Bajo tierra y a oscuras: las consecuencias del trabajo en el subte

El trabajo en el subterráneo está calificado como trabajo insalubre por la ley del trabajo 20.744. A pesar de los perjuicios de salud que implica, en 2007 la Cámara del Trabajo anuló la "insalubridad", dejando expuestos a los trabajadores y las trabajadoras a jornadas más largas de las indicadas y a condiciones que tienen consecuencias físicas a mediano y largo plazo.

Subterráneos de Buenos Aires, Argentina.

¿Qué es un trabajo insalubre?

El trabajo insalubre es todo trabajo donde se presenten condiciones, la modalidad o la naturaleza del trabajo afecten la salud, a corto, mediano o largo plazo.
Según la ley de contrato de trabajo (ley 20.744) en el artículo 200, reglamenta la jornada laboral declarada insalubre (6 horas diarias y treinta y seis semanales) donde no hay posibilidad de hacer horas extras y quienes declaran si es insalubre o no es el Ministerio de Trabajo. Cabe destacar que por la insalubridad no hay una compensación económica ni beneficios a la hora de llegar a la jubilación.
Vale hacer la aclaración que en 1994 (durante el menemismo) con la privatización del servicio de subterráneos se volvió a la jornada laboral de 8 horas lo que produjo una clara perdida de los derechos laborales obtenidos. En 2002, en la Legislatura se conquistó nuevamente la reducción de la jornada laboral.
La cámara laboral en Julio del 2007 anula la “insalubridad” por falta de estudios científicos que avalen que se lo considere lesivo para la salud.

¿Qué hace que el trabajo en el subterráneo sea insalubre?

Esto se puede fundamentar por varios aspectos sustentados con estudios confiables respecto a la presencia de grafito en el ambiente de trabajo. Esta sustancia es desprendida de los trenes y penetra en los pulmones provocando fibrosis en los seres humanos. Así también podemos mencionar una contaminación sonora, ya que las seis líneas de la red superan los máximos tolerables permisibles recomendados por la OMS (Organización Mundial de la Salud), con picos de 101,5dB (decibeles) cuando la agencia de protección ambiental de la ciudad establece un máximo de 80dB y que llegados a los 90dB se vuelven dañinos para la salud.

Por otra parte este año se dio a conocer la noticia del tercer fallecimiento de un trabajador del metro de Madrid y un cuarto luchando por su vida a raíz de cáncer ocasionado por la presencia de fibra de amianto, una sustancia prohibida la cual produce asbestosis. Estos hechos sonaron muy fuerte en Argentina ya que son las mismas unidades del subte B que compro el PRO, los metrodelegados ya habían denunciado la presencia del mismo contaminante cuando Mauricio Macri  estaba a cargo del gobierno de la Ciudad. Increíblemente esta sustancia de alta peligrosidad y prohibida se encuentra en las líneas C hace ya 15 años, la línea B en dichas unidades y en la línea E en la tapa del apagachispa de la flota General Electric ya funcionando hace muchísimos años.

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