Las trampas de la objeción de conciencia institucional

La reglamentación del Gobierno de la Ciudad abre la posibilidad de que un establecimiento sanitario se niegue a realizar la interrupción legal del embarazo. «Las personas pueden ser objetoras de conciencia, no las instituciones», cuestiona Paula Sagel, integrante de la Red de Profesoras de la Facultad de Derecho (UBA).