Avances y retrocesos tiñen el rumbo de la causa de Facundo Ferreira, el pibe de 12 años asesinado por la espalda por la Policía de Tucumán el pasado 8 de marzo. Es que, por orden de un juez, uno de los policías imputados permanecerá en libertad a pesar de que la Fiscal que lleva el caso había ordenado su detención.
El caso Facundo Ferreira sucedió en Tucumán pero conmocionó al país entero: un chico de 12 años, asesinado por la espalda, mientras volvía de jugar al fútbol con amigos. No era un hecho más: días antes, la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, había dado inicio a la «doctrina Chocobar», la vieja premisa policial que impulsa a «disparar primero y preguntar después».
Los policías Nicolás Montes de Oca y Mauro Cáceres Díaz son los dos imputados por el asesinato del niño tucumano. Esta semana, la fiscal de la causa, Adriana Giannoni, había reclamado la detención de Mauro Cáceres Díaz, luego de que brindara declaración indagatoria. Sin embargo, un juez intercedió a su favor y dispuso que fuera liberado. Lo peculiar del caso es que el juez Víctor Manuel Rougés, que rechazó el recurso, no era el magistrado de la causa, sino un juez de turno.
«Tienen bastantes pruebas para que queden presos. ¿Por qué lo han largado? Pido a la fiscal y al juez que ha intervenido que tomen cartas en el asunto. No pueden estar así sueltos en la calle. ¿Qué quieren, que haya otro Facundo más? Yo lo que pido es que se haga justicia por mi nieto», expresó Mercedes del Valle Ferreira, abuela de Facundo.
Al mismo tiempo, varias de las operaciones que rodeaban el caso comenzaron a caerse: los peritos que analizaron el cuerpo confirmaron que Facundo no tenía pólvora en sus manos, lo que desdice la hipótesis policial del enfrentamiento, y anula la versión de que el niño habría disparado.