Cuando se trata de hablar de Economía siempre hay que sospechar de quienes plantean las situaciones en términos complejos, inalcanzables para el ciudadano promedio. Romper con el mito que la economía es «para los que saben» es parte de la difícil lucha por democratizar las decisiones y comprender a fondo qué sucede en temas que nos atañen a todos, pero sobre los que sólo deciden unos pocos. Por eso nos propusimos visitar a Hernán Letcher, economista, profesor, concejal por San Martín y director del CEPA, en búsqueda de una especie de clase de «Economía para principiantes».
¿Por qué sube el dólar con un gobierno que se suponía que era amigo de los grandes capitales financieros?
Porque la economía no funciona con amigos. Sube el dólar por una serie de decisiones que tomó el gobierno ni bien asumió, que tienen que ver con desregular y que el Estado se corra de controlar, intervenir o participar en la economía y particularmente en la cuestión cambiaria. Y menciono dos políticas centrales para esto: eliminar el cepo, que eran una serie de controles cambiarios, que tenían su cara más visible en el control de la compra de dólares, pero había otras muy trascendentes como que los inversores que venían a la Argentina tenían que dejar ese dinero por lo menos un año. La otra cuestión es la desregulación en la liquidación de la cosecha: hoy los que producen grano de soja lo liquidan cuando se les da la gana, no tienen ningún tipo de restricción. Un silobolsa es una bolsa llena de dólares, solo que en granos. Y como nuestra economía demanda dólares pero no los produce, y como los dólares ingresan sobre todo por la venta de granos, tenés una gran dependencia del sector agropecuario y hoy especulan con eso.
¿Es posible controlar el mercado financiero o se corta todo tipo de entrada de divisas?
Cuando vos regulás se hace más difícil que vengan los fondos de especulación financiera, porque no pueden hacer el negocio que quieren hacer. Son fondos que temporariamente te dan un alivio, porque te dan dólares, pero es un alivio muy cortito y te dejan super expuesto. Si tenés regulaciones van a venir inversiones productivas, que ademas generan algo de empleo, pero que, claro, son menos significativas -en términos cuantitativos y de flujo- que los que vienen a abonar a una «bicicleta financiera». Tal vez haya que pensar nuevas formas de financiamiento o mecanismos de endeudamiento con otros países. Pero voy a ser polémico: yo antes que todo eso prefiero la maquinita. Cuando nosotros emitíamos y nos acusaban de generar inflación, era una inflación menor a la de ahora y sin generar una bola de deuda en dólares.
La idea de frenar la inflación, ¿es factible o es una falsa premisa que vende el neoliberalismo?
Las razones de la inflación son diversas y hay que analizar cuáles te aplican a vos en determinado momento. Hoy en la Argentina, y en los últimos 10 años, tenés puja distributiva. ¿Se puede controlar? Se puede discutir, se puede pelear. El aumento de precios es el mecanismo de transferencia por excelencia. Cuando yo aumento los precios me estoy quedando con una parte del excedente adicional respecto a otro actor. Es una disputa de intereses, lo que vos como Estado podés hacer es tratar de mediar en esos intereses. Uno siempre prefiere una economía con una inflación muy baja porque te da más herramientas para la política económica. Ahora, lo interesante no es pensar nunca la inflación per se, que es lo que propone TN o Macri, que acaba de decir que es el peor de los males, porque el peor de los males es cuando tu salario no le gana a la inflación.
Si en octubre gana un gobierno popular, deberá enfrentar una deuda impagable. Ante la alternativa de renegociar o defaultear,¿qué medida recomendarías?
Uno nunca tiene que descartar la posibilidad de negociar, pero yo me inclino por hacerlo desde el lugar particular de «no te pago si no hay garantías de que la Argentina pueda crecer». Ese es el piso: si el FMI esta dispuesto a discutir y aceptar esas reglas, habrá que rediscutir. No se puede sostener el nivel de endeudamiento que tenemos y el nivel de vencimientos que plantean porque es literalmente sepultar a la Argentina. Una vez Néstor Kirchner dijo que «los muertos no pagan». Lo interesante es discutir partiendo de la premisa del que el Fondo es corresponsable de todo lo que pasó en Argentina y la razón es estrictamente electoral: los desembolsos son un 98% antes del proceso electoral de este año. El FMI está jugando en la elección y eso lo hace corresponsable.
Si tuvieras que elegir tres medidas que debería tomar el próximo ministro de Economía, ¿cuáles serían?
La primera es la discusión del cómo renegociamos, discutimos o no pagamos, sin descartar ninguna de las opciones. La segunda, varias cuestiones que tienen que ver con el poder adquisitivo. Suspender el aumento de las tarifas, discutir una recomposición de los ingresos en los que se puede intervenir desde el Estado: jubilaciones, salario mínimo y empleo público, pensando que los salarios del sector privado puedan acompañar ese proceso. Y en tercer lugar algún tipo de regulación de precios, discusiones que tengan que ver con desenganchar los precios principales de la economía del dólar como los hidrocarburos, los alimentos.
¿Ella le gana?
Sí, por supuesto. No hay posibilidades que no gane Cristina, el gobierno de Macri está perimido y no tiene posibilidad de reelección. Yo sigo de cerca cómo estalla la alianza del poder económico en torno a Macri, que hoy está rota en una parte del círculo rojo que es el sector industrial de empresas grandes, la oligarquía diversificada en industria, en palabras de Basualdo. Hoy ha roto lanzas con Macri y su candidato es Lavagna. Están pensando en resolver su problemática, pero quieren salarios en dólares baratos. Eso es crecimiento sin distribución.
En caso de que gane CFK se abren dos escenarios: una transición ordenada o una ruptura brusca con lo que se viene haciendo. ¿Por cuál apostarías?
La conozco a CFK, obviamente por el segundo. Creo, de todas formas, que es una etapa distinta, de aprendizaje, de construcción de consensos para una serie de políticas, porque no es menos cierto que uno avanza en cuestiones neurálgicas y encuentra resistencia. Yo soy muy defensor del segundo gobierno de Cristina, porque creo que las mejores cosas se hicieron en esa etapa y claro, el crecimiento no te acompañó, pero es un periodo muy interesante, de distribución del ingreso con crecimiento acotado. Y a los trabajadores les fue bien. Lo que comprueba que hay una muy mala distribución en Argentina. Eso naturalmente genera resistencia. El aprendizaje es que el avance puede ser más espaciado en el tiempo y más consensuado en términos políticos.
