Es lunes y diluvia en Buenos Aires. En el barrio de Balvanera está programado para esa tarde el ensayo de LasTesis previo a la intervención frente al Congreso. Será el 19 de febrero durante el Pañuelazo organizado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, Legal, Seguro y Gratuito. El lema de la jornada de lucha es “El proyecto está en las calles” y la canción, que ya se convirtió en himno feminista y dio la vuelta al mundo, tendrá su versión adaptada. Dos días más tarde, más 500,000 mujeres nos confirmarían que el movimiento feminista sigue escribiendo la historia de nuestro país.
Dafne Valdés, Paula Cometa y Sibila Sotomayor llegaron al hotel de la CTA totalmente empapadas. Volvían de la “Librería de Mujeres”, paso obligado para las feministas que visitan la ciudad. La cuarta integrante, Lea Cáceres, no había podido viajar por cuestiones de salud.
Mientras se realiza la entrevista colaborativa, unas 40 mujeres se reúnen en la puerta del hotel bajo la lluvia a la espera de que comience el ensayo. Circula la letra, con adaptación de la escritora argentina Claudia Piñeiro, entre las mujeres que al recibirla no pueden contener las lágrimas. Y es que si la canción se convirtió en un himno fue por su capacidad de articular demandas de mujeres y disidencias afectadas por la cultura de la violación alrededor de todo el globo.
LasTesis es un colectivo artístico interdisciplinario integrado por cuatro mujeres de Valparaíso que viene trabajando hace dos años. Decidieron juntarse para traducir teoría feminista desde la formación y disciplina artística propia de cada una. “Trabajamos movilizadas por la premura de difundir teoría feminista. Para que más personas que no pueden acceder a ese contenido en los libros se acerquen a las mismas ideas mediante lenguajes visuales, sonoros y corporales”, explica Sibila Sotomayor al comienzo de la entrevista.
Esa fue la premisa con la que se pusieron a trabajar. Comenzaron a partir de la tesis de Silvia Federicci en “El Calibán y la bruja”, que derivó en su intervención “Patriarcado y capital es alianza criminal”. Su segundo trabajo giraría en torno a la violencia contra las mujeres. Partieron de la teoría de Rita Segato hasta desembocar específicamente en el mandato de violación. De ahí nace la segunda puesta en escena: “El violador eres tú”.
“Decidimos tomar esa canción, adaptarla y dedicarsela a Carabineros de Chile debido a las múltiples denuncias por violencia sexual que hemos visto en los últimos meses en nuestro país”, agrega. La intervención se volvió tan potente porque expresó aquellos sentires y experiencias que muchas mujeres y disidencias habían experimentado a lo largo de su vida. Según Paula Cometas, permitió “dar cuenta de una experiencia histórica que ha sido fundamentada en la violencia, la explotación femenina, en este patriarcado que por lo menos en Chile tiene expresiones políticas, económicas y sociales fuertes a partir de la dictadura.”
La intervención finalmente se incorpora al movimiento social chileno en 2019 y tiene un impacto inesperado en innumerables grupos de mujeres de distintos países. “Aún no entendemos bien por qué tuvo tanta repercusión. Pero incluso en países como la India donde una podría decir que es normal que haya niñas de doce años casadas con hombres de cuarenta porque es parte de esa cultura, finalmente mujeres también realizan la intervención y denuncian que la violación es sistemática.” En este mismo sentido, Dafne Valdés agrega: “La repercusión que tuvo la intervención sirvió para develar la violencia sexual institucional en Chile. Pero también se expresó en países como Turquía donde las mujeres fueron reprimidas y llevadas presas por interpretarla en las calles de Estambul.”
En diciembre de 2019, un grupo de ocho legisladoras turcas del Partido Republicano del Pueblo la cantaron dentro del Parlamento en honor a las mujeres detenidas. “También se realizó en Mozambique, en Kenia, en Islandia, en territorios con distintas realidades revelando que la violencia es estructural, pero también que crece la organización, autoconvocada y por pura pasión.” A principios de enero, compañeras de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito de Argentina se contactaron por correo con las integrantes de LasTesis para invitarlas a ser parte de la jornada de lucha del 19 de febrero. Para Paula Cometas no cabían dudas sobre la importancia de participar: “De alguna manera, lo que pasa en Argentina con el aborto también es una lucha compartida. En Chile el aborto es ilegal, ni en tres causales, ni de ninguna otra forma: es clandestino. Es con probabilidad de muerte y eso es lo que vemos: que la adaptación argentina de la letra refleja las carencias, las necesidades y las denuncias de ambos países. “La campaña de acá, de ustedes, es un referente para nosotras y el pañuelo verde un símbolo. Nosotras no hablamos específicamente de aborto en la intervención, pero está ahí. No hablamos de la Iglesia, pero está ahí, es el Estado”.
En Argentina la lucha por el aborto es la demanda con mayor consenso al interior del movimiento feminista. El proceso político que estalló en 2018 al calor del tratamiento parlamentario del proyecto de ley IVE impactó en grupos feministas de todos los continentes. Al respecto, Dafne Valdés explica que ya traspasó fronteras. «Obviamente cuando sea ley acá va a ser un empujón para que también lo sea allá.Todo lo que pasó hasta ahora en la política chilena ya fue. Nuestro sistema colapsó. Y por eso estamos luchando todas, porque ya no da para más. El aborto va a ser legal.”
En Chile se cumplieron cuatro meses de protestas. Habían comenzado en octubre con la evasión masiva organizada por los estudiantes secundarios. El disparador fue el aumento de la tarifa de subte en Santiago, pero el reclamo excedía ampliamente esta cuestión. Poco a poco se fueron incorporando otros sectores de la sociedad que habían sido postergados durante los treinta años de la democracia. Los chilenos habían estado esperando muchos años el estallido de octubre, este despertar de las conciencias que no sólo se dio en la juventud sino en todas las generaciones.
Mientras florecía la insurrección popular a lo largo del país, algunas militantes denunciaron la invisibilización del contenido feminista de la revuelta. Esto es lo que resalta Sibila al ser interrogada sobre el rol del movimiento feminista en el estallido: “Y cuando explota aparece una serie de demandas históricas que se vienen dando hace muchos años: educación, sistema de pensiones, etc. ¿Y las demandas feministas dónde están? Después de toda la lucha que dimos en 2018, ¿De verdad nos van a dejar afuera de nuevo? Nosotras estamos convencidas de que las demandas feministas son transversales y no secundarias. No son un tema aparte. Están en todo porque finalmente el problema es contra el patriarcado.” En este sentido “Un violador en tu camino” venía a poner de relieve que ya no era posible callar las voces de las mujeres y disidencias porque el estallido le debía en gran parte a la lucha feminista su saldo organizativo. La precarización de la vida ya era un eje transversal del programa del movimiento de mujeres en Chile y su correspondencia con el sentido que miles y millones le dan a las luchas en curso se hace evidente. Esta perspectiva permitió al movimiento feminista hacerse parte de la revuelta y reconocer a la Huelga General Feminista del 8 de Marzo de 2019 como un hito que prefiguró los contenidos del estallido. “Cuando aparece esta intervención, de alguna manera vuelve a poner sobre la mesa la violencia machista y a decir ‘No se olviden de nosotras’. Estas demandas también están, son orgánicas. La revolución será feminista o no será. Y si de alguna manera lo que hicimos aportó a eso, buenisimo, porque realmente era algo que nos tenía preocupadas a muchas: No quedar afuera de la discusión”, concluye Sibila.
Luego de participar de la jornada del 19 F frente al Congreso, las compañeras transandinas agregaron: “Fue muy emocionante ser parte del proceso histórico que están viviendo”. Pero sin duda el momento más emotivo de la visita de LasTesis fue en los minutos posteriores a su intervención: Un coro de 500.000 mujeres les cantaba: “Hermanas chilenas no bajen las banderas. Que acá estamos dispuestas a cruzar la cordillera.” Y al escucharlas abandonaron la concentración rigurosa que requiere la performance para dejarse llevar por la emoción.
El movimiento feminista es el fenómeno social con más fuerza del siglo XXI, la transversalidad de sus demandas, de sus símbolos y sus luchas lo convirtió en un proceso global. Visitas como la de LasTesis y tantas otras compañeras del continente nos recuerdan que “América Latina será toda feminista” porque lo que nos une no son sólo la rabia y las ganas de cambiarlo todo, es el deseo profundo que habita en cada una de nosotras de ser finalmente libres.
Adaptación de la letra
El patriarcado es un juez,
que nos juzga por nacer
y nuestro castigo
es la violencia que no ves.
El patriarcado es un juez,
que nos obliga a parir
y nuestro castigo
es la violencia que ya ves.
Es femicidio.
Maternidad como destino.
Es violación.
Es aborto clandestino.
Y la culpa no era mía,
ni dónde estaba, ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía,
si me cuidaba, ni cómo vivía.
Y la culpa no era mía,
ni dónde estaba, ni cómo vestía.
Y la culpa no era mía,
si me cuidaba, ni cómo vivía.
El violador eras vos.
El opresor sos vos.
Es el Congreso,
adonde votan
el aborto
clandestino.
El Estado opresor es un macho violador,
El Congreso opresor es un macho violador.
El violador eras vos,
el opresor sos vos.
Duerme tranquila mi niña madre,
Sin que te importe quién te violó,
que por tu hijo, bebé inocente,
vela la Santa Inquisición.
El violador sos vos.
El tirano sos vos.
El opresor sos vos.
El opresor sos vos.
Foto de portada: Julianite Calcagno de Vida Simple Agencia
