Esta mañana, los trabajadores y las trabajadoras de Promoción Social de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) encendieron todas las alarmas al enterarse de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires intenta mudar el Hogar Eva Duarte. Dicho establecimiento es la única institución dependiente del GCBA que aloja y acompaña a adolescentes madres y/o embarazadas con sus hijes, que han atravesado situaciones de violencia de género, en contextos de vulnerabilidad social. El Hogar Eva Duarte funciona desde hace más de 6 años en el barrio de La Paternal, en un ala del edificio del Hogar San Martín, que aloja una población de adultxs mayores. Cabe señalar que las poblaciones de ambos hogares no comparten ningún espacio común: este punto es clave, ya que se ha convertido en el principal argumento que blande el Gobierno porteño en su intento por mudar la institución.
«No es una mudanza, es un desalojo», explica Nadia Polanco, delegada general de la Junta Interna de ATE Promoción Social. «Tenemos una profunda preocupación por la situación del hogar. En el lugar se alojan jóvenes adolescentes con hijes o cursando un embarazo y es la única política pública para esta población dentro de los dispositivos del Gobierno de la Ciudad».
La preocupación comenzó en el día de ayer cuando los trabajadores se enteraron que desde la Subsecretaría de Fortalecimiento Personal, Familiar y Comunitario, a cargo de Jazmín Lerner, se disponía el cierre del Hogar y la próxima redistribución de las adolescentes y trabajadoras. Según las explicaciones oficiales, el motivo de la mudanza es en pos del cuidado de las dos poblaciones que habitan el predio. «Somos conscientes del cuidado necesario para las personas mayores en este contexto; sin embargo, las poblaciones de los dos hogares no tienen contacto alguno», señalaron en un comunicado desde ATE Promoción Social.
«El lugar cuenta con instalaciones acordes a la atención de violencia de genero y vulneración de derechos y se aplican todos los protocolos sanitarios. El desalojo es un retroceso enorme porque no hay respuestas de a dónde se realizaría la mudanza y nos ofrecen realizar un pasaje a otros dispositivos que no están preparados para la atención de adolescentes», agrega Polanco. «Lo más preocupante es que implicaría el vaciamiento de hecho de la única política pública para este sector», sentencia.
«Además, las poblaciones no tienen porque cruzarse, los ingresos pueden realizarse de manera independiente y está latente la posibilidad de abrir una puerta lateral que tiene el Eva Duarte pero que la gestión se opone», agrega la delegada de ATE.
Los trabajadores señalaron la responsabilidad del GCBA en la vulneración de derechos de las mujeres y alertaron sobre el incumplimiento de la Ley Nacional N° 26.061 y la N° 114 de la CABA, ambas de Protección Integral de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Asimismo, denunciaron que la redistribución de población y de trabajadoras del Hogar Eva Duarte, traería como consecuencia condiciones de hacinamiento en otros dispositivos, ya que -frente al recrudecimiento de los casos por violencia de género- los efectores están colapsados y no llegan a cubrir la demanda.
