El hombre que hizo a otros hombres llorar
Luego de conocerse la noticia de su fallecimiento, miles de varones salieron a las calles y, entre la incredulidad y la angustia, se permitieron llorar, abrazar y tocarse. «Diego Armando Maradona se ha muerto y en el espacio público, en la calle, todos los hombres lloran como si nunca hubieran aprendido que los hombres no deben llorar», escribe María del Mar Ramón.
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