«Nadie quiere vivir en una casa de cartón»

Se estima que el déficit habitacional en Argentina es de 4 millones de viviendas. Mientras rechazan cualquier tipo de salida represiva, desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) señalan que la resolución del conflicto está en "acelerar las políticas que tengan que ver con la integración sociourbana".

El que avisa, no traiciona: “Hay una oleada de toma de tierras y esto se va a profundizar. La gente no va a querer seguir viviendo hacinada con el virus dando vueltas”, advirtió el dirigente social Juan Grabois en una entrevista a principios de agosto. Un mes después, hay tomas de tierra en distintos puntos del país, en particular en el conurbano: San Fernando, Los Hornos, Guernica y Moreno son sólo algunas de las localidades donde grupos de personas dividieron parcelas de tierra y armaron viviendas precarias.

“Lo que pasa es que genuinamente la gente busca un lugar donde vivir”, dijo a El Grito del Sur Nicolás Caropresi, referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), y aclaró que las tomas no sólo son producto del “hacinamiento de estos cinco meses encerrados”. “La situación deficitaria viene de mucho antes y se profundizó con cuatro años de macrismo”, señaló.

Esta no es la primera vez que la crisis habitacional deriva en una toma de tierras. En diciembre de 2010, miles de familias ocuparon el Parque Indoamericano reclamando el derecho a una vivienda digna. Después de unos días, un operativo conjunto entre la Policía Metropolitana y la Federal irrumpió en el predio y reprimió con balas de goma adulteradas con plomo. El resultado: tres personas fueron asesinadas.

Según Caropresi, frente al aumento de la pobreza -profundizada por la pandemia- y de “la falta de un horizonte claro” de qué va a suceder cuando pase la crisis sanitaria, “hay miles de vecinos que tratan de encontrar una solución habitacional”. “Por más que Berni contrate más de dos millones de policías, ese problema va a seguir estando -sostuvo el militante social-. Ahora están frenados los desalojos, pero cuando esa situación se retrotraiga, ¿qué va a pasar? ¿Qué va a pasar cuando el mercado inmobiliario aumente los precios?”.

Los integrantes del MTE denuncian que “el déficit habitacional (en Argentina) es de 4 millones de viviendas”. La agrupación, que está en contacto con algunas de las personas que están en los predios tomados, propone que la resolución del conflicto es “profundizar y acelerar las políticas que tengan que ver con la integración sociourbana”. “Así como hacen con los countries, que compran tierra y se encierran a vivir ahí, lo mismo se puede encarar con un proceso desde el Estado en el que el vecino entre en el plan de pago de un terreno con la distribución y el loteo garantizado”, sugirió Caropresi.

Mientras tanto, las respuestas de los gobiernos son diversas. El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, prometió que quien ponga “un pie en un terreno que tiene dueño, va preso”. “No podemos dejar que detrás de una necesidad básica, como es tener una vivienda, se avance de forma irregular sobre bienes que nos son propios”, aseguró.

Su par a nivel nacional, Sabina Frederic, sostuvo que las tomas no son “un tema de Seguridad”, sino que “es un tema de déficit habitacional y una presión por el mercado de tierras que evidentemente hay que paliarlo con soluciones que se anticipen al problema”.

“La respuesta penal por parte del Estado, que es lo que los intendentes le van a exigir a Axel (Kicillof), debería ser la última. Tenemos personas que no tienen la cuestión habitacional resuelta y durmiendo en la calle desde la mitad del macrismo hasta hoy -afirmó Caropresi-. Estamos tan atrás de la agenda de la población que la única respuesta que tienen es la policial. Por eso de las tomas hablan Berni y Frederic y no tenemos a María Eugenia Bielsa poniéndose al frente de la discusión”.

Bielsa está al frente del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, cartera inaugurada por el presidente Alberto Fernández. En agosto, la funcionaria reconoció que algunas tomas son “consecuencia del hacinamiento”, pero sostuvo que “los episodios del conurbano bonaerense tienen otra matriz”.

Caropresi, por su parte, opinó que nunca va a “condenar a alguien que toma la tierra. Si bien puede haber mafias en el medio, hay gente a la que genuinamente le negaron el techo y no es un delincuente, es un papá, una mamá, un hermano tratando de buscar una solución para su familia. La vivienda digna es un derecho que les está siendo negado”.

Para el militante del MTE es necesario que el Estado brinde una respuesta. “Es un problema que nos estalla en la cara cada 10 o 15 años y tiene que ver con la matriz sistémica en la que vive el pueblo argentino donde grandes extensiones de tierra se concentran en pocas manos”, aseguró. Según Caropresti, si no hay una planificación estatal “las personas resuelven sus cuestiones de vida de manera desorganizada”. “Y se termina teniendo esta discusión mano a mano entre una persona que vive en una caja de cartón y un policía que viene a cumplir el rol del Estado”, añadió.

“La vivienda digna es un derecho, nadie quiere vivir en una casa de cartón. Por eso me parece una barbaridad que Sergio Massa diga que le tienen que sacar la Asignación Universal por Hijo a quienes están en las tomas, es lo contrario al peronismo porque cuando cuando hay una necesidad te sacan un derecho -afirmó Caropresti-. Si no te gusta que la gente viva hacinada, sin luz y en un terreno que es propiedad de alguien, eso se resuelve con un plan de vivienda”.

 

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Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.