“Esta reforma judicial no es el fin sino el comienzo”

El oficialismo dio media sanción en el Senado al proyecto para la reorganización de la Justicia Federal y ahora medirá fuerzas en Diputados. "Hay muchos privilegios que se afectan con el cambio de las estructuras judiciales. Estos poderes saben que no es el fin sino el comienzo", analizó el ex juez Luis Arias en diálogo con El Grito del Sur.

Con 40 votos a favor y 26 en contra, el Frente de Todos logró dar media sanción al proyecto de reforma judicial en el Senado de la Nación. Ahora, el oficialismo deberá superar el filtro de la Cámara de Diputados, donde la votación será más ajustada, y estar atento a cualquier tipo de maniobra defensiva por parte del Poder Judicial, que buscará defender sus privilegios. Finalmente se retiró del texto uno de los ejes denunciados por la oposición, que apuntaba a que los jueces pudieran denunciar las presiones de los poderes mediáticos («cláusula Parrilli»).

Entre los principales cambios incorporados a último momento, que recibieron en algunos casos críticas de legisladores de Juntos por el Cambio, se destacan el mantenimiento del examen escrito en los concursos de selección, además de las audiencias públicas; los sorteos de causas deben ser grabados bajo apercibimiento de nulidad; la no unificación del fuero Civil y Comercial con el Contencioso Administrativo Federal con asiento en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; la creación de un tribunal de resolución de los conflictos de competencia de los fueros Civil y Comercial con el Contencioso Administrativo Federal; mantener la exclusividad de las secretarías con competencia en derechos humanos así como a su personal para garantizar «Memoria, Verdad y Justicia».

«Algunas intervenciones fueron ricas y otras muy pobres. En general, no hubo un gran debate sobre el Poder Judicial. Todo estuvo muy plagado de acusaciones recíprocas, pero mi impresión es que no hubo gran profundidad. Aunque no se haya incluido la cláusula Parrilli, dicho espíritu está en el texto del proyecto porque se habla de cualquier presión y eso incluye a los medios también. Éstos son grupos económicos, no cambia la sustancia del proyecto el hecho de que hayan quitado esa cláusula», analizó en diálogo con El Grito del Sur Luis Arias, ex juez en lo Contencioso Administrativo de La Plata.

Ex juez Luis Arias

Precisamente, incluir a los grandes medios de comunicación como poderes mediáticos tenía como objetivo evitar prácticas como el escrache a distintos funcionarios del Poder Judicial que actuaran contrarios a los intereses de estos medios en determinadas causas. La eliminación de esta referencia fue anunciada en sesión por el propio Oscar Parrilli. Al respecto, Arias señaló que «los grandes medios de comunicación ejercen una presión e influencia permanente y a veces una confrontación frontal contra los jueces. Pero la realidad es que el Consejo de la Magistratura no controla a los medios, entonces ¿qué puede hacer si el juez le denuncia que hay algún tipo de presión por parte de los medios? Es una locura pensar a un juez poniéndose en contra de los medios de comunicación, lo digo desde un punto de vista pragmático. Los jueces no suelen confrontar con ningún poder fáctico constituido».

El ex juez de La Plata aseguró que el proyecto debe ser un punto de partida para lograr una reforma integral que no sólo abarque aspectos técnicos, sino que también modifique las relaciones de poder en el ámbito jurisdiccional. «Éste es uno de los grandes desafíos a afrontar. Con una cláusula inocente, como la de Parrilli, los medios ponen el grito en el cielo. Imagínate entonces si se tratara de una reforma integral. Hoy la ecuación está desequilibrada porque la sociedad no tiene injerencia en las designaciones, en la gestión o en la remoción de los magistrados. Hay una necesidad de conectar al Poder Judicial con la sociedad», explicó Arias.

«Una reforma judicial debe debatirse ampliamente en la sociedad, tal como ocurrió con la Ley de Medios -agregó el ex magistrado-. Hay muchos privilegios que se afectan con el cambio de las estructuras judiciales, estos poderes saben que no es el fin sino el comienzo y por eso tratan de obturar cualquier intento de modificación». La vicepresidenta Cristina Fernández sostuvo esta semana que el actual proyecto se limita a crear juzgados en la Ciudad de Buenos Aires y en el resto del país, además de abordar cuestiones de competencia, y abogó por «una verdadera reforma judicial».

Sin embargo, Luis Arias sostuvo que «es muy importante que el proyecto se apruebe porque abre la puerta a futuras reformas. «Va a ser difícil en Diputados, mi temor es que las negociaciones vayan por carriles diferentes a la razón, es decir, más ligados a las conveniencias. Existe el riesgo de que los bloques negocien a cambio de esos votos cargos de jueces en la Corte e impongan condicionamientos al Poder Ejecutivo. Y después está el filtro del Poder Judicial, va a haber una resistencia muy grande dentro de la propia esfera. Por eso es muy importante ampliar la Corte Suprema, que tiene la última palabra», concluyó el ex juez.

 

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