El 23F no pasaron

La estrategia de Washington fracasó y no pudo encenderse el conflicto armado que hubiese habilitado la intervención militar. Pero la batalla del imperialismo continúa en varios frentes: ¿qué otros pasos darán en el terreno político?

No pasaron. La estrategia esgrimida por Washington fracasó y no pudo encenderse el conflicto armado que hubiese habilitado la intervención militar. El plan B parece al menos desesperado; güarimberos prendieron fuego los camiones con supuesta ayuda humanitaria y culparon al gobierno de Nicolás Maduro del siniestro. Más luego, con esa mentira solicitaron a sus aliados del autodenominado “Grupo de Lima” el apoyo para la intervención. También fracasaron.

Frente a esta situación, ¿cómo queda el escenario geopolítico en torno a la situación de Venezuela? Ante la negativa de Perú, Brasil, Guatemala, Costa Rica y Paraguay a avalar un conflicto armado en la región, la decisión fue la de aumentar el cerco diplomático y dictaminar nuevas sanciones, lo cual no parece ser una amenaza en el contexto del bloqueo actual. Como consecuencia, tanto Bogotá como Washington dejaron entrever que buscarán apuntalar el conflicto binacional. El canciller colombiano, Holmes Trujillo, denunció supuestas amenazas contra la integridad de Juan Guaidó e hizo responsable al gobierno bolivariano de cualquier ataque a su integridad, mientras que el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, amenazó a quien se atreva frente a “su aliado más importante de la región”.

Foto: @KAsalcedoflores
Foto: @KAsalcedoflores

Lo que siguió fueron esfuerzos por mantener el conflicto en la palestra y no perder el momentum político. El martes Estados Unidos llamó a una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Allí todos los representantes reclamaron una solución política, salvo Eliott Abrams.

A tal nivel los golpistas sufrieron una derrota el pasado sábado, que el propio Juan Guaidó quedó fuera del mapa de Venezuela. Si bien manifestó que volverá, en ese caso sería detenido por violar la orden judicial que pesa en su contra, por la cual se le prohibía la salida del territorio nacional. Esto podría significar otro problema para la administración de Nicolás Maduro, pero a la vez revela que el poder de fuego del autoproclamado presidente desde Colombia es despreciable. Mientras tanto consigue un poco más de aire y este jueves se reunirá con Jair Bolsonaro, que lo recibirá por orden de la Casa Blanca.

Por otro lado, habiendo fallado la estrategia de la «ayuda humanitaria» e inhabilitada la intervención militar, la carta que les queda a los golpistas es generar la deserción de tropas. Pero hasta los números más optimistas manejados por Colombia no superan los 300 efectivos, lo cual representa menos del 1% del total de los militares venezolanos. Sin embargo, el asedio económico se mantendrá y Maduro debe afrontar los próximos meses con la principal fuente de ingreso del país embargada por Estados Unidos e inhabilitada por las grandes entidades financieras del mundo.

Si bien el gobierno bolivariano ha conseguido una importante victoria el sábado 23 de febrero, la guerra continúa y las condiciones siguen siendo desfavorables. Además, desde Colombia se continuará con la apuesta de calentar la frontera. Sin embargo, la paz interna se mantiene y se profundiza la alianza geopolítica con Rusia, China e Irán, además de los países del Caricom, Bolivia, México, Uruguay y decenas de países del MNOAL. Mientras tanto, la sumisión de los países alineados con Estados Unidos mostró sus límites, tanto en el Grupo de Lima como en la Unión Europea que dijeron “no” a la guerra.

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