Liliana tiene 23 años y un ligero trastorno del desarrollo intelectual. Es rubia, menuda, algo encorvada. No terminó la primaria, o tal vez, la primaria terminó con ella antes de tiempo. Quien la escuche hablar no dudaría un instante en que no se trata una chica «normal». Pero hacia eso apunta el nudo de la trama de «Claveles Rojos»: ¿quién es normal? ¿Acaso nosotros, «personas normales», contamos con pleno uso de nuestras capacidades? ¿Acaso somos seres racionales, analíticos, capaces de valernos solos en un mundo hostil?
A pesar del mandato familiar que la condena a ser una eterna niña, Liliana decide iniciar una causa judicial contra su familia, los Doblas, hacendados y herederos de un millonario campo. Su madre y sus hermanos intentan demostrar ante el tribunal la incapacidad de la protagonista de valerse por sus propios medios y, en un oscuro ardid judicial, declararla incapaz de manejar sus bienes sin la rectoría de un tutor. Una familia tradicional, que infantiliza el padecimiento de su hija, la menosprecia y la subestima.
Del otro lado, un abogado dispuesto a defender la integridad de Liliana y sus derechos. Un tipo contradictorio, locuaz, retórico y ampuloso, que no dudará en utilizar todos los medios a su alcance para demostrar las capacidades de su clienta. En el medio, la propia Liliana, luchando contra sus miedos y los miedo que le crearon, enfrentando a su propia familia en lucha por su reconocimiento y su dignidad.
La lograda sencillez de la escenografía contrasta con las magníficas actuaciones. María de Pablo Pardo (Liliana) compone con magistralidad un personaje complejo, sin caer en lugares comunes ni grotescos facilistas. El elenco completo la acompaña en su alto vuelo y acompasa el gran trabajo de vestuario. Este drama, basado en una historia real, bajo la dirección de Luis Agustoni, ubica en el centro de la escena la discusión sobre la salud mental y la justicia, en una sociedad enferma e injusta.
CLAVELES ROJOS
Dirección: Luis Agustoni
Domingos y Sábados – 20:00 hs – Hasta el 09/12/2018
Teatro El Ojo (Tte. Gral Juan Domingo Perón 2115)