Recorte en el Programa Jóvenes y Memoria

Desde sus comienzos en la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo ha avanzado en una política incesante de recorte de programas educativos. Ahora esta medida ha escalado al plano nacional y avanza sin problema alguno de la mano del Ministro Esteban Bullrich. Entre la decena de programas recortados se encuentra Jóvenes y Memoria, proyecto que a través de talleres y exposiciones busca apostar a la reflexión y la construcción de una memoria activa parándose principalmente en la dictadura cívico-militar del ‘76 para desde ahí poder entrelazar otras temáticas de interés actual.

Continúan los recortes en los programas de educación y memoria.

 

 

Desde sus comienzos en la Ciudad de Buenos Aires, el macrismo ha avanzado en una política incesante de recorte de programas educativos. Ahora esta medida ha escalado al plano nacional y avanza sin problema alguno de la mano del Ministro Esteban Bullrich. Entre la decena de programas recortados se encuentra Jóvenes y Memoria, proyecto que a través de talleres y exposiciones busca apostar a la reflexión y la construcción de una memoria activa parándose principalmente en la dictadura cívico-militar del ‘76 para desde ahí poder entrelazar otras temáticas de interés actual.

 

Desde el Grito del Sur nos comunicamos con Catalina Distefano, estudiante de quinto año de la Escuela Técnica Fernando Fader, para que nos detalle el recorte que se vivió este año en el Encuentro en Chapadmalal. La escuela participa del proyecto desde hace tres años: en la primer oportunidad realizaron una presentación sobre la lucha de la juventud desde la Noche de los lápices hasta la actualidad; el segundo año realizaron un trabajo acerca de la violencia de género, y puntualizado en los femicidios, ya que hubo casos cercanos al colegio y dado que la idea también es poder vincular el proyecto con alguna problemática propia; por último, este año diseñaron un recorrido histórico de la lucha por el Boleto Estudiantil aprovechando que se cumplieron 40 años de la última dictadura. La diferencia con años anteriores fue que empezaron a preparar el proyecto sin tener la seguridad de que el programa tenga continuidad, “era una incertidumbre saber si iba a existir o no” comentaba Catalina.

 

Los directivos del colegio, simpatizantes con el gobierno nacional, nunca estuvieron a gusto con que participen del programa. Cerca de la fecha en la tienen que viajar al encuentro de cierre amenazan con las faltas o exigen que más del 50% de quienes participan no pertenezcan al Centro de Estudiantes para lograr que cada vez sean menos quienes quieran formar parte.

 

En el primer pre-encuentro que se realiza en la Ex-ESMA para conocerse y brindar herramientas para la realización de los trabajos, no recibieron la vianda que se les proveía en los años anteriores. Luego de que los y las docentes a cargo elevaron reclamos y pedidos a las autoridades del Ministerio, lograron que se les entreguen las viandas en los próximos encuentros. Por otro lado, en el Encuentro final que se realiza en el Complejo de Hoteles de Chapadmalal hubo una reducción de la estadía que pasó de 4 a 2 días para exponer e intercambiar acerca del laburo realizado por los diferentes grupos que participan en todo el país. A pesar de esto, Catalina rescata que el encuentro sirvió para volver a cruzarse con jóvenes de diferentes puntos del país y así reafirmar que la memoria sigue intacta y que los derechos humanos se van a seguir defendiendo, “hay que seguir generando conciencia de lo importante que es, porque sin eso (por la memoria) no somos nada” dijo y agregó “no nos vamos a quedar callados viendo como se cae todo abajo sino que vamos a organizarnos”.

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