Les pibis también hacemos política

Ayer fue Lucas Grimson, un poquito más atrás Ofe y mañana puede ser cualquiera de nosotres, cualquier pibi que, como miles de jóvenes en nuestro país, haya elegido la política como herramienta de transformación. Estudiamos el pasado lejano, aprendemos y reflexionamos sobre nuestro pasado reciente, y ponemos el cuerpo en el presente para aportar a la construcción de un futuro socialmente más justo e igualitario.

Foto: Abril Pérez Torres

El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas fijó el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud. El objetivo desde un comienzo fue promover el papel de la juventud como socia esencial en los procesos de cambio y generar conciencia sobre los desafíos y problemas a los que se enfrentan. Con este espíritu, las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación invitaron a Lucas Grimson, integrante de la Dirección de Adolescencias y Juventudes, a participar ayer de su reporte diario para hablar sobre la situación del COVID-19 en nuestro territorio. Y lo que para muches representó un enorme gesto político de visibilización, valoración y empoderamiento de la juventud, para muchOs otrOs significó la oportunidad de volver a humillarnos, criticarnos y juzgarnos por el simple hecho de ser, por estar y empezar a ocupar los espacios que históricamente nos fueron negados.

Durante casi cinco minutos, por primera vez en la Argentina, un pibe de 19 años fue transmitido a todo el país hablando desde y hacia la juventud. En su intervención Luki Grimson habló del rol de la juventud en medio de la pandemia, puso en valor el trabajo que vienen desarrollando desde la Dirección de Adolescencias y Juventudes, supo plantearnos a les pibis la importancia de cuidarnos, sin caer en un discurso moralista y paternalista al que nos tienen acostumbrades. Durante casi cinco minutos la juventud fue protagonista, una vez más, de la construcción política de un proyecto de país que indefectiblemente tiene que cerrar con todas, todos y todes adentro.

“Es clave que nosotres, les jóvenes, también nos cuidemos. Nadie es más piola por no usar el barbijo en la calle o por ponérselo mal. Los pibes, las pibas, les pibis podemos ser parte y enfrentar esta pandemia, pero no vamos a poder ser protagonistas del mañana si no tenemos un lugar desde ahora. Participando en el presente para construir el futuro que se viene, hoy las juventudes nos hacemos escuchar”. Estas fueron las palabras con las que cerró su intervención. Sin embargo, algunOs prefirieron prestar más atención al uso del lenguaje inclusivo durante su discurso, antes que al contenido y significado de su mensaje.

Ayer «LES PIBIS» fue tendencia en Twitter durante varias horas, con un sinfín de agravios y desestimaciones hacia un pibe de 19 años. Si es un acomodado político, si cobra no sé qué barbaridad de plata por mes, y otras tantas objeciones que lo único que hacen es disfrazar el odio y el miedo que les genera que hoy los pibes, las pibas y les pibis hagamos política y ocupemos los lugares que durante muchísimos años creímos inalcanzables. Les escandaliza ver cómo nos hacemos cargo de nuestro presente para transformar nuestro futuro. Les horroriza que les conchudes y les nenites tomadores de colegios seamos parte activa y decisiva de la construcción de otro modelo de país, de un modelo opuesto al que nos impusieron desde hace cientos de años. Eligen aferrarse a una estructura del lenguaje anquilosada que expone día a día la supresión de miles de identidades. Actúan dando manotazos de ahogados para evitar que avance un proceso de cambio que -le guste a quien le guste- ya empezó.

Foto: Abril Pérez Torres

Entre todo el vomito de odio derramado ayer en las redes sociales contra Lucas Grimson, quizás el tweet de Agustín Laje sea el más fiel reflejo del verdadero pensamiento que esconde el accionar sistemático de un sector de la sociedad para vapulear de manera desmedida a cada joven que se anima a involucrarse políticamente. «»Representante de la juventud»… un tipo débil, ultra-delicadito, tembloroso, que lloriquea por las «minorías» y quiere salvar al mundo con la «e». Otra juventud se pondrá de pie, y revestirá virtudes allí donde los que salieron del molde del que te sacaron generó sumisos», posteó Laje en su cuenta oficial de Twitter en respuesta al video del joven.

No quedan dudas, nos quieren callades, inmóviles, apátiques, individualistas. Quieren seguir reproduciendo una casta política que se viste de espalda a su pueblo con traje y corbata para aparentar una entereza que no resiste la más mínima fisura. Quieren una casta política contra la que nosotres nos enfrentamos. Hoy les pibis somos rebeldía, somos glitter, somos fiesta, somos orgullo y somos política. Quizás aquella célebre frase de Cristina Fernández de Kirchner en el Senado, allá por diciembre de 2017, sirva para graficar en parte algo de todo lo que venimos haciendo les jóvenes los últimos años. «Voy a discutir todo», dijo la entonces senadora, dos veces presidenta y actual vicepresidenta de la Argentina. Y es así, les pibis vinimos a discutirlo todo, vinimos a cuestionar las viejas estructuras y poner en jaque a un sistema que desde hace tiempo viene dando malos movimientos de juego.

Somos la juventud del Cordobazo, somos esos y esas estudiantes que en el 2012 tomaron casi 70 colegios para ser parte de la discusión sobre sus planes de estudios, somos las miles de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries que inundaron las calles para pedir la legalización del aborto y la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral en nuestros lugares de estudio, somos les jóvenes que en 2018 ocuparon junto a sus docentes 57 universidades de todo el país para defender la universidad pública, nos vemos reflejades en cada estudiante de los profesorados que enfrentó la UNICABA para defender su formación académica. En palabras de Wos, «somos de los pocos locos que andan buscando placer y aunque quieran vernos rotos no damos brazo a torcer». Hoy somos, pero también fuimos y queremos seguir siendo protagonistas del cambio que esta sociedad necesita para construir un futuro en el que, parafraseando a Rosa Luxemburgo, todes seamos socialmente igualeshumanamente diferentes y totalmente libres.

Ayer fue Luki, un poquito más atrás Ofe y mañana puede ser cualquiera de nosotres, cualquier pibi que, como miles de jóvenes en nuestro país, haya elegido la política como herramienta de transformación. La juventud se puso en marcha y el cambio es inevitable.

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Christopher Loyola

Estudiante de Edición (FFyL-UBA), Presidente del Centro de Estudiantes de Filosofía y Letras (CEFyL).