Etiquetas negras y alimentos sanos

El proyecto de ley de Etiquetado Frontal ya obtuvo dictamen de comisiones en el Senado y se trataría en el recinto esta semana. Mientras tanto surgen voces disidentes. ¿Qué es y para qué funciona el etiquetado de envases?

Entre remolachas, acelgas, papas y tensiones políticas, el tratamiento de la Ley de Etiquetado Frontal avanza en nuestro país. El proyecto, que surge de la unificación de los trece preexistentes presentados por distintos bloques, obtuvo dictamen de comisiones en el Senado la semana pasada y se estima que se trate en el recinto durante los próximos días. La norma se basa en modificar los envases de los alimentos y bebidas sin alcohol para advertir, con octógonos negros que no podrán ocupar menos de un 5% de la cara frontal, cuáles tienen exceso de azúcares, sodio, calorías y grasas. También será obligatorio especificar si contienen edulcorantes, aunque prescindirán de esta marcación aquellos que lleven azúcar común, aceite vegetal y frutos secos.

A esto se suma la regulación de la publicidad, es decir, que las presentaciones de aquellos productos que tengan un exceso en estos valores no podrán incluir dibujos animados ni elementos que llamen la atención de les niñes. Además, se generarán propuestas para trabajar sobre educación alimentaria en ámbitos escolares. En caso de establecerse, las empresas tendrán 6 meses para adaptar sus presentaciones y, en el caso de las Pymes, el plazo será de un año.

Durante su disertación en el plenario de las Comisiones de Salud e Industria y Comercio, el actual ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, habló sobre la importancia del etiquetado y lo puso en relación con los resultados que tuvieron este tipo de medidas en el consumo de tabaco. “En la medida que logremos armonizar los distintos aspectos, aspiramos a tener resultados como con el tabaco. Gracias a las distintas políticas, pasamos de 30% al 20% de fumadores; esto es lo que pretendemos a largo plazo respecto del sobrepeso y la obesidad”. Además, sumó que la iniciativa busca adoptar una medida ya estipulada en el Mercosur, aunque no todos los países de la región tengan un criterio unificado.

Para que el etiquetado sea efectivo, la Organización Panamericana de la Salud recomienda que se complemente “con medidas de prohibición de uso de imágenes, colores y otros elementos gráficos que generen engaño o influyan en la elección, especialmente por parte de los niños; la restricción de marketing, prohibición de venta y expendio en la escuela, unidades de salud, ambientes de trabajo y otros, sumando la aplicación de impuestos”. Sobre este último tema, a principios de año se debatió largo y tendido, cuando el Gobierno consideró que la gaseosa Coca Cola debía entrar en “Precios Cuidados”, lo cual en ese momento fue respaldado por el ministro Matías Kulfas bajo el argumento de que la idea de la medida económica no era cambiar hábitos, sino regular los precios de los consumos generalizados en Argentina.

Sin embargo, también hubo voces disidentes respecto a la Ley de Empaquetado Frontal. Las senadoras tucumanas Silvia Elías de Pérez (UCR) y Beatriz Mirkin (Frente de Todos), adujeron que la legislación podría perjudicar los negocios azucareros y dañar la industria alimenticia y explicaron que se estaba demonizando un alimento en vez de trabajar sobre su consumo excesivo. Por su parte, Mónica Katz, presidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), declaró a Infobae:“Este etiquetado frontal solo abarca al producto terminado y no a los ingredientes. Por otro lado, la evidencia de otros países con este tipo de etiqueta demostró que a la gente le dejan de impactar los productos de góndola con la etiqueta negra, ya que todos la tienen”.

El 20 de este mes, cuatro días después del Día de la Alimentación, el Ministerio de Desarrollo Social lanzó el programa Alimentar Saberes con el objetivo de proponer y difundir una alimentación más sana, basada en el consumo de alimentos no procesados y la venta directa a través de ferias agroecológicas. Esto se suma al Plan Argentina Contra el Hambre, sancionado en enero, y al Plan Nacional “ASI” (Alimentación Saludable en la Infancia), promulgado por la Resolución 996/2019 del Ministerio de Salud y Desarrollo Social en el 2019.

Según la 2da Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, el 41,1% de la población de entre 5 y 17 años tiene exceso de peso (20,7% sobrepeso y 20,4% obesidad), mientras que en los mayores de 18 el número llega al 67,9%. Respecto a la implicancia de la publicidad, el 21,5% de los adultos responsables de niños y niñas de entre 2 y 12 años y el 23,5% de la población de 13 años en adelante declaró que compró, al menos una vez en la última semana, algún alimento y/o bebida porque lo había visto en una publicidad. En relación a las etiquetas, 3 de cada 10 individuos de más de 13 años declararon que en general leen la tabla de composición nutricional del envase de los productos que compran, pero sólo 50% de éstos la entiende.

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Dalia Cybel

Historiadora del arte y periodista feminista. Fanática de los libros y la siesta. En Instagram es @orquidiarios