El Gobierno pone primera con la urbanización de barrios populares

La Secretaría de Integración Socio Urbana, que conduce Fernanda Miño, tiene previsto comenzar la semana próxima con las obras de urbanización de barrios populares. La primera etapa se financiará con préstamos del BID y la CAF, además del impuesto al dólar. Se especula con que el impuesto a las grandes fortunas aporte más fondos al proyecto.

A un mes del anuncio oficial, el comienzo de las obras en los primeros barrios populares elegidos para el proceso de urbanización a nivel nacional está al caer. La Secretaría de Integración Socio Urbana tiene todo listo para dar los primeros pasos “para saldar una deuda histórica”, tal como definió su titular, la dirigente del MTE Fernanda Miño, cuando a mediados de julio se oficializó el programa “Argentina Unida por la Integración de los Barrios Populares”. El proyecto contempla en una primera etapa la inversión de 135 millones de pesos “para mejorar la calidad de vida de 2.800 familias” que viven en villas y asentamientos del conurbano, Córdoba y Río Negro, y cuya situación de emergencia quedó expuesta como una herida abierta en plena pandemia. Si todo sale dentro de lo esperado, la semana próxima habrá novedades, según confiaron a El Grito del Sur.

De acuerdo al anuncio oficial, el objetivo del programa es poner en marcha obras de infraestructura y mejoramiento del hábitat de buena parte de los 4.400 barrios populares del país censados dentro del RENABAP, durante los próximos dos años. El presupuesto ronda los 17 mil millones de pesos, disponibles en un fideicomiso con fondos provenientes en parte del impuesto al dólar turista (Impuesto País) y en mayor medida de préstamos del BID y el CAF. Se especula, de todas formas, con potenciar esa inversión a partir de un porcentaje de lo que se recaude mediante el impuesto a las grandes fortunas, cuya letra chica el Gobierno mantiene por ahora bajo siete llaves y sigue sin tener una fecha estimada para ser tratado en el Congreso.

Mientras tanto, la idea es avanzar en los barrios que -en la consideración de la Secretaría de Hábitat- tienen mayores urgencias y necesidades. La primera lista está compuesta por diez barrios: Bicentenario (Virrey del Pino), Los Paraguayos (Rafael Castillo) y René Salamanca (González Catán), todos del partido de La Matanza; le siguen Tres de Febrero (Lomas de Zamora), Santa Paula II (Moreno), Belgrano (Merlo), La Victoria (Esteban Echeverría), Pueblo Unido (Almirante Brown) y Villa Bote (Escobar); fuera del conurbano, le siguen Obrero, de Cipoletti (General Roca, Río Negro) y Parque Las Rosas, de la Ciudad de Córdoba. Las obras estarán centradas en los servicios públicos. “La prioridad hoy es el agua y las cloacas», dijo Miño.

En paralelo, la Secretaría de Integración Socio Urbana también firmó un convenio con la intendencia de Avellaneda para avanzar con obras en Villa Azul, que en mayo el presidente Alberto Fernández calificó como un símbolo de lo que el coronavirus desnudó respecto de las desigualdades estructurales que arrastra el país. A principios de esta semana, el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, visitó el barrio junto a Miño, el intendente Jorge Ferraresi y el ministro de Desarrollo de la Provincia, Andrés Larroque, y firmó su convenio propio. Nación se encargará de financiar la construcción de un polideportivo con gimnasio, cancha de fútbol, vestuarios y salón de usos múltiples, mientras que la Provincia lo hará con 200 mejoras habitacionales, que también abarcan el barrio Villa Corina y la Isla Maciel.

La idea, en todos los casos, es que las cooperativas de la Economía Popular y de los propios vecinos de los barrios ejecuten gran parte de las obras. La resolución que creó el programa, la 52/2020 del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat que conduce María Eugenia Bielsa, establece que los fondos destinados a municipios y provincias para la urbanización deben ser adjudicados en al menos un 25 por ciento a las organizaciones, que además tendrán sus propios convenios directamente desde Nación.

Ferraresi, Kicillof, Larroque y Miño, durante la recorrida por Villa Azul esta semana

Así será, por caso, en Villa Azul: todas las obras de los convenios serán ejecutadas por organizaciones, conformadas por vecinos y vecinas del barrio. “Es la mejor forma de encarar el proceso, no sólo porque genera trabajo, sino porque es muy eficiente a la hora de generar comunidad y los propios beneficiarios se apropian del barrio, lo que una constructora privada no puede garantizar”, contaron desde el Municipio de Avellaneda. Al día de hoy, este sector de Villa Azul está urbanizado en un 80 por ciento, con todos los servicios. Se avanzará ahora, primero, con 19 nuevas viviendas, y más tarde con el resto de la infraestructura pendiente, por ejemplo algunos asfaltados.

En ese punto, el programa se toca con otros similares que la cartera de Bielsa anunció recientemente, entre ellos el Procrear, Argentina Construye y el Programa Nacional de Reactivación y Terminación de Obras, que buscan fomentar la construcción por parte del Estado, en parte a través de fondos que estaban congelados desde la gestión anterior, que dejó varias obras sin terminar. Si bien el Procrear no está destinado a los barrios populares directamente, en la cartera de Bielsa apuntan a que las líneas de crédito para ampliación y mejoramiento individuales sean aprovechadas por el mismo sector social.

El combo se completa, además, con el programa “Obras más Trabajo” de Desarrollo Social. Según anunció el ministro Daniel Arroyo, unos 40 mil trabajadores y trabajadoras de la Economía Popular realizarán obras de refacción en clubes de barrio y comedores populares.

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Matias Ferrari

Periodista, comunicador y militante social. Trabajó en Página/12 y colaboró en la investigación del libro "Macristocracia" publicado por Editorial Planeta.