaron las fuentes. Esto representa una preocupación clara ya que el financiamiento de IRSA implicaría el desarrollo de un política pública. Los propios terrenos del Estado son os que financian la urbanización de los barrios más carenciados: resultó polémica la lluvia de inversiones.