Luego de varios meses de conflicto y tras una audiencia pública aún sin resolución, el Gobierno de la Ciudad insiste en mudar el Jardín del Hospital Ramos Mejía e iniciar las clases el 2 de marzo en Catamarca 342, donde se encuentra emplazado un edificio que hasta el día de hoy continúa en construcción. Frente a esta situación, las familias y el cuerpo docente continúan exigiendo el regreso al edificio de Venezuela 3158, donde funcionó el jardín durante más de 30 años.
De acuerdo a los planes oficiales de la administración porteña, que no se corrieron ni un centímetro de sus planes originales a pesar de la enorme resistencia en su contra, las familias del Jardín del Ramos Mejía fueron citadas ayer por la mañana al edificio de Catamarca 342 para que conozcan las instalaciones y anunciar el comienzo del ciclo lectivo el próximo lunes 2 de marzo. «Nos encontramos con un edificio lleno de obreros trabajando, lleno de cables que cruzan por todos lados, no tiene luz, no hay ventilación, no hay conexión de agua, no hay teléfonos para comunicarse y pretendían que aceptemos que el lunes iba a estar todo listo para dejar a los chicos y comenzar las clases», denunció Cecilia, madre del jardín, en diálogo con El Grito del Sur.
Frente a los reclamos y cuestionamientos de las familias, las autoridades porteñas optaron por desentenderse completamente e insistir una y otra vez en que las obras estarían finalizadas el lunes para garantizar el correcto inicio de clases. «Los funcionarios del Gobierno no pudieron mostrarnos ninguna habilitación que asegure que el edificio está en condiciones, simplemente nos proponían confiar en sus palabras y promesas», cuenta la madre de una de las niñas que asiste hace dos años al jardín.
Luego de la reunión de presentación a la que fueron citadas las familias, se labró un acta en la que se deja constancia de lo sucedido en dicha reunión y de las condiciones en que se encontraba el edificio al momento de la visita. De todas formas, pudieron precisar nada más algunos detalles al respecto porque de un momento para el otro los funcionarios del Ministerio de Educación porteño se negaron a mostrar las instalaciones. Horas más tarde, las autoridades suspendieron la siguiente reunión -pactada para las 14 horas- a las familias del jardín que vienen luchando por su continuidad en el edificio anterior y realizaron entrevistas individuales con las nuevas familias, que no tienen noción del estado en que se encuentra el edificio ni la lucha que se viene dando en contra de la mudanza del jardín. A pesar de ello, «la totalidad de las familias, incluso familias nuevas que no sabían lo que pasaba con el jardín, están a favor de que se mantengan los dos jardines para el barrio», informó Laura, otra madre del jardín, a este medio.
En función de lo sucedido, informaron que se suspendería el inicio de clases dispuesto para el 2 de marzo y anunciaron un nuevo cronograma que plantea que el martes 3 se realizará la recorrida correspondiente de las instalaciones para que las familias y el cuerpo docente del Jardín del Ramos Mejía puedan cerciorarse de que el edificio se encuentra en condiciones para que niños y niñas de entre 45 días y 5 años concurran al dictado de clases. De este modo, las clases comenzarían el miércoles 4.
Sin embargo, las familias que desde hace meses vienen luchando en defensa de la escuela inicial del Hospital Ramos Mejía realizarán el lunes a las 10 horas un acto simbólico de inicio de clases en la puerta de su histórico establecimiento ubicado en Venezuela 3158. «Lo que las familias seguimos pidiendo es que se vuelva a abrir el Jardín en la calle Venezuela y que cuando esté listo ese edificio (el de Catamarca 342) se abra también para que haya dos jardines en el barrio. Estamos en un contexto de falta de vacantes en la Ciudad, que llega a 25 mil niños y niñas que se han anotado y no tienen lugar en ninguna escuela», concluyó Cecilia.
El cinismo no tiene límites
En una charla con vecinos y vecinas organizada en las instalaciones del Club «Amigos de Villa Luro, esta mañana un grupo de docentes de la Ciudad de Buenos Aires interpelaron al jefe de Gobierno Horacio Rodrigúez Larreta. Allí volvieron a exponer sus reclamos y exigieron a la máxima autoridad porteña que se haga cargo de la situación, que escuche a las comunidades educativas y atienda las demandas de familias y docentes.
Frente a esta situación, Larreta invitó a que se acercaran a todas las reuniones que así deseen y les sugirió que hablen con Gabriel Sánchez Zinny, quien se desempeñó como Director General de Cultura y Educación en la provincia de Buenos Aires durante la administración de María Eugenia Vidal y se encuentra actualmente al frente de la dirección de la Unidad de Evaluación Integral de la Calidad y Equidad Educativa de la Ciudad de Buenos Aires. Zinny es un personaje repudiado públicamente por la docencia porteña y bonaerense, ya que es señalado como uno de los principales responsables políticos de la fatídica muerte de Sandra y Rubén en medio de la explosión de una escuela de Moreno.
Aún con este precedente, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió premiar a Zinny con un nombramiento en el Ministerio de Educación y además deriva a las familias y docentes a dialogar con él sobre las distintas problemáticas.
