En sesión especial y con una modalidad mixta, entre virtual y presencial, el Jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel presentó su informe de gestión ante la Legislatura. En una sesión que se extendió durante más de 5 horas, el funcionario más cercano a Larreta dio cuenta de algunos de los indicadores que marcan la gestión Pro en la Ciudad de Buenos Aires y respondió (algunas) preguntas de los bloques de la oposición.
Según el artículo 34 de la Ley 6.292, el Jefe de Gabinete debe concurrir dos veces al año a la Legislatura para exponer el Plan de Gobierno y someterse a las preguntas de la oposición parlamentaria. En su exposición, Miguel se centró en las políticas de fortalecimiento sanitario que se desarrollaron al calor del avance de la pandemia. En ese marco, señaló las políticas impulsadas desde el GCBA y agradeció el aporte del Gobierno nacional en torno a la provisión de respiradores.
Sin embargo, los silencios destacaron más que las respuestas. En su alocución, Felipe Miguel omitió referirse a la vinculación de policías de la Ciudad en la causa por espionaje interno de la AFI, a los gastos (y su falta de control) en el marco de la emergencia sanitaria, y a las deficientes políticas sanitarias para los barrios populares.
Tras una hora de exposición comenzaron las preguntas. Entre las intervenciones del Frente de Todos destacó la del legislador Leandro Santoro, quien exigió la implementación de un plan de reactivación para la Ciudad y señaló que «todas las ciudades presentaron un programa de salida pero en CABA no existe». Santoro habló de de «pocas, tardes y tenues» políticas de alivio fiscal, y señaló que casi no existen transferencias a los sectores más postergados de la Ciudad ni a las PyMES.
Asimismo, en su acalorada intervención, Santoro aprovechó para señalar el escándalo de sobreprecios en la compra de barbijos, donde esta implicado el propio Jefe de Gabinete Felipe Miguel, cuyo hermano figuraba como integrante de una de las empresas beneficiadas de la licitación. El legislador de origen radical rescató que haya sido rescindido el contrato, pero denunció que el GCBA recuperó solo 60 de los 170 millones de pesos destinados a comprar barbijos con sobreprecios. «Se compraron barbijos N95 vencidos a 3.000 pesos cada uno, cuando tenían un valor de mercado de 1100». Santoro también increpó al Jefe de Gabinete tras señalar la vinculación de su hermano con Ignacio Saénz Valiente, responsable de la compra y socio del hermano de Miguel.
Otro de los temas que intentó instalar la oposición fue el trabajo de los efectivos que cumplían tareas de espionaje para la AFI. «Eran espías que tenían sus sueldos en la CABA, pero cumplían tareas en un grupo paralelo de investigación para la AFI», sentenció Santoro y finalmente blandió la foto de Arshak Karhanyan, el policía de la Ciudad desaparecido hace dos años y medio. En la misma línea, la legisladora Victoria Montenegro denunció el accionar conjunto de la Policía de la Ciudad y los servicios de inteligencia y retomó algunos de los dichos del propio Miguel, quien en una exposición de 2019 reconoció este accionar pero luego se desdijo de estas declaraciones.
Otro de los ejes abordados por la oposición fue la represión en las manifestaciones, sobre todo a partir de lo ocurrido este último fin de semana en la movilización por Santiago Maldonado y Facundo Castro. «¿Con qué protocolo se decide a qué manifestaciones reprimir y a cuáles no?», señaló la legisladora Myriam Bregman (PTS-FIT). La abogada también denunció los 7 casos de gatillo fácil sucedidos durante la pandemia y denunció el espionaje a referentes y organizaciones sociales que se impulsan desde el Gobierno porteño. «Un ejército de buchones a sueldo: queremos saber quiénes son los agentes encubiertos, quiénes son los agentes reveladores». Finalmente, Bregman denunció que en la Policía de la Ciudad aún revisten 282 agentes que cumplieron tareas durante la última dictadura, la mayoría en altos mandos de la fuerza.
