Salario universal en el fútbol: del Vaticano a la ¿AFA?

Desde Futbolistas Unidxs propusieron un salario universal para dar respuesta a quienes se quedarán sin trabajo a partir del 30 de junio. Manuel Brandón y Matías Lescano, jugadores del ascenso, hablan de la situación de incertidumbre en la que están sumidos la mayoría de los y las futbolistas.

No salen en las portadas de los diarios y revistas ni ostentan automóviles de lujo. Menos aún cuentan con grandes fortunas no declaradas en el fisco, así como tampoco gozan de la impunidad que permite la idolatría de millones de personas. Sin embargo, estamos hablando del universo mayoritario de futbolistas en la República Argentina: se estima que son unos 3000 contratos en las categorías del fútbol de Ascenso, que otorgan en el mejor de los casos un salario mínimo y obligan a jugadores y jugadoras a vivir el día a día, muchas veces realizando otro trabajo informal a la vez porque, sencillamente, el dinero no alcanza.

En una reciente carta dirigida a los movimientos sociales, el Papa Francisco dijo -en referencia explícita a trabajadores informales, independientes o de la economía popular- que “tal vez sea tiempo de pensar en un salario universal que reconozca y dignifique las nobles e insustituibles tareas que realizan; capaz de garantizar y hacer realidad esa consigna tan humana y tan cristiana: ningún trabajador sin derechos”.

A contramano de lo que se podía esperar, esta vez los movimientos populares no recogieron el guante bendecido por el Sumo Pontífice y fueron otros los actores sociales que se sumaron a esta iniciativa. El colectivo Futbolistas Unidxs propuso la creación de un Salario Universal para Futbolistas (SUF) “que dure desde el 30 de junio hasta que las autoridades sanitarias permitan la realización de la actividad física y los clubes vuelvan a armar sus planteles”. Cabe destacar que, hoy en día, los salarios mínimos para cada categoría están fijados de la siguiente manera: $34.500 para la Primera División, $28.000 para la Primera B Nacional, $23.000 para la Primera B Metropolitana y el Argentino A, $20.000 para la Primera C y la Primera A del fútbol femenino, con el agravante, en este último caso, de que los clubes sólo están obligados a tener ocho contratos profesionales.

El 80% de los clubes de barrio quedaría afuera de los subsidios estatales

“La propuesta es que dicho salario sea financiado conjuntamente por Futbolistas Argentinos Agremiados, la AFA, los clubes, el Estado Nacional, las empresas auspiciantes y las empresas de televisación. Se le pide particularmente a las empresas que suelen lucrar con el negocio del fútbol, que hoy hagan un esfuerzo para sostener a sus principales protagonistas”, expresaron desde el colectivo que agrupa principalmente a futbolistas del Ascenso.

Manuel Brandón y Matías Lescano, jugadores de Victoriano Arenas y Deportivo Español respectivamente -ambos de la Primera C-, integran el colectivo Futbolistas Unidxs y, en diálogo con El Grito del Sur, hablan de la situación de incertidumbre y las carencias en que están sumidos la mayoría de los protagonistas de esta disciplina.

Manuel Brandón, marcador central de Victoriano Arenas

«La situación nos afecta un montón por varias cuestiones. El fútbol de Ascenso no te permite tener un trabajo formal aparte y en la mayoría de los casos no te permite vivir de ese sueldo, salvo casos puntuales de la B Nacional y la B Metropolitana. Es casi incompatible tener un trabajo de 8 horas en blanco porque uno tiene que entrenar por la mañana pero de pronto te ponen un partido el lunes a las 5 de la tarde. Todos los jugadores de las categorías más bajas están sujetos a contraer algún trabajo en la informalidad, igual o menos precarizado de lo que está el fútbol. Entonces la pandemia generó una situación bastante dramática», cuenta Manuel Brandón, marcador central de 26 años con vasta trayectoria en la Primera D.

«Imaginariamente se cree que todos los futbolistas son como los que juegan en Primera División o en el exterior, pero la realidad es otra. Más del 90% de los jugadores y las jugadoras vivimos en el día, y antes de la pandemia ya se adeudaban sueldos en varios clubes. Hoy la situación es compleja porque la AFA dio por finalizadas las competencias, y eso hace que cuando terminen los contratos el 30 de junio no continúe ningún tipo de contratación. En esto se inscribe la propuesta del salario universal hasta que se reanuden las competencias o hasta el 30 de diciembre, contemplando que es probable se extienda el parate», explica Matías Lescano, experimentado arquero de 33 años y además militante en una agrupación barrial de la Ciudad de Buenos Aires.

Matías Lescano, arquero de Deportivo Español

Cuando el plato de comida no está garantizado, la preocupación por entrenar pasa a un segundo plano. Si bien hasta ahora hubo cierto consenso para tratar de respetar los sueldos de los jugadores, Brandón asegura que a partir del 30 de junio la situación será distinta. «Son pocos los jugadores que tienen contrato extendido después del 30 de junio, que van a estar amparados. Conozco por ejemplo el caso de Atlanta, que tiene 5 jugadores con contrato más allá de esa fecha. Pero casi el 100% queda libre después del 30 de junio», afirma el defensor de Victoriano Arenas.

Según ambos protagonistas, la propuesta del Salario Universal para Futbolistas fue bien recibida por diferentes sectores. Sin embargo, la última palabra será de la AFA conducida por Claudio «Chiqui» Tapia. Lescano señala al respecto: «Somos un colectivo que genera propuestas y debates para mejorar el fútbol. En vez de criticar a una parte u otra, sumamos la propuesta del salario universal y la ponemos a disposición para que pueda ser parte de la solución. Son más de 2000 familias que pueden quedar en la calle a partir del 30 de junio. Sería calamitoso».

En cuanto al monto de este salario, los futbolistas explican que «debe ser negociado por las partes, por categoría de finalización de contrato y homogéneo para cada división». Dos días atrás, en el marco de esta lucha, desde Futbolistas Unidxs lanzaron un Registro Nacional de Futbolistas para tener datos más precisos de las necesidades en este ámbito con el objetivo de establecer una respuesta específica para la problemática que están viviendo.

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Sebastián Furlong

Licenciado y profesor en Ciencias de la Comunicación (UBA). Retrato periodísticamente el conurbano y la ciudad de la furia. Agenda popular y política para analizar la realidad y aportar al quehacer colectivo.