Métodos anticonceptivos: un traje a medida

En el Día Mundial de la Anticoncepción, la médica ginecóloga Vilma Rosciszewski dialogó con El Grito del Sur sobre la importancia de visibilizar toda la oferta de anticonceptivos disponibles, los mitos asociados a éstos y la atención de la salud sexual y reproductiva en tiempos de pandemia.

Contraception Education Concept with Oral contraceptive, Emergency Pills, Injection Contraceptive and Male Condom.

El 26 de septiembre es el Día Mundial de la Anticoncepción. El objetivo de esta fecha es informar y concientizar sobre los diferentes métodos anticonceptivos para que cada persona pueda elegir el que cubra mejor sus necesidades. Para Vilma Rosciszewski, médica ginecóloga y creadora de la cuenta de Instagram Gineco y vos, “todos los días es día para hablar de los métodos anticonceptivos”.

“Los días como éste son importantes para visibilizar el tema, para seguir hablando”, dice Rosciszewski en diálogo con El Grito del Sur y recuerda que “esta semana es también es la semana de embarazo no intencional en adolescentes”. Según el Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia 2017-2019 (Plan ENIA), en Argentina 8 de cada 10 embarazos en jóvenes menores de 15 años y 7 de cada 10 en mayores de 15 son no intencionales. “Por eso es importante seguir hablando e insistir con la anticoncepción”, subraya la ginecóloga.

En la década del ‘60, la irrupción de la pastilla anticonceptiva permitió que las personas que menstrúan pudieran decidir sobre sus cuerpos y elegir tener relaciones sexuales por placer, sin un fin reproductivo. Sesenta años después, la oferta de métodos anticonceptivos es cada vez más amplia: dispositivo intrauterino (DIU); sistema de liberación intrauterino de levonorgestrel (SIU); diafragma; esponja vaginal; implante subdérmico; anillo vaginal; parche y el siempre confiable preservativo (masculino y femenino), que es el único que previene infecciones de transmisión sexual (ITS).

“La canasta de métodos anticonceptivos es amplia y es importante que sepan que es gratuito, porque a veces algunos no lo saben y se quedan con que ‘no tengo plata’ o ‘la obra social no me lo cubre’”, afirma Rosciszewski. Salvo el anillo vaginal, el parche anticonceptivo y el preservativo femenino, el resto de los métodos están incluidos en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y son gratuitos. “Los hospitales tienen preservativos (para pene) de manera gratuita, no tenés ni que pedirlos, agarrás y te vas. Y te podés llevar los que quieras”, agrega.

Anticonceptivos para elegir

“Siempre digo que hablar de anticoncepción es como hablar de un traje a medida, no es que a todos se les puede dar todo. Nosotros (los ginecólogos) vamos orientando por si tienen efectos adversos o contraindicaciones -explica la creadora de Gineco y Vos-. En la adolescencia, tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Ministerio de Salud recomiendan que se opten por métodos de larga duración para evitar olvidos (de tomar la pastilla) y embarazos inoportunos”.

Dentro de la oferta de anticonceptivos disponibles, Rosciszewski explica que los preservativos masculinos y femeninos y el campo de látex son un método barrera. “Pero el campo de látex no funciona como anticonceptivo”, aclara la ginecóloga.

“Después tenés las pastillas anticonceptivas, que hay un gran abanico porque tenemos anticonceptivos hormonales combinados con estrógeno y progesterona, tenemos estrógeno y progesterona diferentes, más o menos naturales, para las que quieren menstruar y las que no -enumera-. Ahora también hay sin estrógeno que fueron un boom en Argentina y tiene muchos beneficios porque, por ejemplo, una mujer de 35 años que es muy fumadora, puede tomarlas. Hay anticonceptivos para elegir”.

En el caso de que la persona se olvide de tomar las pastillas todos los días o que, por alguna razón de salud no pueda tomarlas, Rosciszewski señala que existe “la inyección, que puede ser mensual o trimestral”. “La trimestral puede ser para aquellas que dan de amamantar y durante dos años se pueden colocar cada tres meses la inyección”, indica.

Un método muy elegido por sus pacientes es el anillo vaginal. “Tiene muy buena llegada. Viene un poco de la mano con la copa menstrual y esto de poder tocarse y aprender de la vagina. El anillo se coloca una vez al mes, se saca una semana para menstruar y nadie lo nota”, afirma.

Además, están los parches anticonceptivos, un sticker que se adhiere a la piel y libera hormonas que previenen el embarazo. Este método requiere que la persona se ponga un parche cada semana y, al igual que con el anillo, deja de utilizarlo una semana para la menstruación.

“El anillo tiene una buena adhesión, las pacientes lo usan. El parche se despega un poco y ahí depende de la persona si quiere que se vea o no. Muchas cuando es verano no quieren que se vea porque todavía existe un tabú sobre este tema”, lamenta la ginecóloga.

Otra posibilidad incluida en la canasta de anticonceptivos gratuitos es el dispositivo intrauterino (DIU). “Tenés dos: el de cobre y el hormonal que entró en el PMO este año, así que la gente tiene más facilidad para acceder y se coloca muchísimo”, dice Rosciszewski.

Y a estos métodos de larga duración se les suma el implante o “chip” que tiene una duración de tres años. “Es como un fosforito que se coloca abajo de la piel. Es un gran método porque logró bajar la curva de embarazo no intencional”, explica.

Rosciszewski sostiene que la anticoncepción “es como un traje a medida” porque “no toda la vida vas a usar lo mismo”. “Lo que vos tomes a los 15 años depende de lo que te pasa, de cómo vas evolucionando, de si tuviste hijos o no. Hay gente que sólo se quiere cuidar con preservativo y que, si es grande y responsable, puede hacerlo”, asegura.

De todas formas, añade, siempre es necesario hacer una consulta ginecológica para elegir la mejor opción y nunca “tomar las pastillas que toma tu amiga o ir a comprar cualquier marca a la farmacia” ni guiarse por lo que dicen las redes sociales.

Anticoncepción en pandemia

La Asociación Médica Argentina de Anticoncepción (AMAdA) elaboró una guía de recomendaciones para el manejo de la anticoncepción durante la pandemia de coronavirus. El documento creado por AMAdA señala que “la atención de la salud sexual y reproductiva es considerada un servicio esencial” y por eso “debe garantizarse aún en tiempos de pandemia”.

“El acceso a los métodos anticonceptivos mantiene la autonomía de las mujeres, reduce los embarazos no intencionados y, en definitiva, impacta favorablemente tanto en las mujeres como en la vida, la salud y el bienestar familiar, particularmente en tiempos de estrés y dificultades”, expresa la guía de recomendaciones.

Sin embargo, aclaran desde la Asociación, es importante llevar adelante la estrategia del “acercamiento sin contacto” y facilitar las consultas de forma virtual, siempre y cuando sea posible. La AMAdA afirma que debe mantenerse la prescripción de anticonceptivos hormonales combinados (pastillas, parches y anillos). “En el caso de uso de inyectables combinados considerar rotar a ACO (anticonceptivos combinados), anillos o parches, dado que la aplicación de inyecciones representa un potencial riesgo de exposición por ser un contacto estrecho con quien lo aplica”, agrega.

“En el caso del implante, estás muy cara a cara con el paciente al momento de sacarlo -explica Rosciszewski a este medio-. Para que la paciente no salga y aumente el riesgo de contagio (de coronavirus) de esa persona y del profesional de la salud es que se decidió extender el tiempo para cambiarlo”.

La ginecóloga asegura que “los estudios científicos avalan que el implante tiene una duración de hasta cinco años”, aunque la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) lo aprobó por tres. “Por la pandemia, la AMAdA dio la posibilidad de que el implante se pueda tener hasta cuatro años y el DIU hasta seis”, añade.

En el caso de pacientes de coronavirus, si el cuadro es leve y la persona no tiene factores de riesgo, la Asociación sostiene que se puede seguir utilizando anticoncepción hormonal combinada. Si el cuadro se agrava el paciente debe ser internado de gravedad, se puede suspender la anticoncepción hormonal combinada (consulta médica mediante).

“Hormonal no es mala palabra”

A pesar de la seguridad de las pastillas anticonceptivas, Rosciszewski señala que “siguen existiendo mitos que les dan mala fama” por el miedo a los posibles efectos adversos, como pueden ser la retención de líquidos o aparición de acné, entre otros.

“Hay que entender que la semana que vos suspendés las pastillas (y tomás placebo) se produce un pequeño sangrado, pero no es que hubo una ovulación, no es una menstruación real. Eso a veces está mal visto y mucha gente que quiere menstruar normal pasa a no cuidarse”, apunta la ginecóloga.

A su consultorio, relata, van muches adolescentes que preguntan por la cantidad de hormonas que tienen los métodos anticonceptivos y no quieren utilizarlas. “Ahora la palabra hormona es como fea o está mal vista. Hormona no es una mala palabra. No le hacen nada al cuerpo y es algo que está estudiado”, asegura Rosciszewski.

También sostiene que las pastillas han cambiado a lo largo de los años y “se han ido perfeccionando”. “Les decimos a todos que se queden tranquis, que cada vez las pastillas son más modernas para tener menos efectos adversos. No es la misma que salió hace 60 años”, tranquiliza.

La creadora de Gineco y Vos subraya que la gran cantidad de embarazos no intencionales en adolescentes y de jóvenes que eligen no cuidarse dan cuenta de que “sólo con preservativo y ese discurso (en contra de los métodos anticonceptivos con hormonas) no llegamos a ningún lado”.

“Si una persona es adulta y responsable y quiere usar sólo preservativo, está bien. Pero esas chicas de 15 que no quieren tomar pastillas no tienen las herramientas que tiene una mujer de 30. Veo mucho embarazo inoportuno, que las infecciones de transmisión sexual aumentan”, advierte.

Rosciszewski recuerda que los métodos anticonceptivos, salvo la ligadura de trompas y la vasectomía, son reversibles. “Cuando vos sacás el método, vuelve a la normalidad. Vos podés elegir la pastilla unos años y después elegir otra cosa. La canasta es amplísima”, destaca.

 

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.