Militante del Movimiento Evita, lesbiana y feminista, Carolina Pedelacq fue electa concejala de San Martín en las últimas elecciones. En el marco del Día de la Visibilidad Lésbica, habló con El Grito del Sur sobre esta fecha, la figura de la Pepa Gaitán, casos como el de Higui y cuenta cuáles son los desafíos y las trabas con que se encuentran las mujeres lesbianas al momento de hacer política.
Desde hace 10 años se conmemora el 7 de marzo como el Día de la Visibilidad Lésbica en memoria de Natalia “Pepa” Gaitán, asesinada por ser lesbiana. ¿Qué representa para vos esta fecha?
El Día de la Visibilidad lésbica es un día de lucha y de memoria, en donde recordamos que el asesinato de la Pepa Gaitan es un hecho extremo y simbólico de muchas de las violencias que se viven siendo lesbiana y sobre todo siendo lesbiana con identidades y cuerpos no hegemónicos, caracterizados justamente por identidades que se ven violentadas porque el machismo y quienes reproducen estas lógicas de abuso de poder se ven amenazados por esos cuerpos que no entran en la norma de cómo debería ser una mujer, o incluso cómo el machismo y el patriarcado interpretan que debería ser una lesbiana.
¿A qué se enfrentan las identidades lesbianas en una sociedad tradicional e históricamente patriarcal?
Todos los cuerpos que no responden a una norma, pero sobre todo quienes practicamos y reproducimos el feminismo, que es otra forma de relacionarse y en la política otra forma de construir una lógica de poder, claramente estamos siempre con una doble tarea que es -en lo personal- luchar constantemente en lo cotidiano, en lo micro y en lo macro, contra las lógicas de reproducción del poder. Es una tarea bastante difícil porque implica sostener algunos equilibrios sin perder de la cabeza cuáles son nuestras estrategias en términos de conquista de derechos sociales. En un status quo de la política esto es bastante resistido.
¿Qué te genera la figura de la “Pepa” Gaitán?
La figura de la Pepa es la figura de una lesbiana que no responde a las normas y los estereotipos de cómo debe ser una mujer o incluso una mujer lesbiana. El caso de la Pepa, así como el caso de Higui, son dos lesbianas de barrio con características físicas que podrían asignarse a algo masculino, entonces todos esos cuerpos femeninos se ven amenazados por los cuerpos que no responden a las lógicas que deberían seguir según ellos.
Casos como el de Higui sentaron un precedente sobre el nivel al que puede llegar la impunidad y violencia machista. ¿Cómo se combate esto?
La forma de combatirlo es comenzar a reproducir los feminismos que hemos construido desde lo más profundo de todos los sectores de la sociedad. Las desigualdades de género se agudizan mucho más en los sectores populares, en donde las vulneraciones son acumulativas. Es nuestra responsabilidad como lesbianas y como militantes sociales poder llevar la discusión de la igualdad a todos los sectores, pero sobre todo a los sectores más humildes, en los que el poder de la palabra es menor, el poder de la justicia es menor, los derechos siempre son menos y en donde realmente se inician y se concretan las verdaderas revoluciones.
