Esta semana, a través del Ministro de Justicia Germán Garavano, se dio a conocer la voluntad del gobierno nacional de reformar el Régimen Penal Juvenil.
El revuelo del Caso Brian, de 14 años, sirvió al gobierno para poner nuevamente sobre la mesa el debate sobre la baja de edad de imputabilidad. De esta manera, el Ministro anunció que durante el 2017 se creará una comisión con especialistas y organismos para trabajar en un anteproyecto que será presentado en el Congreso pasadas las elecciones para su debido tratamiento durante el 2018.
La Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue quien había asegurado semanas atrás que debía realizarse una reforma del Régimen Penal Juvenil ya que está desactualizado y no contempla condenas para casos como el de Brian, asesinado en Flores por otro joven de 15 años. No es casual entonces que el titular de la cartera de Justicia anuncie dicha medida.
Cabe remarcar, aunque no fue titular de los grandes medios, que en las últimas semanas se registraron numerosos casos de gatillo fácil en distintos puntos del país que acabaron con la vida de una decena de jóvenes. Esto no parece ser motivo de interés del gobierno de Cambiemos.
En la era de la meritocracia pareciera ser que hay vidas que valen más que otras. Se vuelve a poner la mirada sobre la juventud y se pretende avanzar en la baja de la edad de imputabilidad pasando de los 16 a los 14 años. La inseguridad preocupa al gobierno y encuentran la solución encarcelando a los jóvenes desde edades cada vez más tempranas. Mientras que las políticas sociales y la educación continúan sufriendo un recorte, y en particular la CABA registra el presupuesto más bajo de los últimos años en educación, el oficialismo dispara contra la juventud, víctima de la desigualdad y de la violencia institucional sufrida día a día.
La decisión dispuesta por Garavano no tardó en generar rechazo y fue el centro de críticas en las redes sociales. Tanto UNICEF, quien será parte del armado del anteproyecto, como cientos de organismos, dirigentes y organizaciones políticas expresaron su repudio a la medida que pretende legislar la alianza Cambiemos. Incluso Margarita Stolbizer, aliada del gobierno nacional, se pronunció en contra a través de su cuenta de Twitter.
En lugar de construir escuelas, mejorar la calidad educativa y comprometerse con políticas sociales que beneficien y ayuden a los sectores más humildes a iniciar, permanecer y completar su formación académica, el macrismo buscar estigmatizar, perseguir y criminalizar a la juventud. No le alcanza con marginarlos desde su nacimiento por su condición socio-económica sino que necesita controlarlos desde el sistema penitenciario mirando para otro lado y sin hacerse cargo de de la reinserción social. Los pibes y las pibas de los barrios más pobres del país sufren una constante violencia por parte del Estado que transforma a las víctimas en victimarios.
