UBA, coronavirus y confusión

Mediante una resolución publicada hace dos días, el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires (UBA) dispuso la reprogramación del calendario académico para el período comprendido entre el 1 de junio del corriente y el 12 de marzo del año próximo.

La sociedad argentina asiste a una situación inédita producto de las medidas que debieron adoptarse para enfrentar la amenaza del coronavirus. Todas las instituciones han tenido que adecuarse a esta situación de excepcionalidad y la Universidad de Buenos Aires no ha quedado por fuera de esto. La preocupación dentro de la comunidad educativa ha ido en aumento durante las últimas semanas y ha terminado de estallar en las últimas horas, luego de que el Rectorado de la UBA publicara una nueva resolución a minutos de la medianoche del viernes informando la reprogramación del calendario académico. Lejos de traer calma y orden, esta disposición ha generado diversas críticas y ha multiplicado los interrogantes que ya tenían estudiantes, docentes y no-docentes sobre la continuidad del ciclo lectivo 2020.

El rector Alberto Barbieri decidió reprogramar el calendario académico para el período comprendido entre el 1 de junio del 2020 y el 12 de marzo del 2021. De esta forma el ciclo lectivo queda suspendido hasta mitad de año, así como cualquier tipo de evaluación que pudiese planificarse. En la misma resolución el Rectorado habilita a las distintas facultades, al CBC y a las escuelas secundarias dependientes de la Universidad de Buenos Aires a brindar un acompañamiento virtual si así lo eligiesen, adaptándose a las características de cada carrera. Es decir que, a partir de lo resuelto, cada unidad académica podrá reprogramar su propio calendario respetando las fechas establecidas recientemente y disponer de la realización de un acompañamiento pedagógico que servirá para continuar con el proceso formativo y evaluativo una vez iniciado el primer cuatrimestre.

Antes de esta resolución, facultades como Derecho, Exactas, Ingeniería, Económicas y Agronomía ya habían puesto en funcionamiento un plan de contingencia que incorporaba la modalidad de clases virtuales como alternativa para sostener el cuatrimestre. Otras, como Psicología, se encontraban en las vísperas de encarar un sistema similar. Ahora, cada una de ellas deberá redefinir la modalidad y los tiempos en que continuará la cursada.

Los motivos por los que se decidió la reprogramación del ciclo lectivo 2020 tienen que ver con varios ejes: a) el Consejo Superior de la UBA dictó dos resoluciones (la primera en el año 2008 y la segunda en 2018) en las que se establece la presencialidad obligatoria al momento de evaluar para poder regularizar la cursada; b) muchas unidades académicas no cuentan con una infraestructura tecnológica capaz de soportar un plan de contingencia virtual; c) gran parte del personal docente no cuenta con las herramientas y capacitaciones necesarias para adaptar la materia a dicha modalidad; d) muchos y muchas estudiantes no cuentan con acceso permanente a una red WiFi; e) la capacitación del personal docente exigiría un doble esfuerzo laboral, que además no contempla las eventualidades que podría atravesar cada individuo en su particularidad frente a la situación excepcional que atravesamos.

Más allá de las críticas por las formas y el momento que eligió el Rectorado de la UBA para comunicar lo resuelto, ahora cada facultad está resolviendo internamente cómo reacomodar su actividad académica de acuerdo a la nueva resolución.

Desde la Facultad de Derecho ya emitieron una comunicación oficial en la que informaron que el primer cuatrimestre finalizará el 15 de agosto, mientras que el segundo cuatrimestre quedaría comprendido entre el 18 de agosto y el 12 de diciembre del corriente. Hasta tanto se sostendrán las clases virtuales que se vienen dictando, sin establecer para las mismas ningún tipo de caracter evaluativo. Esto último sería resuelto una vez retomadas las actividades presenciales a partir del mes de junio.

En la Facultad de Ciencias Sociales aún continúan debatiendo cuál será la estrategia que adoptarán de cara a los próximos meses, aunque especulan con adoptar un esquema similar al de Derecho con un primer cuatrimestre de 10 semanas y un segundo cuatrimestre de 14 semanas. De esta forma se asegurarían de finalizar la cursada en diciembre y que ésta no se superponga con el bimestre de verano. El acompañamiento virtual en este caso no sería obligatorio para estudiantes ni docentes por las dificultades que presenta esta casa de estudios y las limitaciones tecnológicas e informáticas, aunque será recomendable para complementar el acortamiento del primer cuatrimestre.

En la Facultad de Psicología, de acuerdo al plan adoptado previamente a la publicación de la resolución, se dará inicio a la cursada virtual a partir del lunes 13 de abril. Al igual que en los otros casos, los exámenes serán realizados una vez que se retome la modalidad presencial. Aquellas materias que no puedan ser dictadas de manera virtual serán reprogramadas para el inicio establecido para el 1 de junio. Además, frente a la imposibilidad de rendir presencialmente los finales de mayo, las mesas de examen serán reprogramadas para más adelante. Por último, para poder garantizar la continuidad y el acceso de todos y todas a la cursada virtual, desde la facultad se encargarán de brindar asesoramiento y asistencia a todas las personas que lo necesiten.

Algo similar sucede en la Facultad de Medicina, donde ya habían iniciado las clases virtuales. Esta modalidad será sostenida hasta el 1 de junio donde, según lo dispuesto por el Rectorado de la Universidad de Buenos Aires, se retomarían las actividades académicas presenciales. Y lo mismo sucede en la Facultad de Agronomía, donde también se había dado comienzo a las clases virtuales.

La Facultad de Ingeniería, por su parte, decidió también dar inicio a la cursada virtual de todas sus asignaturas a partir del 13 de abril, estableciendo como fecha de finalización del primer cuatrimestre el día 22 de agosto. A diferencia de los casos anteriores, las autoridades de Ingeniería comunicaron que «las clases presenciales se retomarán una vez que así sea definido por el Sr. Rector de la Universidad de Buenos Aires».

La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales repite el esquema adoptado por Psicología e Ingeniería, y de acuerdo a lo previsto, iniciarán las clases virtuales el lunes 13 del corriente. Con menos precisiones que en los casos anteriores y con reclamos de los y las estudiantes al decanato para que brinde más información sobre cómo se llevará a cabo esta modalidad, Exactas se prepara para iniciar las clases en una semana.

En el caso de los y las estudiantes del CBC que se inscribieron por UBA XXI, se extiende el plazo de matriculación del 6 al 12 de abril. Asimismo, se dispuso que para aprobar las materias del primer cuatrimestre se deberán hacer dos evaluaciones de carácter formativo (sin calificación numérica) y un final presencial obligatorio. Las fechas de estos finales se programarán una vez que se restablezcan las actividades presenciales y habrá cinco llamados a finales.

Estos son sólo algunos modelos posibles, dado que otras facultades aún no han resuelto un plan de contingencia y aguardan a discutir con la comunidad educativa la mejor manera de encarar esta situación. Ahora bien, el pico de contagio proyectado hasta el momento se sitúa a mediados de mayo. ¿Será posible entonces iniciar efectivamente las actividades académicas de forma presencial en el mes de junio? Hay muchas incógnitas y pocas respuestas, cada facultad vive su propia aventura y sus autoridades esperan que se normalice la situación para tener un panorama más claro que les permita adoptar el plan de acción más efectivo.

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