A través del decreto 89/20, el Gobierno porteño designó a Mariano Palamidessi como rector organizador de la Universidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Unicaba). El primer objetivo de esta etapa para la flamante autoridad es llevar adelante la organización y creación del Proyecto Institucional y del Estatuto, tal como lo prevé el artículo 49 de la Ley de Educación Superior N° 24.521. Los pasos a seguir se completarían este año con la presentación del proyecto pedagógico en la CONEAU y con el inicio de las actividades académicas en 2021.
En una reciente entrevista con el diario Perfil, Mariano Palamidessi aseguró que la Unicaba «no viene a cerrar, reemplazar o competir con los institutos de formación docente; al contrario, va a cooperar con ellos ya que aún existen espacios para crear y resolver desafíos. Hay lugar para la innovación». También sostuvo que «será de las universidades anclas o territoriales. Son aquellas que apuntan a contribuir con el desarrollo de su lugar de influencia a partir de su asociación con entidades civiles, empresas privadas y sindicatos. Si bien no cubren todas las áreas del conocimiento, eligen en cuáles hacer su contribución trabajando con todos los actores del sector». Estas declaraciones contrastan con la visión sostenida por les representantes de los institutos de formación docente, que ya en 2018 veían la llegada de la Unicaba como un «maquillaje» rumbo al cierre de los profesorados. «Si bien ahora no plantea la transferencia ni la eliminación de los 29 terciarios, se apuesta a un camino que apunta directamente hacia la muerte lenta de las instituciones», señalaba a El Grito del Sur Mariano Romano, por entonces presidente del centro de estudiantes del Joaquín V. González.
El flamante rector de la Unicaba es doctor en Educación (Universidad Federal de Rio Grande do Sul-Brasil) y licenciado en Ciencias de la Educación (Universidad de Buenos Aires). Actualmente se desempeña como profesor de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y del Doctorado en Ciencias Sociales (FLACSO-Argentina). Antes fue director de la Universidad Virtual de Quilmes y de la Unidad de Investigaciones Educativas del Ministerio de Educación de la Nación (2000-2001). Su trayectoria académica está avalada por numerosos artículos en revistas nacionales y extranjeras, así como por la publicación de libros entre los que se destacan «El ABC de la tarea docente» (en colaboración con Silvina Gvirtz) y «Programación de la enseñanza en la universidad. Problemas y enfoques» (junto a Daniel Feldman). Sus temas de trabajo se vinculan con la producción y uso de conocimientos en educación; la historia, política y sociología del curriculum y la introducción de las tecnologías de la información y la comunicación en la educación.
Cabe destacar que Palamidessi no es un outsider en la función pública, sino que ya ejerció como director ejecutivo de la Unidad de Coordinación del Sistema de Formación Docente del GCBA. De aquí se desprende su designación como rector organizador de la Unicaba, dado que la función de esta área de gobierno que tuvo su cargo es «la construcción de un sistema que atienda a la diversidad y complejidad de los Institutos de Formación Docente y a su fortalecimiento y mejora continua, en diálogo con el conjunto de las instituciones públicas y privadas, terciarias y universitarias que forman docentes en la Ciudad de Buenos Aires».
Esta Unidad también tiene a su cargo coordinar y supervisar de manera directa el funcionamiento de los siguientes Institutos de Formación Docente: Instituto de Enseñanza Superior N.° 1 «Alicia Moreau de Justo», Instituto de Enseñanza Superior N.° 2 «Mariano Acosta», Instituto Superior de Educación Física N.° 1 «Dr. Enrique Romero Brest», Instituto Superior de Educación Física N.° 2 «Prof. Federico William Dickens», Instituto Superior de Profesorado «Dr. Joaquín Víctor González» e Instituto Superior de Profesorado de Educación Especial.
Hace casi un año, Palamidessi se explayó sobre la situación del sistema educativo y definió el paro nacional convocado por la CTERA como signo «del fracaso colectivo porque nos enfrentamos a un problema estructural y de larga duración. La educación es un derecho constitucional, por lo que esto debería preocupar no sólo a las autoridades provinciales sino al conjunto de actores de la política y de la sociedad civil. Hay un problema de sustentabilidad fiscal -de disponibilidad de recursos fiscales- y es necesario ver cómo hacer un gasto sustentable. Sin echarnos culpa mutuamente, nos merecemos analizar la calidad del gasto para entender cómo se invierte en educación y los problemas que hay. Existen casos en que hay pocos alumnos por docentes y esto no redunda en un mejor servicio educativo».
El proyecto educativo larretista más cuestionado ya tiene a su primer rector, cuyos postulados ideológicos están en sintonía con las diferentes medidas privatistas que ha tomado el Gobierno de la Ciudad a lo largo de los últimos 12 años.
