Familiares, amigos y militantes de “La Casita de Kiki” realizaron ayer un festival a nueve años de la muerte de Jonathan “Kiki” Lezcano, el joven de 17 años que fue asesinado por el comisario Daniel Santiago Veyga. En aquella fatídica jornada del 8 de julio de 2009, el ex efectivo de la Policía Federal -quien resultó absuelto el año pasado por la Justicia- disparó y mató también a Ezequiel Blanco, de 23 años. Durante el evento se denunció la complicidad entre el Poder Judicial y las fuerzas de seguridad al momento de juzgar a los agentes que gatillan a diario contra los pibes de los barrios más humildes. Asimismo, volvieron a exigir justicia por los dos jóvenes.

La jornada cultural empezó al mediodía y continuó durante toda la tarde con distintas actividades en simultáneo: un taller de arte para los más chicos, una murga, fútbol, una radio abierta, espectáculos de baile y música, entre otras cosas. La alegría de los más chicos, la angustia de quienes conocieron a Kiki -e incluso de quienes no llegaron a conocerlo- invadía entrelazada cada rincón. Angélica, su madre, y sus hermanos y hermanas siguen esperando hasta el día de hoy que “el enano”, como lo llamaban, vuelva a atravesar la puerta de su casa con la sonrisa de oreja a oreja que lo caracterizaba para compartir un plato de comida con ellos. La familia quedó marcada por el dolor, la bronca y el deseo de justicia.
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Entre abrazos y lágrimas fueron llegando al festival los familiares de otros casos de gatillo fácil que, casi religiosamente, asisten cada año al festival en Villa 20 – Lugano, donde vivían Kiki y Ezequiel. Estuvieron presentes las madres de Nazareno Vargas, asesinado el 30 de julio del año pasado mientras iba a una fiesta con un amigo; Marcos Acuña, asesinado el 28 de agosto de 2015; Fabián Gorosito, asesinado el 15 de agosto de 2010; Pablo Alcorta, asesinado el 18 de mayo de 2013; Nehuén Rodríguez, asesinado el 14 de diciembre de 2014 mientras se dirigía a juntarse con sus amigos para festejar la victoria y posterior ascenso de Huracán; Omar Cigarán, asesinado el 15 de febrero de 2013; Pablo César Reynaga, asesinado el 18 de diciembre de 2015; la hermana de Jonathan Herrera, asesinado el 4 de enero de 2015; y el padre de Florencia “la China” Cuellar, quien apareció muerta el 23 de diciembre de 2012 en su celda del penal de mujeres de Ezeiza.

Sobre el final del festival tomaron la palabra los familiares de las víctimas para contar sus casos y brindar su apoyo a la familia de Kiki. Se pidió justicia también por Rafael Nahuel, Santiago Maldonado y Luciano Arruga, y se convocó a la cuarta Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil, que se realizará el próximo 27 de agosto desde el Congreso hasta la Plaza de Mayo.
Angélica Urquiza cerró el festival agradeciendo a los y las presentes, y denunció el accionar de las fuerzas de seguridad en los barrios populares de la Argentina. “Ojalá no tuviésemos que poner un comedor -en alusión a “El enano”, comedor abierto hace unos meses en el barrio por la Casita de Kiki-, ojalá no tuviésemos que estar hoy acá llorando la pérdida de nuestros hijos, pero es esto a lo que nos obligan”, lamentó la mamá de Jonathan «Kiki» Lezcano. “Hoy estamos acá para hacernos escuchar, y vamos a seguir luchando para dejar de ser los invisibles”, cerró con lágrimas en los ojos.