«Si tienen que matarme que lo hagan porque no nos vamos a callar»

María Elena Leuzzi, titular de AVIVI, la Ong que puso al descubierto los casos de abusos de menores en River, sospecha que la barra del club está detrás de las amenazas de muerte que recibió desde que se involucró en la causa. “No me voy a inmolar. Mi laburo es defender a los pibes”, advirtió.

Maria Elena Leuzzi grito del sur
Maria Elena Leuzzi grito del sur

“María Elena está muerta. ¡No se metan con River!”. Un anónimo dejó ese mensaje en el 911 durante la madrugada de este martes. Enseguida la policía tocó a la puerta de la casa de María Elena Leuzzi que no está muerta sino viva y como presidenta de la Asociación Ayuda a las Víctimas de Violación (A.VI.VI) impulsa la denuncia por abusos de menores en las inferiores del club de Nuñez que apunta a una extensa red de trata y pedofilia. “En un principio me preocupó y me asustó, pero gracias a Dios me encuentro bien. Estoy con un botón antipánico, pero sigo con mi vida normal», señaló Leuzzi en diálogo con El Grito del Sur. 

“No me voy a inmolar. Mi laburo es defender a los pibes”, agregó Leuzzi, que fundó AVIVI hace 15 años para luchar contra el abuso de menores. La Ong acompañó la denuncia de una ex médica de River, quien relató varios abusos sufridos por menores en las inferiores del club entre 2004 y 2011.

Desde que las denuncias sobre los posibles casos de violaciones y abusos sexuales en el fútbol argentino y específicamente en el Club Independiente de Avellaneda, salpicaron a River Plate, el tema se ha vuelto foco de atención de la Fiscalía, entidades deportivas, la prensa y organizaciones no gubernamentales que velan por la seguridad  y los derechos de niñxs y adolescentes, tal es el caso de María Elena Leuzzi, presidenta de la Asociación Ayuda a las Víctimas de Violación (A.VI.VI), quien denunció los posibles casos de abusos infantiles cometidos en el club de Núñez.

María Elena no descarta que en esta amenaza esté implicada la barra brava del club. Pero el mensaje es claro. «Si tienen que matarme que lo hagan porque no nos vamos a callar». Además envión una advertencia para el fútbol argentino: «En la vida hay que tener un código: con los chicos ¡No! Ni River, ni Boca, ni Independiente, ni Racing, ni ningún otro club puede tocar a un niño».

A.VI.VI es considerada la única ONG del país que se ocupa de asistir a víctimas de violaciones y es presidida por Leuzzi y funciona desde junio del 2003. Pero la lucha de María Elena comenzó en abril del 2001, tras la violación salvaje que sufrió su hija en Buenos Aires.

 

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