El viernes pasado, la ley de autocultivo medicinal de cannabis obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados de Santa Fe. El proyecto fue presentado por los representantes del Frente Igualdad, Rubén Giustiniani y Silvia Augsburger, y dispone la habilitación para la siembra, el cultivo y la cosecha de cannabis con finalidades terapéuticas.
De aprobarse en la Cámara de Senadores, Santa Fe se convertirá en la primera provincia de nuestro país en contar con un registro público que habilite certificados para acceder a las semillas y plantas de marihuana. Asimismo, la disposición permite el cultivo de cannabis al Estado provincial, ONGs y asociaciones civiles.
«Son dos cosas: el autocultivo para uso personal de cannabis medicial, que requiere un permiso y la inscripción en un registro. Y, por otro lado, un programa para que el cannabis se produzca en un laboratorio público de Santa Fe, que hace tiempo viene buscando ser productor del mismo pero en nuestro país existen muchas trabas administrativas para poder acceder a la materia prima, que es la marihuana, la planta de cannabis», explica Lucila De Ponti, diputada provincial del Frente de Todos.
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De Ponti fue solamente una de las diputadas que llegó a la sesión con un plantín de marihuana. Respecto a la normativa, explica: «Este proyecto intenta instar al Congreso de la Nación a que pueda rever tanto la Ley de Drogas como la de Cannabis Medicinal para generar una protección mayor y sacar de la vulnerabilidad a quienes tienen familias con patologías graves y para quienes el uso del cannabis medicinal ha significado una mejora sustancial en su calidad de vida. Y que al hacerlo se encuentran en conflicto con la ley penal, según algunas interpretaciones y esto es algo que hay que resolver de manera inmediata».
La ley habilita la creación del programa “Producción de Cannabis Santafesino para Uso Medicinal”, bajo la órbita del Ministerio de Salud. El texto de la ley señala que la Autoridad de Aplicación podrá establecer protocolos de investigación junto a hospitales y universidades y, asimismo, crea una consultoría cannabica para la producción y el control de calidad de los productos. ¿Interesados? Manden curriculum.
Amalia Granata, una de las principales voces detractoras, señaló: “Conocemos la planta y conocemos el daño que hace la marihuana, por la adicción que lleva a jóvenes a iniciarse en drogas más drogas y profundas”. Sin embargo, estos dichos se contradicen con la evidencia científica: ninguna investigación médica que haya indagado en los efectos del cannabis concluyó que exista una adicción química.
