Entre el rabino peronista y los nazis en Argentina

De Hebraica al Teatro Yiddish, de las donaciones de la Fundación Evita al templo de la calle Libertad. El rabino peronista y el candidato judío de Perón para el Once conviven con el intento justicialista de encuadrar en una nueva organización a aquellos judíos que comulgaban con las ideas de Perón y Evita. Se estrena el documental "Perón y los judíos" y hablamos con su director, Shlomo Slutzky, para conocer todos los detalles.

Un barco de la Fundación Evita zarpa con donaciones de frazadas desde el puerto de Buenos Aires rumbo a Israel. Perón celebra, asiste y habla en la inauguración de la Organización Israelita Argentina. El rabino Amram Blum es nombrado por el General como asesor en temas religiosos y capellán en el Ejército argentino y es quien reza un «kadish de duelo» cuando fallece Evita. Mientras tanto, ataques antisemitas e imágenes de judíos estereotipadas conviven con un mundo en ebullición post Segunda Guerra Mundial y con un país que oficia de refugio para cientos de jerarcas nazis.

Este jueves se estrena «Perón y los judíos», realizado por el periodista y director argentino-israelí Sergio Shlomo Slutzky. El documental parte de un interrogante: la búsqueda de respuestas por parte de Slutzky para comprender si su padre Moris era o no gorila. Es con esa pregunta que el cineasta emprende una investigación por Israel y Argentina para reconstruir el vínculo de Perón con los judíos, desandar los mitos sobre el antisemitismo peronista y analizar la relación entre la dirigencia comunitaria y el líder político.

La historia personal de Slutzky es la excusa para indagar en la tradición política del pueblo argentino y la relación de la comunidad judía con el peronismo y con Perón. El film compila numerosos testimonios a ambos lados de la grieta y del océano, y se encarga de instalar una idea: no existen blancos y negros al momento de analizar la relación entre el General y la comunidad judía argentina. De Hebraica al Teatro Yiddish, de los comercios del Once al templo de la calle Libertad. El candidato judío de Perón para el barrio del Once convive con el intento justicialista de encuadrar en una nueva organización -opositora a la DAIA- a aquellos judíos que comulgaban con las ideas de Perón y Evita.

«Lo arreglamos a las trompadas o hacemos una película. Yo decidí hacer una película», explica Slutzky en diálogo con El Grito del Sur. «El profesor Raanan Rein, vicepresidente de la Universidad de Tel Aviv y estudioso del peronismo, viene al país con datos para demostrar que, al contrario de lo que se pensó mucho tiempo entre los judíos, Perón no era antisemita, ni antiisraelí, ni pronazi. Y lo explica con datos. Entonces, ¿por qué los judíos le tenían una reticencia de ese tipo a Perón? Es fundamental tratar de escuchar y entender al otro. Comprender el contexto en el que está diciendo algo», agrega el director.

Es en esos debates incisivos y contradictorios donde se entromete el documental. Y para ello, hace una reivindicación fundamental del papel del testimonio: son muchos de los protagonistas de la historia los que van dejando memorias, análisis y recuerdos para tratar de recomponer la compleja trama de relaciones entre Perón, el peronismo, las instituciones judías y la sociedad argentina. El hilo conductor del relato es la voz en off de Shlomo en un español con acento israelí, quien accede a archivos históricos y memorias poco presentes en el imaginario judeo argentino y en la tradición peronista.

La pregunta por el contexto y la búsqueda por pensar la realidad de un joven judío en la Argentina de los 40, reconstruyen una veta que le permite al director sumergirse en un capítulo fundante de la historia política de los judíos en nuetros país. Y sin lugar a duda, del posicionamiento de sus instituciones, un eje que se extiende hasta la actualidad. Consultado por el corrimiento de la dirigencia comunitaria hacia posiciones de extrema derecha -como en el caso del diputado Waldo Wolff-, Slutzky responde: «Uno de los problemas que hay es que se empuja a la comunidad judía al tema de la grieta y se utilizaron cosas como la cuestión del memorándum con Irán o lo de Nisman para manipular las cosas de tal manera que se pudiera decir que el gobierno de los Kirchner era antisemita. Y de esa manera mandar a los judíos a uno de los lados de la grieta», explica en diálogo con este medio.

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«Hay que tratar de escuchar al otro, de entender por qué ve las cosas diferentes. No digo que hay que tranzar con los ideales, con las posiciones. Pero sí hay que tratar de escuchar al otro porque puede ser que haya gente que está en el medio y que uno pueda ganar para sus filas. Hay más de un ejemplo que puede mostrar que el peronismo perdió en cosas que, tal vez con otros tonos, hubiera podido conseguir mayorías», concluye Slutsky.

«Perón y los judíos» se estrena esta semana y tendrá dos exhibiciones por CinearTV: el jueves 24 y el sábado 26, ambas a las 22hs. Posteriormente se podrá ver gratis en la plataforma Cinear desde el 25 de septiembre hasta el 1 de octubre. A partir del 8 de octubre, el film quedará disponible en la plataforma para alquiler a solo $30.

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Yair Cybel

Una vez abrazó al Diego y le dijo que lo quería mucho. Fútbol, asado, cumbia y punk rock. Periodista e investigador. Trabajó en TeleSUR, HispanTV y AM750. Desde hace 8 años le pone cabeza y corazón a El Grito del Sur. Actualmente también labura en CELAG y aporta en campañas electorales en Latinoamérica.