Manuel Belgrano, mucho más que el creador de la bandera

El 2020 fue declarado por el Gobierno Nacional como el Año del General Manuel Belgrano en honor al bicentenario de su fallecimiento. El prócer, figura clave en las luchas por la independencia, será homenajeado con eventos y producciones audiovisuales que mostrarán distintos aspectos de su vida y su obra.

El 20 de junio de 1820 dio su paso a la inmortalidad Manuel Belgrano, creador de la bandera y uno de los patriotas más importantes en la lucha por la independencia de lo que hoy es Argentina. En conmemoración de los 250 años de su nacimiento y los 200 años de su fallecimiento, el Gobierno de Alberto Fernández decidió declarar, mediante el decreto 2/2020, el Año del General Manuel Belgrano. “A mí me emociona muchísimo porque nosotros desde el Instituto predicamos que es un ejemplo en todo sentido y con ideas muy actuales, más allá de sus triunfos o derrotas militares”, celebró Manuel Belgrano, descendiente del prócer y presidente del Instituto Nacional Belgraniano (INB), quien aseguró que “Belgrano es todos los días”.

Un integrante del Ministerio de Cultura confirmó a El Grito del Sur que, además de trabajar junto al Instituto, se realizarán producciones audiovisuales sobre Belgrano con la Secretaría de Medios y el Ministerio de Educación, que conduce Nicolás Trotta. “Queremos recuperar su legado para pensar los desafíos del siglo XXI. La figura de Belgrano es importante para pensar la unidad nacional y la recuperación de la Patria”, sostuvo el integrante de la cartera de Cultura.

El INB, por su parte, apoyará congresos de historia en Argentina en memoria del prócer y en junio, aseguró Belgrano, organizarán charlas magistrales. “El 20 de diciembre, a los pocos días de asumir, vino a visitarnos (el ministro de Cultura) Tristán Bauer. Yo había pedido una audiencia, así que la visita fue una sorpresa muy agradable”, celebró el presidente del Instituto y calificó el encuentro como “muy bueno”. “Esto nos abre el horizonte de trabajo, el ministro ha sido muy atento”, agregó.

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano nació en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Hijo de un comerciante rico, Belgrano se educó en la Universidad de Valladolid, España, y volvió para ser funcionario del Virreinato en el Consulado de Comercio. “Para mí, Belgrano es, sobre todo, el ejemplo de un revolucionario, alguien que decide cambiar su vida por una causa en la que cree”, opinó el historiador Gabriel Di Meglio en diálogo con El Grito del Sur.

“Lo que tiene Belgrano es que es el gran ejemplo de lo que se llamó la carrera de la Revolución – agregó el historiador-. Con la Revolución de 1810 nace un grupo de gente que no son funcionarios, sino que se dedican a algo nuevo que es hacer política en un Estado que se está formando. Es el inicio de los políticos. Belgrano, Moreno, Castelli, Dorrego y otros que hoy son nombres de calles son gente que hace de la política su vida a partir de 1810”.

Di Meglio destacó que Belgrano “tiene distintos momentos” en su pensamiento. “Una cosa es el Belgrano ilustrado, funcionario de una colonia que no piensa en romper sus vínculos con España, sino en cómo aplicar ideas nuevas que mejoren la economía, y otra es el revolucionario que, incluso en vida, es reconocido como una figura clave de la Revolución”, señaló.

A esta transición, Di Meglio le sumó otra: el paso del padre de la bandera de ser republicano a ser monárquico. Entre 1814 y 1815, luego de cumplir con sus funciones militares, Belgrano fue enviado como diplomático a Europa por el Director Supremo, Gervasio Posadas. Durante ese viaje, el prócer observó el regreso de las monarquías absolutas -posterior a la caída de Napoleón Bonaparte- y la hostilidad europea hacia los gobiernos republicanos. Por eso, al regresar al continente, propuso que la forma de gobierno que debía adoptar el exvirreinato del Río de la Plata era la monarquía parlamentaria, pero el rey debía ser un inca. “Los republicanos no quieren saber nada y esto que ahora suena como un plan descabellado, en el Congreso de Tucumán fue bien recibido por varios congresales”, contó Di Meglio y agregó que la propuesta tenía el visto bueno de José de San Martín y  Martín Miguel de Güemes.

Según el integrante del Ministerio de Cultura, las producciones audiovisuales buscarán hacer énfasis en “las distintas facetas de Belgrano”. “Queremos recuperar las facetas que tienen que ver con la lucha por la independencia y ponerle fuerza al Éxodo Jujeño y a la Batalla de Tucumán -la cual permitió consagrar la independencia-. También queremos recuperar su planteo por la igualdad de género, reivindicando a Juana Azurduy y María Remedios del Valle, y su pensamiento económico”, explicó.

“Belgrano fue el primer promotor de la educación pública y gratuita y el primero en hablar del rol social de la mujer”, destacó el descendiente del prócer. El presidente del Instituto Belgraniano contó que el creador de la bandera promovió escuelas de primeras letras para alfabetizar tanto a niños como a niñas. “No se hablaba de igualdad de género, sino de la importancia que tenía la mujer y que no tenía que tener restricciones por el sólo hecho de ser mujer”, dijo.

Cuando estuvo al frente del Ejército del Norte, Belgrano reconoció militarmente a Juana Azurduy y a María Remedios del Valle. “Las mujeres participaban de la guerra, pero lo particular de Juana Azurduy es que ella lucha en el frente con su esposo, Manuel Padilla, en la guerrilla Republiqueta de La Laguna”, contó Di Meglio. Azurduy fue nombrada teniente coronel y, por eso, Belgrano le regaló su sable. Del Valle, por su parte, se incorporó al Ejército del Norte, participó activamente en el Éxodo Jujeño y la batalla de Tucumán, por lo que Belgrano decide nombrarla capitana. “Él no sólo las reconoce, sino que les dice ‘sigan conmigo’”, señaló Belgrano.

En cuanto al aspecto económico, mientras trabajó en el Consulado, Belgrano promovió las ideas del fisiocrático Francois Quesnay, quien sostenía que la agricultura era la fuente de la riqueza. “Belgrano no dice de aplicar una economía liberal o totalmente fisiócrata, sino que es ecléctico, hablaba del libre comercio, pero también de la protección de nuestros productos. Usa lo mejor de cada doctrina para su país porque él prioriza el bienestar de sus paisanos, que es una idea muy actual”, aclaró Belgrano.

Di Meglio destacó que el prócer “siempre fue un personaje reconocido, nunca un olvidado”. “Incluso al Ejército del Norte lo llamaban el Ejército de Belgrano. Al año siguiente a su muerte ya lo empiezan a celebrar y después cuando (Bartolomé) Mitre escribe la historia de la Revolución lo convierte en héroe nacional”, contó el historiador. Para Di Meglio, es importante recordar a Belgrano como alguien “ligado a un proyecto colectivo” y que “tuvo tanto triunfos como derrotas”. “Espero que en el año belgraniano no se lo convierta en una figura impoluta que es la vieja reverencialidad de los héroes -opinó el historiador-. Belgrano es alguien que estuvo siempre en pos de una transformación positiva, que puso todo, con aciertos y errores, por buscar lo mejor para su sociedad y que es reivindicable como figura histórica para pensar un país”.

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.