No hay cifras oficiales porque el Gobierno porteño se obstina en no responder los pedidos de informes de la oposición, pero según las madres y los padres organizados en el colectivo Vacantes para tod@s en la escuela pública entre 12 mil y 15 mil niños y niñas de la Ciudad se quedaron sin vacantes para el ciclo lectivo de 2018. El número no paró de crecer desde la implementación del sistema de Inscripción Online, en 20014, que debutó dejando 7 mil pibes fuera de la escuela pública.
Patricia Pines, del colectivo Vacantes para tod@s en la escuela pública, explicó a El Grito del Sur que “se trata de un plan sistemático que tiene que ver con la baja de presupuesto para la educación pública, a la vez que incrementan presupuesto para la escuela privada”. Muchas veces la única opción que encuentran las familias es pagar para que sus hijos e hijas logren ingresar en una escuela, aunque no todos cuentan con la capacidad económica de acceder a la educación privada. “Quien tiene la posibilidad de pagar, escolariza en la escuela privada”, cuenta y advierte que ello está generando “vaciamiento y derivación de matrículas a escuelas privadas”.
Si bien desde el oficialismo aseguran que la escolaridad desde los 4 años está garantizada, el nivel más afectado por la falta de vacantes es el inicial. Además, padres y madres hacen hincapié en que el artículo 24 de la Constitución de CABA establece que el Estado debe garantizar la educación desde los 45 días. “La constitución obliga al gobierno a construir escuelas, que ellos no cumplan con los derechos de los niños y las niñas y los vulneren es parte de su política, pero no es verdad que cumplen con la obligatoriedad ni es verdad que sea obligatorio desde los 4 años” asegura Patricia.
Desde el colectivo Vacantes para tod@s en la escuela pública han presentado varios proyectos en la Legislatura porteña para crear 33 escuelas primarias en la zona sur de la Ciudad y 2 o 3 escuelas infantiles por comuna para contener niños y niñas desde los 45 días hasta los 5 años, lo que equivaldría a un total de 60 escuelas aproximadamente. En base a los cálculos realizados por el colectivo, “para construir esas escuelas se necesita un tercio de lo que se gastó en 2017 en publicidad oficial”. “Es decir, el dinero está, hay una elección política de derivar esos recursos a otro fin que no es el de construir escuelas públicas” apuntó la integrante de la multisectorial.
A su vez, han realizado escraches, festivales y volanteadas para visibilizar la problemática y buscar una solución. De hecho, la escuela pronta a inaugurarse en Venezuela 3269, la escuela Carlos Fuentealba y el jardín del Mariano Acosta son espacios que han conseguido abrir gracias a distintas acciones realizadas por los padres y las madres en diversos espacios ociosos, medidas que pretenden continuar para seguir abriendo escuelas y ampliando la matrícula.
Por otro lado, hay una fuerte crítica a la promoción oficial de los Centros de Primera Infancia (CPI) ya que “los CPI no son escuelas, son convenios con ong y asociaciones privadas, en algunos casos religiosas, y quienes están a cargo del cuidado de los chicos no deben ser necesariamente docentes”, asegura Patricia. Lo alarmante, desde su punto de vista, es que “cada vez hay menos alumnos en la escuela pública, no porque no la elijan sino porque son expulsados por este sistema de inscripción y por la falta de escuelas”.
Patricia reconoce que esta problemática no es un hecho aislado sino que “es un ataque en todos los niveles educativos y por todos los frentes: atacan el salario de los docentes, dejan a las familias afuera, cierran los institutos de formación, cierran escuelas rurales, cierran escuelas en la Ciudad de Buenos Aires donde hay miles de chicos sin vacante” y afirma que responde a “una política de vaciamiento y de privatización de la educación pública que viene siendo desarrollada muy bien por el gobierno”.
En los últimos años el inicio de clases se ha visto atravesado por dos grandes problemáticas: el conflicto salarial y la creciente falta de vacantes en la Ciudad. La disminución año a año del presupuesto educativo y el enfrentamiento del Gobierno con los gremios docentes ha tensado aún más el conflicto y no parece haber una pronta solución.
Desde la primer aplicación del sistema de Inscripción Online en 2014 hasta el día hoy se ha ido incrementando el número de niños, niñas y adolescentes que no logran encontrar una vacante en la escuela pública. El primer año el Gobierno de la Ciudad reconoció que un total de 7.000 habían sido afectados, en 2015 asciende a 9.000 y en 2016, último año en el que hubo registro oficial, 10.958 -10.500 de nivel inicial y el restante del nivel primario y medio-. En 2017 no hubo respuesta oficial al pedido de informe presentado en la Legislatura ni al amparo judicial presentado por el legislador del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Patricio del Corro que obligaba al ejecutivo a construir escuelas.