Descolonizar la historia que nos han contado

La joven abogada Aymara Choque recuerda que en la escuela se hablaba de los indígenas “como algo sucio, que había que traerle la civilización” y como parte del pasado. “Nosotros existimos, resistimos y somos millones”, afirma. Su papá iba a la escuela las vísperas de todos los 12 de octubres para explicar que esa fecha no es motivo de celebración.

Un 12 de octubre, cuando Aymara Choque estaba en la escuela primaria la maestra les mandó una tarea: que todos los alumnos buscaran de qué parte de Europa venían sus apellidos. “Lo dijo así, desde una mirada eurocentrista, dando por sentado de que todos venimos de Europa”, recuerda Aymara. Ella es quechua y su apellido significa “papa”.

El último 12 de octubre, mientras se realizaba la marcha en contra del Gobierno, el Ministerio de Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires proponía iluminar edificios y monumentos porteños -Monumento a los Españoles, Usina del Arte y la Facultad de Ingeniería- con los colores de la bandera española para celebrar la Fiesta Nacional de España.

“Cada 12 de octubre se celebra la Fiesta Nacional de España, la misma es la denominación oficial que recibe el Día Nacional de España”, explica la gacetilla de la cartera que encabeza Clara Muzzio y agrega un fragmento de la ley española que dic: “La fecha elegida simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”. “Es decir, conmemora el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón el 12 de octubre de 1492”, cierra el texto.

“Creo que se quiere volver a instalar esto del ‘descubrimiento’ o del ‘encuentro entre dos mundos’ -denuncia Aymara-. Estas teorías se ven confrontadas por nuestros discursos orales porque el 12 de octubre no hubo un descubrimiento porque los pueblos originarios ya estábamos hace más de 500 años en Abya yala, que no se llamaba América. Tampoco fue un ‘encuentro entre dos mundos’, fue el genocidio más grande de la humanidad”.

La abogada y activista señala que “la historia habla del origen del hombre”, pero siempre “desde una mirada europea”. “No tenemos una visión del origen del hombre desde Abya yala, entonces estamos recontra invisibilizados”, lamenta y resalta la importancia de “descolonizar la historia que nos han contado”.

Aymara recuerda que en la escuela se hablaba de los indígenas “como algo sucio, que había que traerle la civilización” y como parte del pasado. “Nosotros existimos, resistimos y somos millones”, afirma. Su papá iba a la escuela las vísperas de todos los 12 de octubres para explicar por qué esa fecha no es motivo de celebración.

Facultad de Ingeniería (UBA) con los colores de la bandera española.

“Entonces invitaban a hablar a mi papá a la escuela. Pero la empatía se generaba sólo ese día, después era todo lo mismo y sufría racismo y discriminación por parte de mis compañeros -cuenta a El Grito del Sur-. Yo renegaba mucho de ser distinta. En la escuela enseñaban que el indígena era el sucio, el que no podía educarse. Todas esas cosas entran en colisión con uno mismo porque hablan de ser indígena como algo negativo. Yo pensaba ‘no soy indígena’. Después me di cuenta de que eso que me había pasado era racismo”.

Aymara señala que recién a partir de 1992, “se genera el movimiento de los pueblos indígenas y empieza una resignificación identitaria”: se comenzó a rever la historia, los contenidos en la currícula escolar y, también, se resignifica la Whipala.

Otro hito fue la llegada de Evo Morales a la presidencia de Bolivia. “Eso tuvo un efecto en Abya yala porque no es que se reconoce al indígena, sino que podemos gobernar, estar en las instituciones, decidir políticas públicas para los indígenas”, destaca Aymara. A esto también le suma las reformas constitucionales en Bolivia y Ecuador, que tienen a la Pachamama como sujeto de derechos.

“Desde nuestro saber, usos y costumbres, la madre tierra es todo. Vista desde el conocimiento científico, podés decir que el territorio es geografía, pero para nosotros es algo espiritual”, afirma.

En 2010, la expresidenta y actual vice, Cristina Fernández de Kirchner, decretó que el 12 de octubre pasaba a ser el Día del Respeto a la Diversidad Cultural. Si bien Aymara considera que esto y que se celebre el Día de la Mujer Indígena marca un avance, no es suficiente. “A Argentina todavía le cuesta ser parte de Latinoamérica. Hay una mirada de que el argentino es blanco, rubio, eurocéntrico y que no hay indígenas: los mapuches son chilenos, los kollas de Bolivia y los guaraníes de Paraguay”, criticó la joven abogada.

Aymara Choque

Además, Aymara sostiene que el censo de 2010, donde se incluyó por primera vez una pregunta para identificar si las personas se reconocían como parte de un pueblo originario, “también era racista”. “Esa pregunta no la hacían en todos lados, sino en ciertos barrios. No se preguntó en Recoleta porque se supone que ahí no hay indígenas”, manifestó.

Aymara denuncia que, a nivel social, “ser indígenas se asocia a la ignorancia”. “No creen que estemos en la universidad. Nosotros somos abogados, politólogos, hemos llegado a la academia, pero tenemos un plus. Tenemos nuestro conocimiento ancestral, ese que la academia no legitima”, sostiene.

Para ella, en Argentina falta que se incluyan a indígenas en los espacios donde se toman las decisiones porque “no tenemos empatía, sabemos lo que viven nuestros hermanos”. Y otra deuda es darle importancia a las lenguas indígenas. “Sostener las lenguas y visibilizarlas es visibilizar nuestros usos y costumbres, nuestra filosofía de vida, nuestra forma económica, medicinas ancestrales. Todo nuestro ordenamiento cósmico está en nuestra lengua”, asegura.

Aymara explica que en la lengua quechua no existe la palabra “fin”. “Sino ‘hasta un nuevo encuentro’ o ‘hasta que nos volvamos a encontrar’”, dice.

 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR:

Hablamos de memorias, en plural, y de un horizonte: la Argentina plurinacional

Compartí

Comentarios

Ludmila Ferrer

Periodista y Licenciada en Comunicación Social (UBA). Escribe también en Página/12 y sigue más podcasts de los que puede escuchar.