Autopsia de Facundo: «hubo presiones y manipulaciones»

La familia de Facundo Castro denunció que el informe "se consensuó previamente" sin su participación y cuestionó la decisión de la odontóloga Marta Maldonado, que se dio vuelta sobre el fenómeno “Pink Teeth”. De todas formas, se confirmó que Facundo tuvo una "muerte violenta" por asfixia por sumersión.

El grupo de abogados, organismos de derechos humanos y especialistas que acompañan a Cristina Castro en la investigación por la desaparición forzada seguida de muerte de su hijo Facundo reafirmaron hoy que la querella firmó “en disidencia parcial” el informe con los resultados de la autopsia realizada en la sede del Cuerpo Argentino de Antropología Forense en la Ex Esma y que se incorporó este mediodía a la causa.

En una conferencia de prensa vía zoom organizada por Amnistía Internacional, la perito de parte de la familia, Virginia Creimer, denunció que el informe ya había sido “acordado, con sus conclusiones, y a escondidas”, previamente por el resto de los peritos, “impidiendo que la querella discutiera los conceptos científicos y no científicos” vertidos. La perito aclaró de todas formas que “a pesar de esas circunstancias gravosas”, se llegó a la conclusión de que “Facundo murió de forma violenta, por asfixia”.

“Sabíamos que esto podía suceder, que podían haber presiones, pero la autopsia igualmente confirmó que mi hijo no se suicidó ni tuvo un accidente, sino que lo mató la Policía Bonaerense”, agregó por su parte Cristina Castro y adelantó que “en las próximas horas” se darán a conocer “pruebas de ADN” que confirmarían la hipótesis que involucra a las fuerzas de seguridad.

La junta de peritos y peritas forenses a cargo de la autopsia determinó que Facundo murió por “asfixia por sumersión (ahogamiento)”, que se trató de una “muerte violenta” y que “no se encontraron signos” de intervención de terceras personas en la muerte. Además, precisó que Facundo murió en el mismo lugar donde fueron hallados los restos esqueletizados y semienterrados de su cuerpo el 15 de agosto, en el canal conocido como “Cola de Ballena”, cerca de Villarino Viejo.

Pero la autopsia no alcanzó para determinar cómo murió Facundo, mas allá del ahogo por sumersión, debido al avanzado estado de descomposición de los restos, que limitaron en parte las conclusiones tajantes. Las lesiones encontradas en los huesos corresponden a agresiones posteriores a la muerte, según el informe, punto en el que la querella tiene sus dudas, que fueron manifestadas en la conferencia de prensa de esta tarde.

“Llama la atención (que el informe) se expida por lo negativo respecto a la ausencia de terceras personas, cuando lo correcto es que sea por lo afirmativo, por los datos positivos que se encuentran, no los negativos. Es una línea que nunca debió estar ahí. Pero el hecho de haber firmado que no existían signos del accionar de terceros en realidad no descarta el accionar de terceros, por eso mi aclaración fue esa. Eso generó un escándalo de los peritos de la Corte”, relató Creimer.

Viriginia Creimer, perito de la querella

En ese sentido, uno de los abogados de la querella, Leandro Aparicio, afirmó que al informe “le faltó el contexto, tal como lo indica el protocolo de Minnesota”, que tiene que ver con el “enorme caudal de pruebas” preexistentes a la autopsia que confirman la desaparición forzada seguida de muerte a manos de la Bonaerense, desde el testimonio de testigos hasta el hallazgo en uno de los patrulleros peritados del ADN que se corresponde con el de la propia Cristina.

“Cuando se habla de muerte violenta hay tres posibilidades: suicidio, accidente o, como en este caso, homicidio. Facundo no hizo 120 kilómetros a dedo hasta un cangrejal para suicidarse, ni Facundo ni nadie. Tampoco hay indicios de un accidente. Lo que creemos se confirmó hoy es lo que venimos sosteniendo desde un principio: a Facundo lo desapareció y lo mató la Bonaerense”, sostuvo Aparicio.

En ese punto, una de las disidencias más importantes remarcadas por la querella tiene que ver con el fenómeno conocido en medicina forense como “Pink Teeth”, la aparición de uno o más dientes rosados o de coloración rosada por transparencia del esmalte. El informe sostiene que “debe ser considerado orientador pero inespecífico para establecer causa de muerte”. Creimer denunció que la odontóloga Marta Maldonado le había confirmado al inicio de los estudios, a fines de agosto, que se podía tratar de un “fenómeno vital” para dar precisiones de una agresión pre-mortem, pero que durante la autopsia de hoy cambió de opinión.

“De un día para el otro cambió. La médica, ya en otros casos como el de Franco Casco, dijo fehacientemente que se trataba de un fenómeno vital, y lo mismo dijo al inicio de la autopsia, y están los videos. Pero hoy, llamativamente, y en coincidencia con los médicos de la corte, dijo que se trataba de un fenómeno post mortem”, aclaró Creimer.

La perito también dejó un palo para la jueza federal María Gabriela Marrón, a cargo de la causa, porque no comunicó en el informe dirigido a los medios la disidencia de la familia. “Eso tiene que ver con un entramado de peritos que se reunió a escondidas para consensuar un informe previamente”, agregó y dijo que no descarta pedir una nueva autopsia en un futuro.

Cristina Castro, por su parte, dijo que “ya sabía que esto podía pasar” y que los resultados “ya me los habían dado antes”. “Con una sola contradicción, de la odontóloga, que ha sido presionada y manipulada por otras personas. No se lo voy a permitir”. “Esto recién empieza”, cerró.

 

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