El Gobierno de la Ciudad aprovechó el parate de la pandemia, que tiene al colectivo de artesanos y artesanas sin la posibilidad de trabajar desde mitad de marzo, para proponer un plan que incluye el traslado de la Feria de San Telmo hacia otro sector que va desde la Avenida Independencia hasta Plaza de Mayo, pasando por Hipólito Yrigoyen y Diagonal Sur. En una reunión realizada ayer por la tarde vía Zoom, las y los delegados rechazaron por completo la iniciativa y ya analizan medidas de protesta.
«En vez de subir la Feria a nuestro histórico lugar de trabajo -al 800/900/1000, y si es necesario estirarla hasta el Parque Lezama-, el Gobierno de la Ciudad realiza esta traza sobre Yrigoyen y Diagonal Sur, donde aparte ya funciona otra feria en forma regular que está dentro de la Ley 4121 y a quienes ya les rechazaron tres veces el protocolo para poder volver a la actividad. Las autoridades porteñas dicen que ese lugar no es viable, pero sí lo sería para trasladar a la mitad de la gente de calle Defensa», cuestionaron las y los delegados en su última reunión. Y agregaron que «frente a la falta de turismo, hoy necesitamos un lugar que funcione cerca de donde vive la gente del barrio».
¿Cómo se llegó a esta situación? Desde el inicio de la pandemia, artesanes y manualistas de la Ciudad de Buenos Aires vienen exigiendo subsidios, líneas de crédito y un protocolo seguro para el regreso a la actividad. Sin embargo, la respuesta del Gobierno porteño fue insuficiente: por un lado, les ofreció (insólitos) créditos a tasa de interés del 24 por ciento y, por el otro, se vio obligado a garantizar un bolsón de alimentos cada 10 días para cada feriante de la Ciudad. Esto se logró recién en el día 80 de cuarentena.
En las últimas semanas, el Gobierno porteño cambió su estrategia y dijo que estaban dadas las «condiciones» para la vuelta a las ferias; en ese marco, alegó un protocolo de seguridad para la mudanza de la feria (ver foto abajo). El funcionario larretista encargado de presentar este plan fue Miguel de Estrada, director general de Conservación del Paisaje Urbano. «Lo único que hacen los protocolos es sacarle el espacio histórico a las ferias de la Ciudad de Buenos Aires y querer reubicarlas en lugares inviables. Las ferias están en la traza de alguna calle o parque porque ahí funcionan bien en algunos casos desde hace más de 30 años. Con este tema de la pandemia, el espacio público toma para el GCBA un valor mucho más importante que el inmobiliario y, al no poder estar encerrada la gente en espacios reducidos, ellos necesitan el lugar que las ferias venimos ocupando de manera legal y reglamentada», explicó a El Grito del Sur uno de los delegados más activos en el tema.
En caso de mover al grupo de feriantes de la calle Defensa a Diagonal Sur, los delegados estiman que unos 300 puestos quedarían afuera. Otro de los rumores es que se buscaría llevar a la traza mencionada a otras ferias ubicadas en distintos puntos de la Ciudad. Más allá de que hasta el momento las incógnitas son mayores que las certezas, artesanes y manualistas ya se organizan para evitar un nuevo atropello por parte de la administración Pro, que niega desde hace más de una década su legítimo derecho a trabajar.
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